Contaminación ambiental

Si tomamos en consideración que por reportes establecidos a nivel mundial (OMS), cada año mueren más de tres millones de menores de cinco años por causas y afecciones relacionadas con el medio ambiente, se puede considerar luego que, el medio ambiente es uno de los factores que influyen de forma más decisiva, en el tributo mundial de defunciones infantiles anuales.
De forma específica como factores ambientales de riesgo importantes para la salud de los niños, se incluyen: el aire interior, exterior y el agua, contaminados; la falta de saneamiento en los ecosistemas, las sustancias con riesgo tóxico, los vectores de enfermedades, la radiación ultravioleta y los ecosistemas degradados. En todas estas condiciones, es innegable la participación activa -o en otro extremo-, la falta de interés, de parte del ser humano que lo propicia.
Tomando solo en cuenta que la concentración de contaminantes es más elevada en la población de menor edad, llamamos la atención en esta ocasión a tratar de evitar que este grupo de niños se mantenga expuesto a esta condición por tiempo prolongado, con el propósito de evitar diferente tipo de alteraciones o consecuencias futuras.
El aire es el fluido que forma la atmósfera de la Tierra. Éste es una mezcla gaseosa, que se compone principalmente de 21 partes de oxígeno y 78 partes de nitrógeno. El resto lo componen vapor de agua, gases nobles y bióxido de carbono.
El equilibrio de esta concentración permite que los seres humanos puedan respirar sin tener afectaciones a la salud. Sin embargo, el aire que respiramos puede ser alterado debido a la presencia de otros compuestos. En este sentido definimos como contaminante del aire a los compuestos que alteran nocivamente la concentración normal del aire ambiente; y calidad del aire, como el estado de la concentración de los diferentes contaminantes atmosféricos en un periodo de tiempo y lugar determinados.
En teoría, el aire puro no debe contener partículas suspendidas y este tipo de aire lo podemos encontrar en zonas rurales boscosas. En forma inevitable, los centros urbanos tienen variaciones de contaminación de acuerdo a la cantidad de agentes que lo generen.  Los contaminantes suspendidos en el aire pueden ser de dos tipos, los primarios que se nombran así por no sufrir o generar -por reacciones químicas adicionales- otras sustancias, como: Óxidos de Azufre, Monóxido de Carbono, Óxido de Nitrógeno, Hidrocarburos, Combustible y otras partículas. Los secundarios, que generalmente son productos de reacciones químicas de contaminantes primarios con elementos que forman parte del aire y del cual en especial tenemos al Ozono. La diferencia entre ambos es que los primeros permanecen sin cambio alguno desde el momento que la fuente los emite hasta que permanecen suspendidos; los segundos en cambio están sujetos a cambios químicos o físicos.
Los contaminantes pueden ser emitidos de manera natural, mediante los procesos de erosión del suelo, descomposición de materia orgánica, incendios forestales, y procesos volcánicos, entre otros. Los contaminantes emitidos por causa de las actividades del hombre en su mayoría son resultado de la quema de combustibles fósiles. En este grupo de contaminantes están los que son producidos por: fuentes fijas (parques industriales estacionarios), fuentes de área (conjunto de pequeños establecimientos industriales o comerciales), y fuentes móviles, vehículos automotores.
Algunos de los contaminantes del aire, por sus efectos en la salud de la población, han sido normados y se han establecido límites máximos de concentración en el aire ambiente. Estos contaminantes son conocidos como criterio. Los contaminantes criterio incluyen: el ozono (O3), el monóxido de carbono (CO), el bióxido de azufre (SO2), el bióxido de nitrógeno (NO2), el plomo (Pb), las partículas suspendidas totales (PST) que son partículas sólidas o líquidas dispersas, que pueden tener diferentes tamaños que las identifican como: partículas suspendidas menores a 10 y a 2.5 micrómetros –milésima parte de un milímetro- (PM-10 y PM-2.5). Estos contaminantes son polvo, cenizas, hollín, partículas metálicas, cemento, partículas orgánicas como hongos o pólenes. La PM-10 es la fracción respirable de las PST y gracias a su tamaño, es la que tiene la peculiaridad de penetrar en el aparato respiratorio hasta las regiones más profundas, es decir las regiones más pequeñas de las vías aéreas que están adentro de los pulmones.
Las PST se originan en los diversos métodos que el humano usa para transformar su entorno; o bien, en los sitios mal ventilados. Incluso hasta en los sitios que, por el paso de tiempo, han tenido deterioro,  o envejecimiento de los materiales con los que están hechos o en su estructura.
El ozono, de forma normal se encuentra diluido en una diezmillonésima parte, pero ante situaciones de gases liberados por vehículos o combustiones, puede incrementar y los valores de daño se presentan con valores cercanos a la millonésima parte, causando irritación o sensación de resequedad de garganta y nariz, comezón ocular, además de afectar el crecimiento de las plantas, y en forma progresiva, el efecto invernadero.
Monóxido y bióxido de carbono se obtienen a partir de la combustión, se relacionan con el calentamiento global. El monóxido dificulta la entrega del oxígeno a las células y en altas concentraciones puede desencadenar la muerte por asfixia. Son peligrosas las concentraciones de 50 a 100 ppm. Químicos específicos se relacionan con cánceres, por lo que no es raro notar que en algunas zonas geográficas esta enfermedad es frecuente.  
El plomo condiciona disminución del rendimiento intelectual. El dióxido de azufre generado a partir de la combustión del diésel, genera la lluvia ácida que perjudica al desarrollo de las plantas, impidiendo que produzcan oxígeno.
Los ácaros, pólenes y hongos disueltos en el aire en concentraciones variables, son los responsables de infecciones respiratorias frecuentes como mecanismo inflamatorio que los predispone. En otras ocasiones son causa de reacciones alérgicas.
Tabaco, con una cantidad aproximada de cuatro mil diferentes tipos de sustancias, se conocen al menos cuarenta de ellas relacionados con enfermedades respiratorias como cáncer, asma, bronquitis, alergia respiratoria o enfisema. Las demás sustancias por su acción específica al organismo pueden generar daños variables.  
Antes del nacimiento, la contaminación puede condicionar que el feto se desarrolle bajo condiciones de desnutrición y nazca con peso y talla menor a lo habitual. Incrementa también la posibilidad del desarrollo de malformaciones orgánicas corporales. Durante el nacimiento, los contaminantes pueden condicionar que se desencadene un parto en forma prematura. En los primeros años y en la etapa escolar, asocia de forma frecuente enfermedades infecciosas (respiratorias, digestivas o cutáneas), anemia, desarrollo de asma, alteración del rendimiento escolar o problemas en la atención, desarrollo de algunos cánceres o enfermedades autoinmunes.
Para evitar esta exposición  conviene que ante señalamientos de contingencia ambiental, los niños eviten actividades al aire libre, empleen cubre bocas con cambio de cada 15 a 20 minutos –por la acumulación progresiva de contaminantes-, cerrar ventanas, en los vehículos viajar encerrados con sistema ventilatorio interno, empleo doméstico de purificadores ambientales, limpieza con medios húmedos, evitar ventiladores de aspas que solo movilizan partículas domésticas,  incrementar las zonas verdes, evitar quema de combustibles, eliminación adecuada de basura, disminuir empleo de vehículos y en ocasiones, organizar visitas a bosques a fin de mejorar la calidad de aire respirado.

Mejorar en la actualidad el aire que respiramos, es factor elemental para la vida futura… y no depende de nuestras autoridades, depende de nosotros mismos que hagamos buen uso de los recursos y mejoremos el ambiente que hemos ido destruyendo.  

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