Pubertad normal y sus variantes


La pubertad es el período final del crecimiento y maduración sexual del niño, en el que se alcanza la capacidad reproductiva. Es una etapa de transición entre la infancia y la edad adulta. Comienza cuando aparecen los caracteres sexuales secundarios y aumenta la velocidad de crecimiento, finalizando con la capacidad de poder eliminar células germinales viables para el inicio de la vida reproductiva y la talla en su límite máximo.
No debe confundirse con el concepto de adolescencia, donde el niño va experimentando cambios corporales y emocionales que progresan ordenadamente, hasta que al final alcanza la talla adulta, la madurez psicosocial y la fertilidad. Adolescencia y pubertad, se pueden considerar que coinciden en su etapa inicial, pero la primera, se prolonga en el tiempo después que se han terminado los cambios puberales, hasta la plena madurez.
Las sustancias que estimulan, organizan y controlan estos cambios, tienen sus orígenes en diferentes órganos, que incluyen regiones específicas del cerebro, glándula hipófisis, suprarrenal, ovarios y testículos.
La estimulación inicial se origina ante la asociación de factores genéticos, emocionales y dependientes del medio ambiente, que incrementan y liberan, unas sustancias de la corteza cerebral que actúan sobre regiones especiales del cerebro para liberar otras, que actúan sobre  una glándula que se localiza en la parte baja del cerebro (hipófisis), para liberar hormonas que actúan en órganos periféricos, para favorecer la definición anatómica y funcional de los órganos reproductores; y por otra parte, otro grupo de hormonas se encargan de estimular el crecimiento óseo y la acumulación de tejido muscular (en el hombre) y graso (en la mujer) sobre regiones particulares, para definir la función reproductora y la estructura corporal asociada. Las glándulas suprarrenales complementan el desarrollo con la presencia de vello corporal específico.  
El cuerpo del niño durante este proceso se verá modificado, para alcanzar una estatura propia del adulto, con cambios regionales para la conformación de la silueta adecuada a cada género. Hay desarrollo anatómico y funcional de los órganos reproductores internos y externos, además de características sexuales adicionales, como: la distribución del vello corporal, sudoración y emisión de voz.  
Por mayor liberación de la hormona del crecimiento durante esta época de la vida, se produce una aceleración en el ritmo de crecimiento y desarrollo de las diferentes dimensiones antropométricas. El estirón no comienza simultáneamente en las diferentes partes del cuerpo. La cabeza, las manos y los pies, se acercan precozmente a su tamaño definitivo de la edad adulta. El pie probablemente alcanza su tamaño máximo antes que cualquier otra parte del cuerpo a excepción de la cabeza, por lo que es natural que antes que se estimule el crecimiento del cuerpo en general, se noten cambios constantes en los tamaños de los zapatos.
En los varones se produce un aumento de 7 a 12 cm en la talla, en el año de máxima velocidad de crecimiento. Ocurre un rápido crecimiento de la masa muscular y llegan a alcanzar un mayor diámetro de los hombros. Para las mujeres, en el año de mayor incremento en su talla se obtienen cifras de 6 a11 cm y superan al otro sexo en el crecimiento del diámetro de la cadera.
El fenómeno de la pubertad tiene como característica particular, de producirse en forma más temprana en el sexo femenino; condicionando que, durante un determinado periodo, las niñas aventajen a los hombres en la talla; sin embargo, por ser el estirón más intenso y prolongado en el sexo masculino, ellos volverán a tener un mayor crecimiento final. Las niñas alcanzan su velocidad de altura máxima entre las edades de once y medio a doce años, mientras que los niños entre las edades de 13 y medio a los 14 años. La masa muscular en los niños se duplica el contenido de los diez años a los diecisiete. Las niñas acumulan grasa de forma progresiva a partir de la edad de los seis años, y no disminuye su contenido, aunque si hay modificación en sus zonas de distribución, notando aumento en la grasa acumulada en la región de la pelvis, pecho y parte superior de la espalda.
Para los hombres, la señal de inicio de la pubertad es el aumento en la sensibilidad y la aceleración en el crecimiento de los testículos y el escroto, con enrojecimiento y formación de arrugas de la piel de este último. Aproximadamente un año después comienza el crecimiento del pene. Junto con el estirón de la estatura aparece el vello pubiano y dos años más tarde, el vello axilar. El cambio de voz es gradual y tardío dentro de este proceso.
En las niñas, comienza la adolescencia con la aparición del botón mamario, luego surge el vello pubiano, el pico de crecimiento en talla y, por último, la primera menstruación (menarquia) que constituye uno de los acontecimientos más tardíos en esta secuencia de eventos. Las niñas pueden crecer aproximadamente 6 cm después de haber menstruado por primera ocasión.
De acuerdo a la progresión establecida de los cambios físicos que se manifiestan durante la pubertad en los genitales externos y el vello púbico, este desarrollo puede ser identificado en diferentes estadios (clasificación de Tanner), que al igual al peso y talla, van a tener asociación a edades específicas, que permiten definir su evolución normal para la supervisión médica.    
Basado en los datos estadísticos, se puede establecer las características del desarrollo puberal en las siguientes referencias, como promedio: el inicio de la pubertad en las niñas lo marca el crecimiento de sus glándulas mamarias aproximadamente entre 10 y 11 años, mientras los hombres se inician con aumento de volumen testicular entre los once y doce años. La duración global de la pubertad puede variar entre tres y cuatro años, con intervalo menor en las niñas. La aparición del vello púbico y axilar suele ser en los seis meses del crecimiento del pecho. La primera menstruación puede aparecer uno o dos años después de iniciar el crecimiento mamario. El cambio de voz definida en el hombre se presenta al final de la pubertad.
Como variantes normales se pueden presentar en algunos niños, cambios que pueden inquietar a familiares y médicos, que referimos a continuación.
Aparición de vello púbico, axilar y sudoración olorosa antes de los 8 años en niñas y de los 9 en los niños, sin asociar alteraciones en pechos, testículos o estatura, es dependiente de estimulación suprarrenal (adrenarquia prematura). Deberá descartar tumoración suprarrenal o afección hormonal para considerarse evento transitorio.
Crecimiento anticipado de pechos (uni o bilateral) antes de los ocho años, sin asociar aumento de estatura, crecimiento de vello y/o sudoración olorosa (telarquia prematura). Es más frecuente de notar en los primeros dos años de vida que tendrán una regresión natural. El crecimiento que se presenta de los 5-7 años puede justificar evaluación adicional para descartar una posible pubertad precoz.
Menarquia prematura, antes de los nueve años suele ser un evento aislado que debe diferenciarse de alteraciones de coagulación, traumatismos o abuso sexual.
Pubertad adelantada. Cuando las niñas inician cambios puberales entre los 8-9 años o los niños de los 9 a 10 años. Se consideran variantes tempranas del desarrollo. 
Existen condiciones adicionales que pueden influir la pubertad. El estado nutricional disminuido en general retrasa su aparición, mientras el sobrepeso y la obesidad la pueden anticipar. Las niñas adoptadas pueden tener desarrollo anticipado o incluso la condición anormal (pubertad precoz). Las niñas que nacen con peso bajo a su edad del embarazo pueden presentar más frecuentemente aparición temprana de vello corporal.
… esta etapa debe ser supervisada por su pediatra o endocrinólogo pediatra. 

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