Se le identifica
como microbiota a toda la población de microorganismos que se encuentran de
forma normal en los diferentes sitos de los seres vivos. Anteriormente se le
llamaba flora, pero el concepto se desviaba a relacionarlo más con elementos
vegetales; por lo que esta palabra ahora puede involucrar la gran variedad
posible de organismos microscópicos (virus, bacterias, fagos, priones,
protozoarios, hongos, etc.).
Esta pluralidad
de microorganismos mantiene una relación de convivencia pacífica y benéfica
(para ambas partes –simbiosis-) con el ser vivo (hospedador). A partir del
huésped, los comensales pueden obtener nutrientes para su desarrollo y
crecimiento; a su vez, el hospedador
obtiene mejoría extra de la función genética.
En el ser humano
se calcula que existen aproximadamente cien billones de elementos microbianos, distribuidos
en diferentes estructuras corporales, que incluyen: la piel, orificios naturales,
cavidades orgánicas (digestivas, respiratorias, urinarias, etc.) que superan en
número hasta diez veces la cantidad total de células del cuerpo humano.
Considerando en
forma similar al número mayor de las células corporales, el genoma colectivo de
la microbiota supera en más de 300 veces la información del genoma humano. Estos microorganismos, establecen relaciones
de intercambio de información genética entre ellos y con las células del
individuo en donde se encuentran, por lo que la influencia genética de un ser
vivo, se modifica por la información genética de sus microorganismos
portadores. A esta información genética adicional que influye en el desarrollo
de un individuo, se le conoce como microbioma, que ha sido considerado como “un
órgano olvidado” por sus importantes funciones en nuestro cuerpo.
La microbiota
puede tener dos tipos de comportamiento, en general: tratarse de un grupo
microscópico que suele ser constante y duradero, con efectos generales
similares para la mayor población humana; y otra, variable y temporal de
acuerdo a circunstancias particulares del ser humano, en sus condiciones
ambientales en donde se desarrolla.
En cada uno de
nuestros sitios anatómicos, la variedad de microbios puede ser muy diferente (ejemplo:
axila y región intestinal) llegando como analogía a compararse como un
ecosistema de una región desértica, diferente al de una selva tropical.
Es el sistema
digestivo donde se encuentran en mayor cantidad y variedad. Condicionan a
favorecer la absorción y modificación de los nutrientes, para un adecuado
desarrollo físico. Favorecen a la maduración de células digestivas, participa
en el desarrollo del reconocimiento de estructuras potencialmente nocivas,
regula la respuesta inflamatoria e
induce al sistema de inmunidad a una diferenciación adecuada. A futuro, define
la predisposición para el desarrollo de enfermedades inflamatorias digestivas,
alérgicas, autoinmunes, sobrepeso, obesidad y sus consecuencias secundarias.
En la piel, otro
tipo de población microbiana se desarrolla y por condiciones particulares
anormales, puede relacionarse con problemas inflamatorios crónicos como la dermatitis
atópica. De su integridad y funcionalidad normal, tiene como resultado notorio,
la dificultad para que gérmenes dañinos puedan lesionar la piel e invadir los
tejidos.
En el sistema
respiratorio la variación microbiana establece un sistema adicional a los
mecanismos de defensa local, al sintetizar sustancias que inhiben la proliferación
y la capacidad invasiva de los gérmenes dañinos. La influencia particular de un
tipo de microbios, puede predisponer a los niños a sufrir infecciones virales
recurrentes en etapa temprana; o bien, de problemas alérgicos como el asma en
su vida futura.
En todos los
sitios en donde se encuentra presente la microbiota, por su relación que
establecen entre ellos mismos y con el ser humano, hay certeza de su influencia
para modificar la expresión de los genes, que de forma natural se encuentran en
las células humanas. Así la evolución de las especies por su ambiente que lo
rodea, se define desde sus fundamentos genéticos, por la participación de todas
las estructuras microscópicas con las células humanas en cada uno de sus sitios
anatómicos.
En el ser
humano, no se ha podido establecer si algunas partículas microscópicas ya
pueden establecer influencia alguna desde la etapa fetal, a través de alguna colonización
de la placenta, por lo que hasta ahora se puede considerar que el feto puede no
tener presencia alguna de microbios o genes que modifiquen su evolución.
El ser humano
durante toda su evolución histórica se ha visto influido por el ambiente que lo
rodea, estimula y modifica para permitir sus condiciones actuales. Se entiende
en consecuencia, que la interacción con los microorganismos de manera natural
desde el nacimiento y la alimentación natural con leche humana, pueden
favorecer al desarrollo de una microbiota natural que permite las adaptaciones
futuras de forma más apropiada.
Desde el momento
previo al parto, la madre modifica su población bacteriana vaginal para
proporcionar al niño durante su nacimiento, gérmenes que le permitirán madurar
a su sistema digestivo y facilitar la absorción de los nutrientes de la leche
humana, además de interactuar los genes de las células de leche humana con
estas bacterias, para producir efectos adicionales específicos.
Al momento del
nacimiento, la población microbiana que se pone en contacto con el recién
nacido, invade todas sus estructuras corporales, proporcionando variedades
normales para su desarrollo futuro. Al paso del tiempo, la modificación de la
microbiota intestinal se influye por el momento y tipo de alimentos que empieza
el niño a consumir, y por las cosas que constantemente chupa el niño de su
ambiente externo, durante los primeros tres años de vida, en los que terminará
contando con la mayor parte de las colonias que predominarán durante su vida
adulta.
A nivel mundial,
se han relacionado situaciones diferentes a las condiciones biológicas, que
cambian en gran medida la población microscópica en los últimos años, que se
pueden relacionar con la existencia de patologías especiales, como: alergias,
cáncer, autoinmunes, obesidad, emocionales y otras. Si tomamos en cuenta que se
ha dado un repunte mayor a la realización de cesáreas, partos en agua,
adhesivos de identificación en el pecho, lavados gástricos, alimentación con
fórmulas industriales, inicio variado de alimentos diferentes a la leche,
alimentos industrializados, fertilizante, insecticidas y antibióticos,
antiácidos, antisépticos, por mencionar los más significativos.
A fin de
reestablecer los gérmenes naturales en algún tejido, se promueven ahora
concentrados especiales (probióticos) para modificar algunas respuestas
alteradas, o bien el empleo de sustancias (prebióticos) que los ayuden a su
desarrollo y función.
La microbiota y el microbioma, son ahora un campo muy interesante de investigación por lo que significan para el desarrollo de la vida futura entre la salud y la enfermedad. Las investigaciones aportan ahora resultados atractivos, donde nuestros genes se modifican por la influencia de alguna partícula microscópica a partir de estructuras bacterianas, virales o mutaciones por fagos, para condicionar en ocasiones situaciones de ventaja y en otras de posible daño.
La microbiota y el microbioma, son ahora un campo muy interesante de investigación por lo que significan para el desarrollo de la vida futura entre la salud y la enfermedad. Las investigaciones aportan ahora resultados atractivos, donde nuestros genes se modifican por la influencia de alguna partícula microscópica a partir de estructuras bacterianas, virales o mutaciones por fagos, para condicionar en ocasiones situaciones de ventaja y en otras de posible daño.
Por el
significado que tiene para el futuro del ser humano, se está tratando de
favorecer en los últimos años el desarrollo de la microbiota más original,
procurando favorecer al parto natural y el contacto materno piel a piel
temprano, evitar empleo de soluciones bactericidas y antisépticas en el aseo
diario de los niños, revalorar el inicio de otros alimentos diferentes a la
leche humana en el momento adecuado, permitir el chupeteo de objetos
relativamente sucios en su exploración del ambiente en los primeros meses; y
por parte de los médicos que atienden a estos niños en sus primeros años de
vida, evitar el empleo de antibióticos de forma injustificada, además de
promover la lactancia materna prolongada… el tiempo nos está mostrando algunos
resultados preocupantes, que nos deben hacer reflexionar para poder modificar el
futuro de nuestros niños…