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Espina bífida

Es un defecto que se encuentra presente desde el nacimiento, que se manifiesta cuando en la columna no se forma de manera adecuada, las partes espinosas de las vértebras. Como consecuencia, la médula vertebral y sus nervios contenidos quedan expuestos al exterior, con daño en su integridad.
El concepto de espina bífida hace referencia a la condición que establece que alguna estructura se encuentra abierta en dos partes laterales. El defecto se presenta al final del primer mes del embarazo, que es cuando la estructura vertebral se tiene que cerrar de forma normal, pero al tener un defecto en el cierre, se genera interrupción en las conexiones de las raíces nerviosas que ahí se encuentran contenidas.
En ocasiones, el defecto es evidente al momento del nacimiento al apreciar que en la parte baja de la espalda, por arriba de la cadera, se encuentra la ausencia de piel y la apertura deja expuesto una bolsa que contiene a los nervios o ellos se encuentran dañados con ausencia a su recorrido inferior. En otras ocasiones, el defecto no es tan evidente al nacimiento, por tener sobre el defecto de la columna la presencia de la piel en aparente integridad.
Dependiendo de la severidad del defecto y en el lugar donde se encuentra la alteración en la integridad de las raíces nerviosas, las manifestaciones pueden ser variadas en su expresión, llegando a condicionar en extremo de los casos desde sensaciones anormales (como adormecimientos), pérdida del control de la función de la contención urinaria o del intestino, e incluso hasta parálisis de las extremidades. Estos niños con el defecto abierto en su columna, requieren en su tratamiento la realización de una operación especial para cerrar el defecto que puede establecer una vía de entrada a alguna infección que puede desarrollarse en el sistema nervioso, que puede incluir hasta el cerebro.
Una de las principales causas para desarrollar esta alteración, corresponde a la deficiencia de una vitamina conocida como ácido fólico que durante la etapa inicial del embarazo no se encontraba en cantidad adecuada en la madre. Esta vitamina durante el embarazo, desempeña un papel importante para la estimulación de las células en su crecimiento y desarrollo, así como en la formación de los diferentes tejidos. La condición de tener disminuida esa vitamina o estar ausente en la alimentación de la madre en forma previa y al inicio del embarazo puede incrementar el riesgo de desarrollar alteraciones de la columna o bien otros defectos de la columna vertebral.
Cuando la madre tiene una cantidad suficiente o consume en forma previa y durante el inicio del embarazo, una cantidad adecuada de ácido fólico y desarrolla de todas formas este defecto, las causas relacionadas para producir el defecto quedan desconocidas como factores adicionales que pueden establecerla. Algunas evidencias sugieren que los factores de herencia en los genes para el desarrollo de la espina abierta, no tienen relación familiar para desarrollarla de forma concreta.
La presencia de alguna fiebre durante el embarazo, puede incrementar el riesgo para una madre de llegar a tener un niño con columna abierta, al parecer más relacionado con la asociación de algún tipo particular de infección materna padecida, que afecta de forma temprana el desarrollo normal. También se consideran como de riesgo elevado, aquellas madres que consumen como tratamiento para la epilepsia, productos que contienen el ácido valproico como principio activo.
Existen dos tipos de alteración de este defecto: la forma abierta y la forma oculta, siendo de mayor dificultad para su identificación la última por no poderse identificar al nacimiento de forma evidente y solo con algunos datos superficiales y alteraciones variadas se podrá considerar su presencia, y en general, en edades mayores al momento del nacimiento.
En la forma oculta se podrá considerar su presencia cuando se note encima de la región afectada una especie de parche de cabello, alguna depresión en la continuidad de la piel, alguna mancha mayor de intensidad de lo habitual, en la región central por arriba de las caderas. Por dentro, las raíces nerviosas se encontrarán adheridas a los tejidos inferiores y no se harán evidentes en la región superficial. La mayoría de los niños con espina bífida oculta puede ser que no tengan muchas alteraciones por la continuidad aun presente en las raíces nerviosas, y su identificación se podrá llevar a cabo con alguna radiografía que la haga evidente, al tomarse por otra justificación.
A su vez, la espina bífida abierta puede incluir a dos tipos de alteración particular. La primera de ellas se le refiere como meningocele cuando en el interior de la bolsa que se protruye sobre el defecto del cierre o de la superficie de la piel, se nota un aumento de volumen que contiene a las capas que envuelven al tejido nervioso, que se conocen como meninges. Esta protrusión de tejido meníngeo que sale del agujero vertebral, permite que en su interior se acumule líquido cerebral, lo cual le confiere el aspecto redondo y en consistencia suave, que se puede presentar en forma visible en alguna parte media de la cabeza, cuello, espalda o cintura. Su tamaño puede variar desde el aspecto como uva hasta el tamaño compatible a un naranja o mayor. Generalmente siempre está cubierto por una capa de piel normal. Los niños con este defecto pueden tener problemas de salud si los nervios alrededor de la columna se encuentran alterados y condicionan alteraciones en la función corporal de sus raíces involucradas. Estas alteraciones pueden expresarse como problemas de movimiento en algunos grupos de músculos (parálisis) que pueden puede ser variable de expresión. Algunos niños pueden tener manifestaciones de hiperactividad si algunos nervios que ayudan al aprendizaje de algunas destrezas, se encuentran alterados.
El otro defecto se le conoce como mielomeningocele, que es la forma más severa de la espina abierta. Se presenta cuando tanto las capas meníngeas como el extremo inferior de la médula espinal, protruyen a través del defecto de la columna, formando un gran saco lleno de líquido que sobresale en la espalda de un niño. En ocasiones, al momento del nacimiento el saco se rompe y deja expuesto el tejido como un defecto evidente. Un recién nacido con este tipo de defecto, tiene en forma más común problemas de parálisis de afección muscular, de alteraciones de las funciones de control urinario o digestivo, o defectos en posturas de las extremidades.
Cada vez que algún niño tiene defecto en el cierre de la columna, es posible que también se asocie con aumento de volumen de la cabeza (hidrocefalia), ante la dificultad en la circulación del líquido que debería de correr hacia abajo y no se continua, generando una mayor presión dentro del cerebro.
Para evitar el desarrollo de esta alteración es importante el consumo de ácido fólico antes y durante el embarazo, bajo la supervisión médica. Con la finalidad de detectarlo, se harán los estudios de ultrasonido para anticiparse al momento del nacimiento para elegir la mejor vía que no lo dañe más y de preferencia, realizar el procedimiento de cierre de forma adecuada para evitar complicaciones, seguido de medidas de rehabilitación para permitir el desarrollo de habilidades que permitan superar esta limitación al desarrollo del niño. En el extremo de las condiciones con afección a la marcha del niño, se tendrá que considerar siempre que el defecto no limita el grado de inteligencia y su educación académica será similar a cualquier otro niño que no tenga esta alteración.