El juego es la
actividad fundamental del niño, vinculado popularmente con el entretenimiento y
la diversión, de gran trascendencia durante el periodo de crecimiento y desarrollo,
ya que a través del mismo, logran evolucionar sus aptitudes físicas,
inteligencia emocional, creatividad, imaginación, capacidad intelectual,
habilidades sociales, afianzan sus valores culturales, personalidad y normas de
conducta.
El juguete es
por tanto, uno de los primeros modos de relación del ser humano con los objetos
para lograr ese tipo de entretenimiento. Un juguete puede ser en inicio su
cuerpo; o cualquier objeto o material, que el niño emplea en sus juegos.
Cualquier objeto le puede servir para realizar infinidad de juegos, de acuerdo
a sus necesidades y etapas del desarrollo. Así un juguete puede ser desde el
más simple, como: una hoja o una caja de cartón, hasta el más sofisticado con
dispositivos automatizados.
Es necesario
establecer, que no se pretende menospreciar la utilidad que pueda tener el
juguete prefabricado, se trata de considerar que cada niño no necesita el
juguete perfecto ya que de preferencia, habrá que motivarle a ejercitar su
imaginación y fantasía en el espacio adecuado, para que tenga la posibilidad de
crear y disfrutar con sus propios juegos. Cualquier objeto le puede servir para
realizar infinidad de juegos, de acuerdo a sus necesidades y etapas del
desarrollo, solo conviene aclarar que en estudios comparativos, el empleo de
juguetes prefabricados, ayudan a los niños que los emplean a lograr una mayor
maduración mental y emocional.
A pesar de que
los juguetes actuales son muy diferentes a los de la generación familiar
previa, el propósito siempre seguirá siendo similar: condicionar
entretenimiento y diversión, añadiendo magia y emoción al aprendizaje sobre la
vida, al estar vinculados a los valores, costumbres y tradiciones de cada
ambiente cultural.
Es necesario
saber elegir de preferencia, los juguetes que mejor se adapten a la edad de
cada uno de los niños y su etapa particular de desarrollo mental. De
preferencia que no sean demasiados complejos o sofisticados, ya que esta
condición puede producir angustia en el niño al no poder manejarlo en forma
eficiente. Así el juguete adecuado en el momento conveniente, enriquecerá la
experiencia del juego del niño y establecerá las bases de su aprendizaje.
Cada juguete
deberá de considerar características particulares en cuanto a seguridad y
conveniencia relacionadas con las diferentes edades de cada niño. La seguridad
de los juguetes son supervisados por comités internacionales (CE –conformidad europea-
CPSC –americano-), que deben aparecer en su envoltura para considerarlos
apropiados. De forma similar, deben especificar de preferencia el grupo por
edad para su empleo.
En términos generales,
en cuanto a la seguridad se deberá comprobar que el juguete no tenga características
relacionadas para los siguientes riesgos:
Por riesgo de
aspiración, los juguetes deben ser de preferencia voluminosos, sin contar con
componentes pequeños que puedan desprenderse (ojos, botones, nariz, etc.).
Juguetes con aromas o sabores atractivos deberán ser de tamaño mayor al puño
del niño. Muñecos y animales de peluche deben tener costuras firmes y no
permitir liberación de su contenido. En cuanto se note alguno roto deberá considerarse
la posibilidad que el niño pueda ahogarse con la aspiración de parte de su
contenido al introducirlo en su boca. Todos los juguetes que se empleen en la
boca o instrumentos musicales de viento, no deberán de tener partículas
pequeñas que puedan desprenderse. Evitar el empleo de globos o material
plástico en su boca.
Por riesgo de
cortes o punciones, se deberá de evitar juguetes con puntas agudas, o plásticos
rígidos como colas, flechas, dardos. Los aviones y helicópteros deben tener
puntas redondeadas y los de rotación motora deben ser para edades mayores.
Riesgo de
quemadura o choque eléctrico, todos aquellos operados con baterías y tomas de
corriente eléctrica, además de los que producen calefacción, no deberán ser
empleados por menores de nueve años. De preferencia evitar juegos conectados a
la corriente casera. Ningún juego o dispositivos electrónicos con que cuenten
deben tener una corriente mayor de 24 voltios. Los juegos pirotécnicos de
preferencia, no deberán de proporcionarse a los niños por riesgo de quemaduras
o explosiones.
Riesgo de
estrangulación. Todos los que involucren empleo de bolsas, cordones o cuerdas.
En caso de tener que emplear alguna cuerda para tirar de un juguete, deberá
tener menos de 30 cm de largo. Las cuerdas de los juegos móviles no deben ser
mayores de 20 cm y de preferencia, se deberán de retirar de la cama o cuna de
los niños mientras duermen, a fin de evitar que se queden enrollados en alguna
extremidad o su cuello.
Riesgo de
explosiones o de envenenamiento. Todos los juegos de química y de mezcla de sustancias,
deberán ser para mayores de 12 años. En niños menores se deberá de verificar
que los juguetes no desprendan pinturas o tintes de colores que se destiñan.
Todos los juguetes que emplean sustancias de composición y colores especiales,
deben tener la leyenda específica de no ser tóxicos. Se deberá evitar el empleo
de juguetes de plomo, por la intoxicación gradual que permite su absorción
progresiva. En los niños con antecedentes alérgicos, verificar el tipo de
partículas del juguete.
Riesgo de
pinzamientos. En juguetes que contengan engranajes, resortes, bisagras o
presión. Conviene que los padres antes de comprarlos, noten la intensidad de
presión que pueden condicionar para evitar el daño secundario.
Proyectiles.
Involucran el riesgo de lesión corporal en especial sobre los ojos. En otras
partes corporales pueden condicionar lesiones de acuerdo a su velocidad y diseño.
Riesgos de
caídas, por empleo de dispositivos de desplazamiento como patines, triciclo,
patinetas, deslizadores, bicicletas que requieren siempre del empleo de casco y
protectores corporales especiales (coderas, rodilleras, etc.) Deben ser
empleados a edades específicas y siempre con una capacitación previa adecuada.
Por grupos de
edades, se recomienda en los primeros seis meses, todos aquellos juguetes que
le estimulen sus órganos de los sentidos para ir recibiendo estimulaciones
variadas: sonajeros, carruseles musicales, móviles de cuna, peluches con
sonidos, mordederas, muñecos de goma, juguetes con texturas variadas, figuras
con sonidos.
Para niños de
seis meses a un año de edad, que son niños que inician equilibrio corporal y
expresiones emocionales: pelotas sonoras voluminosas, gimnasio de actividades,
juguetes suaves que se desplacen emitiendo sonidos o luces, alfombras de
actividades, piezas a encajar de diferentes figuras, cubos para armar torres.
Del año de edad
a los dos años, por su capacidad de desplazamiento y curiosidad de exploración:
libros de imágenes, pelotas, piezas de rompecabezas o armar torres o
construcciones, juegos para estimular lenguaje: micrófonos, teléfonos
(plásticos), cubos y palas, cuentos con texturas y sonidos. Para los dos a tres
años: juegos para imitar roles laborales, juegos de asociaciones (colores y
formas), títeres, plastilina, lápices de colores, pinturas de dedos, pizarra,
juguetes con personajes para estimular imaginación e historias, rompecabezas. Triciclos
y carros de pedales.
Para los
preescolares (3-5 años) juegos para estimular su imaginación y fantasía: muñecos,
animales, pinturas, crayones, bloques y elementos para construir, roles
sociales, superhéroes, bicicletas.
Escolares (6 a
12 años) que ya comprenden el mundo que los rodea e inician el dominio de
aptitudes podrán disfrutar de libros, instrumentos musicales, patinetas, pelotas
deportivas, sogas, juegos de mesa, carros eléctricos, ajedrez, microscopio o
telescopio.
En general…
recuerde siempre que los juguetes son herramientas que ayudan a que los niños se
desarrollen, pero los padres son los que alimentan y cuidan ese crecimiento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario