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Quemaduras

Entre los accidentes que pueden llevar a la muerte o un daño importante a los niños, después de los traumatismos, se encuentran las quemaduras.
Son un riesgo presente bajo cualquier ambiente y no solo en el hogar (en donde son más frecuentes). El grupo de edades afectados con mayor frecuencia, son: los preescolares y lactantes, que en consideración a su natural deseo de exploración y/o por descuido de los adultos que los tienen a su cargo, definen los factores que contribuyen a que se produzcan este tipo de accidentes.
Las quemaduras en general, son lesiones de los tejidos que se ponen en contacto con sustancias o superficies, capaces de causarles destrucción por la temperatura excesiva que tienen; o bien, como efecto de liberación de calor ante una reacción química o fenómeno físico.
La consecuencia inmediata de una quemadura es la destrucción de la piel o mucosa, que hace desaparecer la función mecánica de barrera protectora para los tejidos inferiores; y de forma inmediata, se convierte en una zona donde se pierde agua por evaporación fácil. Se permite una vía de entrada a los microorganismos, con el riesgo de desarrollar infecciones rápidas. Los tejidos destruidos que alcanzan a transportarse por la circulación sanguínea, pueden representar un riesgo en la función de los riñones para su eliminación, cuando el tejido destruido es en porcentaje significativo. 
Entre los conceptos elementales a distinguir de las quemaduras, podemos señalar en relación a sus causas: a las escaldaduras (más comunes), que se generan por la acción de una sustancia líquida caliente, en contacto con la piel o mucosas de un niño al ser volcadas o introducidas en ellas. Otro tipo, es el contacto directo con fuego o con objetos calientes (parrillas, cigarros, velas, hogueras, etc.). Las causadas por sustancias químicas, que pueden afectar la piel o mucosas al contacto, generando una reacción química que libera calor de forma rápida e importante (sustancias ácidas o sosas). Las que se producen ante la exposición a la electricidad al morder un cable o introducir los dedos o alambres en enchufes; y otras, las causadas por la exposición prolongada al sol.
En relación a la profundidad del daño a los tejidos corporales, se pueden generar cuatro tipos de quemaduras, que se notan por sus características particulares: las quemaduras superficiales (antes de primer grado), afectan a la parte más superficial de la piel que se nota solo enrojecida, dolor leve a su contacto de superficie y tienen hinchazón muy leve. Pueden cicatrizar y curar de forma espontanea en tres a siete días, con desprendimiento de escamas de la piel a partir del segundo o tercer día. Las quemaduras de espesor parcial (segundo grado), pueden ser superficiales cuando afectan al tejido inmediato debajo de la piel, se conocen por formar ampollas que contienen líquido en su interior, y al romperse dejan ver una superficie húmeda y de color rosa a rojo intenso, con duración variable de acuerdo a su extensión y cuidados, variando de dos a cuatro semanas. Las parciales de espesor profundo muestran pérdida de grosor de tejidos y en el fondo tienen escaras blanquecinas. Su curación requiere en promedio de dos a tres meses. Las quemaduras de espesor total (tercer grado) dañan a tejidos más profundos y la piel tiene aspecto seco, amarillento o calcinado, puede llegar a eliminar tejido de grasa y músculos. Su tiempo de curación es muy prolongado al requerir en la mayoría de las ocasiones injertos de piel o cirugías especiales, además de atención hospitalaria.
La extensión de una superficie quemada, se establece en relación al porcentaje de la superficie corporal total. De forma específica, existen ya esquemas bien definidos para niños a diferentes edades; pero en forma empírica, es válido considerar que la extensión de piel que sea cubierta con la palma de la mano y dedos extendidos (de la persona quemada), puede representar el uno por ciento de la superficie corporal.
El desempeño de la persona que es testigo del accidente o que revisa al niño quemado de forma primaria, deberá de solicitar de inmediato (por medio de otra persona), la atención médica de urgencia si la quemadura es ya de un espesor parcial, y/o con extensión corporal del área quemada mayor de 10%, o de tamaño menor pero que afecte la cara, manos, pies, genitales, zonas de flexión y/o si afecta regiones cercanas a los orificios naturales o mucosas. (Las de primer grado se pueden valorar en cita habitual).  
La atención inmediata ante una quemadura por fuego, es apagar las llamas haciendo que el niño se revuelque sobre la tierra o cubrirlo con un trapo de forma hermética inmediata para sofocar el fuego. Si la quemadura es por contacto con líquido caliente, deberá de retirar de preferencia, toda la ropa (cortándola) que se encuentre con el líquido, sin retirar la que se encuentre ya pegada a la piel, además de los objetos que puedan retener calor (como anillos, pulseras, cadenas, etc.). Enfriar la herida cuanto antes sea posible con agua fresca y corriente (o bien cualquier bebida fría), durante 15 a 20 minutos, hasta que el dolor desaparezca. Mantener en seguida la lesión cubierta con apósitos mojados, luego de haber enfriado la quemadura a fin de evitar evaporación de agua. Cuando la quemadura es pequeña, se podrá mantener bajo el agua. Evite aplicar cremas o sustancias en la superficie quemada como café, pasta dental, jabones u otros, ya que pueden representar medios para el desarrollo de infecciones inmediatas. Cubra el resto del cuerpo con una manta para evitar que pierda calor corporal, hasta que llegue la ayuda médica. Si se sospecha que haya tragado algún líquido tóxico, no inducir el vómito, no darle alimentos y llevarlo de inmediato a revisión hospitalaria de urgencia.
Cuando se trata de quemaduras por electricidad; en primer lugar, retire el elemento conductor de la corriente mediante empleo de palos o cartones, para evitar sufrir una descarga eléctrica por exponerse al agente conductor, y colóquelo en un lugar seguro o con advertencia a las demás personas espectadoras. De ser posible, solicitar retiro de carga eléctrica de la toma callejera (Switch). No tocar al accidentado hasta que se encuentre seguro de eliminar o alejar el motivo del accidente. A continuación se le revisará que no tenga obstrucción en su vía respiratoria y que haya ruidos en su corazón. En caso de no haber alguna de estas actividades se le iniciará la reanimación, de preferencia por alguien que tenga experiencia en esta maniobra, o esperar la atención médica solicitada.

Para prevenir estos accidentes, algunas simples precauciones pueden reducir las posibilidades: mantenga las sustancias u objetos calientes lejos del acceso de los niños, utilizando las parrillas posteriores de la estufa y no dejar objetos caliente al frente de las mesas; que en especial, deberán de tener un mantel corto para evitar ser jalado por el niño, o bien cubierto con un cristal grueso que impida su deslizamiento. No transporte sustancias calientes en una trayectoria donde se encuentren los niños. Bloquear el acceso al horno de la estufa cuando se encuentre prendido. Evitar que los niños muy pequeños anden libres por la cocina o comedor. No cargar al niño mientras se preparan los alimentos y tampoco tenerlo sentado en las piernas cuando se consumen líquidos calientes. No calentar biberones con el horno de microondas. Para preparar el baño de un niño, empiece siempre por abrir la llave del agua fría y regule la temperatura con el agua caliente. Antes de introducir al niño en un baño de tina, compruebe la temperatura del agua al tacto. Evite dejar cubetas con agua caliente en alguna parte donde el niño pueda desplazarse. No deje cerillos o encendedores a su alcance. Evite el empleo de prendas de algodón o sintéticas en temporada de frío y de preferencia elija ropas gruesas como mezclillas que no se prende fácil con el fuego. Evitar enchufes en mal estado o cables pelados cerca de la cama del niño, y/o velas o veladoras a su alcance. Tapar contactos accesibles a los niños. Evitar planchas calientes, y los asientos de plástico al sol por tiempo prolongados. La mejor forma de evitar un accidente es actuar al pensarlo.