Parques infantiles


Una alternativa de ofrecer diversión a los niños al aire libre, es llevarlo a disfrutar de los juegos que hay en algunos parques infantiles. Ante esa opción no es raro que en los fines de semana, estos lugares se noten muy concurridos de niños que acuden a realizar actividades físicas con finalidad recreativa; pero a su vez, su asistencia a estos lugares influye a que las salas de urgencias de hospitales, reciban una proporción relativa de consultas relacionada con accidentes originados en estos lugares, condicionados por deficiencias en el material o diseño de los juegos en los parques, asociado al descuido en la vigilancia de los familiares acompañantes.
Para evitar la existencia de lesiones en los niños que acuden a los parques infantiles, es condición que se cumplan como requisitos: que las instalaciones del parque sean seguras, que exista una supervisión estrecha de los adultos que los acompañan y que los niños conozcan medidas de seguridad, además de saber comportarse de forma responsable en cada uno de los juegos en que guste de participar.
Al llegar al parque, los padres deberán de comprobar que las zonas de juego están diseñadas de forma adecuada, para poder permitir ver con claridad a los niños en los espacios donde juegan. La superficie bajo los juegos de altura (máximo hasta de 2.5 metros), deberá ser de consistencia blanda para poder amortiguar el impacto de la caída o saltos de los niños, de preferencia será material de relleno (arena, esponja, cartón, burbujas plásticas, etc.) con una profundidad mínima de 30 cm, y con extensión máxima hasta de metro y medio más allá del espacio de la instalación del juego, procurando que el material al paso del tiempo no se compacte o pueda ser renovado de forma periódica.
En los sueles donde corran los niños, la superficie no permitirá que se acumulen charcos de agua o tener una superficie lisa donde puedan resbalar. Deberá de estar libre de objetos contusos, cortantes o agudos para evitar traumatismos o heridas.
De preferencia para el diseño de los parques infantiles se tendrá la intención de dividir las secciones de juegos por grupos de edad de los niños, permitiendo que exista un lugar para niños hasta de dos años de edad, otra para niños de dos a cinco años y otra sección para escolares (seis a doce años). De preferencia, con una distancia considerable y con señalamientos correspondientes para permitir que los niños pequeños no tengan oportunidad de ser lastimados por los mayores en sus juegos o carreras, y con la responsabilidad de los niños de solo respetar su lugar correspondiente a su edad.
En relación con el tipo de juegos, se deberá de revisar que los que tengan superficies elevadas (rampas, plataformas, etc.), cuenten con barandales y barreras de protección. Todos aquellos que sean de carácter móvil como sube y bajas o columpios, se ubiquen en un lugar diferente al resto de las instalaciones para evitar que su empleo puedan golpear a algún niño que pueda andar corriendo. De preferencia debe haber máximo dos columpios por soporte superior y la distancia entre ellos deberá ser por lo menos de 75 cm a fin de evitar chocar en su empleo. Para los niños pequeños el columpio deberá tener una canastilla bien fija, y contar con una banda de sujeción segura para colocar al niño sin permitir su deslizamiento y caída espontanea. Todas las partes donde haya deslizamiento entre estructuras vecinas, deberán estar bien protegidas para evitar que los dedos o manos del niño puedan ser aplastados, y evitar estructuras metálicas sin protección plástica adecuada, ante un posible golpe por movimiento.
Los juegos no tendrán espacios donde pueda quedar atorada alguna parte del cuerpo (dedos, manos, brazo, pierna o cabeza), recomendando de preferencia que las redes tengan orificios menores de 45 cm, los espacios entre peldaños de una escalera o las barras de las barandillas sean menores de 9 cm y la anchura de los peldaños por lo menos de 20 cm.
Al momento de llegar a hacer uso de estos juegos, deberá de revisarse que la superficie de contacto tenga temperatura excesiva y pueda quemar la piel del niño, no haya astillas, tornillos salidos, bordes afilados, ganchos, clavos, grietas o material oxidado de forma importante que pueda causar heridas o caída al romperse con el peso del niño. Si alguna estructura se considera de riesgo, de preferencia no la utilice y dé aviso sobre su deterioro al personal del parque a fin de evitar su empleo y riesgo en otros niños. Revisar que la superficie donde impactarán sus pies con saltos o caídas no sea de consistencia dura o se haya compactado el material especial. Comprobar que toda la periferia del parque se encuentre bien cerrado para impedir que el niño pueda escapar corriendo a accesos de riesgo (estacionamiento, pistas de ciclismo, calles, etc.) o poderse perder. Retirar todo tipo de basura ya que puede originar tropiezos y caídas.
Estas mismas recomendaciones aplican a los juegos propios que algunas personas pueden tener en sus jardines o al momento de comprarlos. Si en especial se dispone de un arenero para sus juegos, es necesario cubrirlo por las noches a fin de evitar la existencia de bichos o excrementos de algunos animales (gatos o perros).
En relación al comportamiento que los niños deberán de aprender para disfrutar de los parques infantiles o juegos de jardín, deben incluirse instrucciones claras para evitar que resulten lastimados por otros niños, o que ellos mismos puedan causar lesiones a los demás. Deben aprender a evitar movimientos bruscos y el exceso de fuerza con los juegos. No deberán de empujarse mientras participan de  cada uno de los juegos. Deberán de emplear los juegos de acuerdo a sus dispositivos de seguridad tomándose de los barandales, no subirse a los columpios de pie, evitar trepar por la pendiente de una resbaladilla, no subir o bajar por las partes externas de los juegos. Evitar utilizar los juegos si se notan partes de su ropa que cuelguen (cordeles, listones, collares, etc.). Evitar causar daño intencionado a otros niños mediante los juegos (empujar un columpio para golpear a un niño enfrente, desocupar de forma súbita el sube y baja, empujar muy fuerte el columpio, etc.). Evitar dejar objetos que puedan hacer tropezar a otros niños como mochilas, bolsas, triciclos o bicicletas. Evitar colocarse en las trayectorias de los columpios. Los juegos de sube y baja no deberán emplearlo niños menores de seis años por no tener idea aun del concepto de equilibrio y fuerza suficiente para sostenerse sentados. En la resbaladilla deberán deslizarse siempre en posición sentada mirando al frente, y asegurando que el extremo inferior se encuentre libre. Permitir solo el empleo de la escalera horizontal a aquellos niños cuyos pies queden a una distancia máxima de 50 cm en relación al suelo. Deben aprender a disminuir el impacto de las caídas con movimiento adecuado de flexión de las rodillas. Emplear calzado adecuado cerrado y resistente de preferencia que incluya al tobillo para darle estabilidad y evitar torceduras. La ropa a emplear de preferencia deberá de ser larga y gruesa para proteger de lesiones de contacto, o adquirir enfermedades de contagio por la piel. De preferencia emplear cremas protectoras solares para evitar quemaduras en zonas expuestas.
Las lesiones que se pueden generar en estos parques o juegos infantiles, pueden ser muy variadas en presentación y gravedad, desde una raspada o quemadura leve, hasta fracturas de hueso o traumatismos de cabeza o cuello que puede amenazar la vida del niño.
Si se acude con los niños a estos juegos, la actitud responsable y vigilancia constante, le permitirá a la familia disfrutar de momentos agradables que serán inolvidables de forma positiva. No cuidar estas recomendaciones podrá dejar una alteración que también podrá ser inolvidable para el resto de la vida del niño y la familia.     

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