La palabra, hace
referencia a toda alteración de la piel que aparece de forma súbita, como signo
de una alteración que afecta a diferentes órganos y sistemas. Se puede
presentar en diferentes edades del ser humano.
La mayoría de
estas enfermedades se presentan durante la infancia, debido al contacto que
llegan a tener los microorganismos en etapas tempranas de la vida del ser
humano. Posterior a su evolución, la mayoría condicionan formación de
anticuerpos específicos, que protegen de las recurrencias que se puedan
presentar en otros momentos de la vida, por lo que el cuadro no vuelve a
repetir, a pesar de volverse a exponer el individuo con el agente que la
genera.
La mayor parte
de los exantemas de la infancia son producidos por microorganismos; y de estos,
existen una gran variedad de virus que entre sus manifestaciones sistémicas pueden
generar los cambios en la piel, en formas muy variadas, ante la reacción
inflamatoria específica que tienen los elementos dérmicos.
Pero no
solamente los virus, bacterias y hongos son capaces de producir alteraciones en
la piel. Las alteraciones de la piel con aparición súbita, también pueden ser
originados a partir de la reacción a un medicamento o sustancia ingerida
especial, enfermedades inflamatorias (con algunos de sus elementos), o en
reacción a algunos componentes del sistema de defensas (inmunológico) y en
raras ocasiones como evento asociado a la aplicación de alguna vacuna en
particular.
En su curso, la
mayor parte de esas enfermedades tiene una evolución auto limitada en tiempo
variable sin dejar alguna secuela o daño significativo. También en la mayoría
de las ocasiones, están condicionadas por causas frecuentes y periódicas, que
por sus características en su desarrollo y afección a una gran parte de la
población, permiten identificarlas de manera fácil.
La situación
contraria a la referencia anterior, constituye un problema para los familiares
y el médico que es responsable de la valoración, ya que en ocasiones los
cuadros son generados por infecciones o agentes poco habituales, que producen
alteraciones no tan fácil de identificar y generan la incertidumbre en su
evolución, a la expectativa de un posible daño potencial en su evolución posterior.
Como las más
comunes, al paso del tiempo se han ido conociendo algunas enfermedades
exantemáticas de aparición frecuente, siendo clasificadas según una cifra
numérica en seis cuadros clínicos diferentes. La primera y segunda, se refieren
a la escarlatina y el sarampión, sin especificar en forma concreta a cual le
toca en especial el privilegio de ser reconocida como primera enfermedad. La
tercera enfermedad corresponde a la rubéola, la cuarta es una enfermedad
causada por una toxina de una bacteria (estafilococo) llamada enfermedad de la
piel escaldada; la quinta, es el eritema infeccioso y la sexta corresponde a la
roséola infantil o exantema súbito.
De ese grupo
primario, por el empleo de la vacunación masiva en especial, y de los controles
eficientes de los casos aislados se han limitado varias, y en fase de
erradicación en nuestro país: al sarampión. En cambio, se han ido describiendo
diferentes tipos de enfermedades que se asocian con alteraciones súbitas en la
piel, que han dejado de ser limitadas a las primeras seis enfermedades, a un
número mucho mayor que ya no permite identificarlas por la secuencia numérica
inicial. De forma posible en nuestro medio, se pueden señalar varicela, dengue,
borreliosis, mononucleosis infecciosa, cocksakie, parvovirus, norovirus,
sífilis, tifoidea, etc.
Por los reportes
regionales, se puede señalar que algunas enfermedades exantemáticas son más
características o propias de algunas situaciones geográficas en particular, por
las condiciones ambientales y/o de los vectores que permiten su transmisión de
los agentes infecciosos específicos. En esas comunidades habrá descripción de
un número mayor de personas afectadas que compartirán signos muy similares.
Cuando algún niño desarrolla un exantema poco habitual, el dato de asistencia a
lugares previos, puede orientar a la causa y naturaleza de su enfermedad, por
lo que es muy importante recordar siempre, los sitios previos a donde haya
estado el paciente durante las últimas seis semanas en general; y de ser
posible, en forma preventiva conocer los tipos de exantemas o enfermedades a
los que cualquiera se puede exponer al acudir a una comunidad diferente.
La mayoría de
las enfermedades exantemáticas de origen infeccioso, tienen un comportamiento
similar en el desarrollo de su cuadro. El microorganismo causal ya sea virus,
bacteria u hongo es inoculado al huésped de forma directa a través de
secreciones corporales o por medio de vectores, alcanzando en primer lugar los
tejidos del sistema respiratorio o digestivo superior (inoculación y periodo de
incubación), donde son filtrados al sistema linfático, logrando reproducirse
(multiplicación y viremia) y pasar a la circulación sanguínea para distribuirse
a toda la economía corporal causando alteraciones variadas, pero en particular
en su diseminación a la piel (periodo exantemático), generan diferente tipo de
respuestas inflamatorias para ser neutralizados o eliminados de forma
definitiva (periodo de resolución).
La mayoría
causan alteraciones vagas y generales cuando invade a la mucosa respiratoria o
digestiva superior, cuando se multiplica en sistema linfático, y cuando se
disemina a través de la sangre. En esta etapa, es común que sean confundidos
con cuadros gripales o alteraciones digestivas transitorias. Su cuadro en particular,
lo definen por las lesiones que llegan a ser específicas en su presentación al
final en la piel, teniendo mayor grado de dificultad su identificación, cuando
se trata de infecciones no muy frecuentes. Es importante considerar que en su
mecanismo de transmisión, debe justificar la suspensión temporal de actividades
escolares, cuando el niño tenga etapas tempranas, ya que es el periodo de mayor
contagio a los demás, para corroborar
luego por su evolución, el tratamiento y/o medidas preventivas más concretas.
Con esta acción se consigue disminuir el número de afectados y evitar su
diseminación.
Los niños o
personas que tengan deficiencia en sus condiciones generales, podrán manifestar
una evolución más prolongada o bien, complicaciones que puedan poner en riesgo
su vida. Se incluyen en esos grupos: recién nacidos, desnutridos, enfermos
crónicos, inmunodeprimidos, trasplantados, ancianos, embarazadas.
Entre las enfermedades
de tipo exantemático, algunas tienen mayor importancia en consideración de que
pueden en su evolución, incluir el fallecimiento del enfermo a corto plazo, o
dar origen a complicaciones y secuelas significativas, por lo que una
valoración temprana y adecuada será determinante para un buen pronóstico.
Desafortunadamente,
aun es común en nuestros tiempos enterarnos que un paciente antes de su
atención médica, ya le han realizado procedimientos empíricos, mágicos o
remedios caseros con la finalidad de suprimir sus manifestaciones, dando
oportunidad en primer lugar, a modificar posiblemente el aspecto afectado de la
piel y en forma secundaria, facilitando la agregación de complicaciones.
Cuando se trata
de un cuadro poco frecuente se requiere de un interrogatorio muy completo para
tener mayor información que nos facilite su sospecha; y además, serán
necesarios algunos estudios poco habituales para confirmar la enfermedad
considerada, pero una vez identificado el cuadro, la revisión de su
comportamiento epidemiológico y su respectiva notificación a los servicios de
salud, permitirán evitar que la enfermedad se extienda y afecte en primer lugar
a los integrantes de la familia, y en forma posterior a la sociedad en general.
Recuerde unas
manchitas no siempre se quitan solas… todas tienen una causa especial.
No hay comentarios:
Publicar un comentario