Se denomina
colecho a la práctica que promueve que los niños duerman en la misma cama de
sus padres. Se trata de una modalidad que también puede desarrollarse en camas
ubicadas de manera contigua, en cuna unida o cercana a la cama matrimonial.
En la historia
de la humanidad, ha sido de vital importancia el hecho que los niños duerman
acompañados de un adulto; y en particular, al lado de la madre. Bajo el
ambiente primitivo de animales salvajes y peligros diversos, la condición de un
niño solo o separado de su madre, representaría gran riesgo de su muerte; por
lo tanto, dormir acompañado ha contribuido a la seguridad y supervivencia de
los bebés, y de su propia tribu, ya que el llanto durante las noches podría
alertar a sus potenciales depredadores, que se evitaba al momento que la madre
de forma inmediata, callaba al bebé mientras lo alimentaba. El dormir junto a
un bebé, es tan antiguo como la historia de la humanidad.
A partir del
siglo pasado (1930), se empezó a considerar benéfico el hecho que los niños
durmieran en forma independiente, como signo distintivo de un "niño
bueno" y se consideró como una estimulación adecuada, para su desarrollo
durante la etapa de lactante. Por otra parte, la aparición de muerte súbita y
de posible sofocación, fueron justificantes para ir dejando la práctica de
dormir la madre acompañando a su bebé. Bajo esta tendencia hasta nuestros días,
se ha generado confusión sobre cuál puede ser la mejor medida, para adoptar en
la atención de los bebés durante sus primeros meses.
Quienes se
oponen a este tipo de atención a los hijos, consideran al colecho como un
factor mediante el cual se puede exponer a los niños al riesgo de asfixia; o
incluso, de poder aplastar al bebé con esta práctica, problemas de sueño en
edades mayores. Asocian también la formación de un apego emocional muy notorio
que en la vida futura del niño le causará alta dependencia a sus padres e
inseguridad. Por otra parte, afecta la relación de pareja al no proporcionar
naturalidad a la hora de tener intimidad.
Durante esta
práctica se argumenta también en contra, el hecho que en la medida que el niño
va creciendo, el sueño de los padres se puede establecer como intolerable ante
los movimientos bruscos que puede manifestar un niño, sufriendo patadas o
golpes con las manos o despertar en forma más frecuente ante sus movimientos
súbitos realizados por el niño durante su sueño; e incluso, con riesgo en
ocasiones de resultar con afecciones higiénicas, ante sus deficiencias en
control de sus esfínteres o infecciones intestinales.
Por su parte, el
argumento para establecer la medida a favor de su práctica habitual, establece
que desde millones de años, es un proceso natural y habitual en la atención y
protección de los bebés en los primeros meses de vida. Mientras se duerme el
niño con su madre, puede alcanzar niveles de sueño más profundos y calmados
para proporcionar una mejor recuperación orgánica y mejor liberación de
hormonas nocturnas. El sueño es de mayor profundidad y reparador tanto para los
adultos como para el bebé. Mientras se encuentra el bebé cercano a la madre, se
le puede atender de una forma más rápida, disminuyendo su nivel de angustia en
ambos, con mejor evolución en el futuro
para el desarrollo emocional del pequeño.
Con el colecho
se refuerza el vínculo emocional afectivo entre los padres y el niño, siendo el
sueño compartido un facilitador de una interacción familiar más profunda. En
especial este tipo de niños pueden identificarse en su vida futura con más
autoestima, auto control y seguridad en sí mismos, mayor nivel de optimismo y
grados de felicidad y con mejor tolerancia al estrés. La evolución del sueño
infantil, es más adecuada para disminuir su nivel de ansiedad y puede influir a
que no se presente la muerte súbita.
En cuanto a su
alimentación, se estimula el amamantamiento, ya que resulta más cómoda su
alimentación durante la noche. Ayuda a los niños a dormir más durante las
noches, por despertar con menor frecuencia cuando la duración de las comidas es
más corta, generando una mayor cantidad de sueño a lo largo de la noche. Ayuda
a dormirse más fácilmente, especialmente en los primeros meses y cuando se
despiertan a la mitad de la noche. Se armonizan el sueño de la mamá y del bebé.
Ayuda a los
padres que están separados de su bebé durante el transcurso del día, a
recuperar su cercanía y contacto que perdieron en ese periodo de tiempo.
A su favor
justifica proporcionar los cuidados elementales e inmediatos a los bebés en sus
primeros meses o años de vida. Es una condición muy habitual en muchos países,
con extensiones en edad del menor hasta los diez años, sin que pueda
determinarse un límite específico. Puede ser practicado solo por la madre o
ambos padres.
Para los niños
con el colecho -también aparte de las condiciones emocionales-, les evita en
apariencia problemas para el sueño, duermen por más tiempo, no tardan en
conciliar el sueño y tienen tendencia a despertar, menos veces en el transcurso
de la noche.
Así con
argumentos variados, en donde unos lo justifican y otros lo desaprueban, es
posible que los padres tengan sus inquietudes naturales, sobre cuál puede ser
la actitud más adecuada a considerar. Ante esta incertidumbre, de preferencia
es conveniente llenarse de la información más apropiada y pedir la asesoría
profesional correspondiente para poder tomar una decisión personal, que se
adecúe a las condiciones de los padres; y en especial, que tome en cuenta la
seguridad y el desarrollo futuro de los bebés.
Por la condición
de presentarse la muerte súbita del lactante vinculado con el colecho, se ha
distinguido como antecedentes, que: la muerte tuvo relación con el giro que
puede producir alguno que comparte la cama con el niño. Sobre o contra el bebé
durante el sueño y que más del 75% de las muertes incluyen a bebes menores de
tres meses.
Como medidas de
seguridad, se hacen recomendaciones ante la decisión especial de cada pareja,
sobre el colecho o no que lleguen a establecer: El colchón debe ser firme,
evitar colchones de agua, y de preferencia deberá de estar bien pegado a la
pared para evitar espacios en donde se pueda colar el niño. Algunas cunas
especiales (de colecho), deben quedar a la altura de la cama y no permitir
espacios para que el niño se deslice o pueda caer al piso. No usar almohadas
para el bebé, ni dejar muñecos o algún ningún objeto cerca de él que le pueda sofocar.
Colocar al bebé siempre a dormir boca arriba. Evitar fumar en la habitación ya
que una mínima inhalación es de riesgo. Evitar quedarse dormido con un bebé en
un sofá, por tener espacio muy pequeño que pueda facilitar su sofocación.
Mantener la habitación con ventilación adecuada y al niño sin abrigar en
exceso. El bebé deberá dormir entre ambos padres para facilitar su alimentación
y generar la costumbre para el padre. Evitar existencia en la cama de listones
o cordones de pijama, para que no se enrolle el niño. Cundo el niño ya tenga
mayor motilidad, deberá de contar con el espacio suficiente y se podrá colocar
barras laterales, para evitar los golpes al adulto y las caídas. No colocar al bebé en una zona de la cama
donde pueda quedar atrapado entre el colchón y la pared, o en alguna zona dónde
se pueda caer y quedar atrapado, no dormir con niños mayores y/o mascotas.
Son
contra indicaciones para el colecho: contar con padres fumadores, consumo de
alcohol, existencia de obesidad y con antecedente de consumo de medicamentos.
La decisión de
practicar el colecho por parte de cada pareja, debe ser de común acuerdo, tanto
si se decide practicarlo como si no se desea, pero es muy importante en
especial, que ambos tengan una información profesional amplia y adecuada, de lo
que significa el desarrollo y seguridad de su bebé. Por otra parte, de acuerdo
a la decisión elegida, su práctica no deberá justificar la crítica a otras
personas, que libremente han tomado otra decisión. Se pueden tomar los
beneficios del colecho, pero minimizando los riesgos asociados a la conducta de
dejar dormir solos a los niños. Cada elección debe ser personal y responsable…
no hay soluciones universales, hay ideas con adaptación variable que pueden ser
solución a diversas dudas o
preocupaciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario