Temporada de frío

Con la presencia del frio en el ambiente se incrementan las enfermedades respiratorias, y entre los más susceptibles para resultar afectados, se encuentra la población infantil de los menores de cinco años.
La forma como influye el frío en el sistema respiratorio, es disminuyendo el movimiento de los cilios (como “pelitos” encima de cada célula) respiratorios; que de manera normal con sus movimientos constantes, hacen que el moco superficial tenga flujo en dirección hacia el exterior del sistema respiratorio. Este moco en su consistencia espesa, permite atrapar en la superficie a los microorganismos (virus, bacterias), para evitar que invadan, se multipliquen o dañen. De forma normal, la nariz cuenta con mecanismos especiales para poder calentar el aire que entra por sus fosas nasales, pero de acuerdo a las condiciones de cada niño en particular, se permite este calentamiento durante un determinado tiempo (en promedio aproximado 15 minutos), y posterior al mismo, por los cambios que se generan, ese calentamiento del aire se pierde en eficacia, y a partir de ese momento, el aire que entra tiene una temperatura diferente que afecta al movimiento del moco que ahora tiene apariencia de quedar estancado y con ello, da oportunidad a la invasión de los gérmenes de la infección. La cantidad de agua interna da  consistencia al moco para eliminarlo.
Es por esta condición primaria, que de las recomendaciones que se ofrecen para evitar las infecciones respiratorias, sea la de evitar que los niños se expongan a la respiración de aire frío, y por funciones especiales entre más pequeño sea el niño, esta opción puede ser mas riesgosa, tomando en cuenta las dimensiones de sus fosas nasales y de los conductos respiratorios, que en su interior son más estrechos y condicionan de forma más rápida problemas obstructivos.
Es natural, darle importancia a los gérmenes que producen estas enfermedades respiratorias, ya que son ellos los causantes de los diferentes cuadros respiratorios. La mayoría de las personas adultas y niños de edad mayor, durante su vida han sido atacados por estas variedades de gérmenes; y en la medida que han superado esos cuadros, se forma inmunidad que evita que la enfermedad la puedan desarrollar, al ser bloqueados cuando ingresan a sus tejidos mediante las defensas adquiridas. Pero quedan en condición de funcionar como portadores de ellos y se eliminan de forma constante durante la respiración, emisión de voz, estornudos, accesos de tos y secreciones respiratorias, por lo que son sus manos en la mayoría de las ocasiones la parte corporal en donde pueden transportar estos gérmenes. Se recomienda por ese motivo que los accesos de estornudos y tos, sean cubiertos mediante la parte interna del codo a fin de dejar en esa parte los gérmenes que pueden contagiar a otros y de esa forma podemos disminuir la posibilidad de transmitir la infección a los demás. El aseo natural de las manos de forma frecuente y en particular, antes de tener contacto con niños pequeños les puede evitar la alternativa de adquirir microbios y también el lavado de las manos de los mismos niños pequeños, les puede evitar su introducción al momento de realizar  su chupeteo natural. 
La temporada de frío, obliga a las personas a mantenerse en lugares cerrados para tener una temperatura más agradable, y también de forma común las puertas y ventanas son cerradas para mantener el calor en esos lugares. Esa condición, establece que haya deficiencia en la ventilación de los espacios y permite una mayor concentración de agentes biológicos dañinos al sistema respiratorio. Eso permite entender el motivo por el cual, habrá de evitar a los niños de permanecer en lugares de reunión en espacios cerrados, ya que tienen altas posibilidades de aspirar una concentración relativa mayor de microbios.  
En nuestra sociedad tenemos algunas creencias o mitos relacionados con estas enfermedades, y entre las mas comunes es la de pensar que un niño cubierto con suéter, o chamarra, gorro, guantes y pantalones largos, zapatos y calcetas esta protegido para poder soportar las condiciones de frio y no enfermarse. La realidad motiva a la oportunidad de poder tener facilidad de ingreso de aire frio por esa nariz o boca de aire frío para permitir que se tenga presente un factor predisponente y por esa razón se puede enfermar un niño que se suponía de forma errónea que ya estaba protegido. Para evitar respirar aire frio se deberá de colocar una bufanda, o pasamontañas para evitar la respiración del aire frio de forma directa. Con estos medios se permite su filtración y calentamiento. También la idea que se enferman por andar con los pies descalzos en alguna parte. La explicación para relacionar con la enfermedad se da porque en esa habitación el ambiente frío hace que el piso se mantenga en temperatura baja, pero el aire frio que hay en esa habitación es la que predispone a la enfermedad. Pudiera andar descalzo en esa habitación, con protección en nariz y boca y habría menor posibilidad de enfermarse. No bañarlos: es erróneo ya que cuando la temperatura del agua es similar a la del cuerpo, no hay cambio brusco de temperatura corporal y no hay predisposición a la enfermedad. Cuando el agua es muy caliente o fría, hay cambio de temperatura corporal brusco e influye. El empleo de la vitamina C influye para reparar los tejidos respiratorios dañados y no para evitar el desarrollo de la infección.

Se recomienda para finalizar que en esta temporada de frío, los niños se mantengan en sus casas, sin contacto con otro tipo de personas, no asistir a los lugares públicos y cerrados, evitar la respiración de aire frío, y promover a su vez el empleo de ropa adecuada, con protección en boca y nariz, lavado de manos frecuente, consumo de frutas ácidas, y mayor cantidad de líquidos, cubrirse de forma eficaz al momento de estornudar y toser, y en particular, asistir a la consulta con su médico de confianza a la aparición de los primeros síntomas para evitar complicaciones. 

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