El aborto.


Si se considera en la misión del médico, el objetivo de buscar la salud y preservar la vida en sus semejantes, bajo las mejores condiciones; la práctica del aborto solo estará justificada cuando represente un riesgo significativo para la mujer gestante. Para el especialista en niños, por la vocación en la atención del individuo en crecimiento y desarrollo, es natural la postura de rechazar el aborto como una alternativa que impide el desarrollo de un ser vivo, a menos que se demuestre de forma totalmente certera que sea portador de deficiencias significativas para su vida, habiendo casos particulares donde la decisión de los padres ante una enfermedad congénita probable puedan considerar su practica, debiendo de cuidar en no caer en el extremo que sea la sociedad, que bajo un argumento de selección ideal de humanos, dé oportunidad a eliminar a individuos con alguna alteración menor. Mostrar compasión por estos seres con malformaciones desde luego que es correcto, y sin embargo, “dar libertad para que los ciudadanos decidan que hacer” no  parece del todo correcto, porque “libertad” significa: ¿hacer lo que nos da la gana?, pienso que la libertad siempre debe estar de acuerdo con la verdad y con el bien. Con la legalización del aborto, solo conseguimos dar un “calmante” que realmente no va a curar a “las enfermedades” y por el contrario, se pueden esperar “reacciones adversas”.
Es de considerar justificado el hecho que una persona  en defensa propia, pudiera terminar con la vida del agresor, ante situaciones de mucha desventaja, para conservar su integridad. Situación similar merece la consideración legal cuando se habla de una amenaza a la vida de la mujer cuando se ve comprometida con el desarrollo de un embarazo complicado que puede terminar con su existencia.
El proceso del aborto para quien no lo ha visto en su cruda realidad, significa tomar contra un organismo indefenso armas tan poderosas como son una fuente de aspiración para extraerlo de su ambiente natural, en donde pretende desarrollarse cuando tiene un tamaño muy pequeño  y su inclusión en los tejidos no es tan firme que permite esa extracción. La otra alternativa, a una edad del producto mayor, quizás mas cruel, condiciona el empleo de dispositivos conocidos como legras que tienen la finalidad de separar los tejidos del organismo cuando se encuentra en tamaño mayor con la finalidad de fraccionar al cuerpo del embrión o feto y permitir de esa forma que pueda ser extraído del vientre materno. Es frustrante como médico y como persona, el tener la visión de un ser indefenso que tenia su oportunidad para vivir, que termina mutilada y seccionado en diferentes partes corporales por “justificación” de la sociedad ante un aborto legal, o interés personal tanto de la embarazada y del médico amoral que solo tenga interés económico, cuando el aborto se practica como ilegal.
Considerando con cada publicación, el compromiso social irrenunciable de plantear problemas con algún viso  de solución, se pueden plantear también alternativas de prevención, para evitar que lo publicado solo se convierta en una sarta de quejas o proyecciones personales que alejan a quien las expresa de un cumplimiento social. Son entonces, las autoridades de la sociedad quienes tienen la oportunidad de aplicar medidas convenientes; y en forma particular, todo debe partir del núcleo familiar, donde se ha perdido el valor afectivo a la pareja, y ahora los adolescentes se dejan llevar solo por los impulsos corporales y físicos, sin que la influencia adecuada por la cultura y verdadera educación sexual, hayan cambiado su vinculo emocional afectivo propio, y la deja solo en instinto impulsivo a satisfacer. La segunda alternativa como propuesta estaría en la limitación legal de autorizar las bodas con requisito de certificado prenupcial genético por el  especialista correspondiente para evitar la malformación congénita con un consejo genético adecuado o información de riesgos factibles.  Al momento puede hasta parecer ridículo entre los requisitos para un matrimonio, un certificado medico prenupcial  que cualquiera elabora, extorsiona o compra con un particular, además de la carencia ética del médico responsable de hacer la valoración de forma adecuada y no solo con el aspecto de salud adecuada de los contrayentes. Aquellas mujeres que no quieran tener a sus hijos por ser producto de una violación, podrían tener la alternativa de entregar al final del embarazo a su hijo a una pareja que tenga deseos de adopción, ya que un individuo en un núcleo familiar adecuado de cariño y amor tendrá mejor pronostico de desarrollo intelectual y afectivo que aquellos que terminan siendo rechazados desde su fecundación.
 Nuestros legisladores deberán en forma responsable evitar llevarse por la pasión y posturas propias o  de sus  partidos políticos y deben interesarse  por la sociedad que les exige medidas mas adecuadas para la misma y en particular justicia para el origen de la vida misma.
La justicia en todo acto de sociedad, es un aspecto que es responsabilidad de sus integrantes y no deberá de ser excluyentes para los que aun no tienen oportunidad de manifestarse de alguna forma en particular por ser productos indefensos. Siempre habrá quien hable por ellos.