Mostrando entradas con la etiqueta VARICOCELE. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta VARICOCELE. Mostrar todas las entradas

Varicocele

Corresponde a la alteración que sufren los vasos venosos que drenan la sangre de los testículos, originando deformidad en su volumen y trayectoria, causando la presencia de una masa escrotal con sensación “como si fuera una bolsa de gusanos”; y en otras ocasiones, solo percibido como un notorio cambio en el tamaño comparativo de los testículos. Es una alteración que sin tratamiento, es causa de infertilidad masculina.
Los varicoceles generalmente se manifiestan durante la adolescencia; y en ocasiones raras, se presenta en edades mayores. Lamentablemente la mayoría de los varicoceles no causan síntomas importantes; en otras ocasiones, los adolescentes no proporcionan la información de sus alteraciones por pena, pero en forma básica, las alteraciones son a base de dolor testicular o cambios en el tamaño de los testículos.
De manera natural, se debe señalar que los testículos no son precisamente simétricos. Generalmente el del lado izquierdo, se encuentra colocado en una parte más baja y con un tamaño apenas perceptible menor que el derecho. Esta condición se establece desde el desarrollo embrionario, al momento de generarse las vísceras abdominales, ir rotando de forma secuencial, hasta quedar en sus posiciones normales. Las venas de cada testículo se conectan en sitios diferentes, teniendo una conexión más alta el lado izquierdo, lo cual puede ser un factor particular, para establecer que ese testículo sea el más frecuentemente afectado por el varicocele.
El varicocele es similar a la alteración que se puede presentar en el trayecto venoso de las extremidades conocidas como várices. Se produce dilatación y deformidad del trayecto venoso por alteración en el control del flujo sanguíneo, causando un acúmulo mayor que -en la región testicular, por tener muchas comunicaciones vasculares- dará la impresión de sentir al tacto, los vasos sanguíneos como gusanos amontonados.
El efecto secundario de esta deficiencia circulatoria en consecuencia, produce: un aumento de la temperatura testicular y escrotal, disminuye el aporte de oxígeno a los tejidos testiculares, e incrementa la concentración de residuos o desechos renales u hormonales sanguíneos por el flujo lento venoso. Todas estas alteraciones, modifican la calidad y cantidad de los espermatozoides que se producen en el interior de los testículos, siendo una causa de infertilidad potencialmente corregible.
Los varicoceles se citan como una de las causas principales de infertilidad masculina adulta, detectándose hasta en el 35% de los adultos con infertilidad primaria. Algunos estudios han observado que los varicoceles en los adolescentes, se encuentran con mayor frecuencia: en niños normales y con bajo peso, que en niños obesos.
De forma muy rara, el varicocele se puede presentar antes que se presenten los cambios de la pubertad. En la población adolescente, su  presentación inicial ocurre durante la pubertad, con incidencia en los adolescentes de 13 años, igual que en los adultos (15%).  Sin embargo, debido a que la mayoría de los varicoceles en los adolescentes son asintomáticos, la verdadera incidencia es probablemente mayor.
La causa de esta condición no está bien definida, pero se toma mucho en consideración sus características anatómicas particulares. Pueden estar ausentes las válvulas venosas (várices) del trayecto vascular, lo que favorece a la acumulación del flujo sanguíneo. El flujo izquierdo drena en la parte superior en ángulo recto, y además es más largo que el derecho (8-10 cm), lo que puede disminuir la velocidad de flujo sanguíneo. El lado derecho también puede resultar afectado como manifestación bilateral; pero en forma única, en general es con menor frecuencia. No tiene relación el comentario, que algunos familiares dicen: que su aparición es debida a algún esfuerzo físico excesivo.
Lamentablemente, la mayoría de los adolescentes con varicoceles no refieren alteraciones. Ante la incertidumbre de esta posibilidad,  el padre o el familiar responsable podrán revisar en posición de pie, la bolsa escrotal para tratar de identificar cambio de tamaño evidente o la existencia de venas distendidas, que pueden encontrarse en la parte lateral de las bolsas escrotales. Si existe diferencia de tamaño evidente, el testículo afectado es el que tiene menor tamaño, por la atrofia que ya ha experimentado al no contar con tratamiento previo.
Con sospecha o duda sobre la existencia de esta alteración, se llevará al adolescente a la valoración por el médico, en donde además de la inspección, el médico se encargará de palpar cuidadosamente el escroto, durante el examen físico completo y erguido. Un varicocele pequeño puede sentirse como un cordón engrosado; pero cuando la alteración venosa es mucho más extensa, se puede sentir como una bolsa de gusanos. Se podrán realizar otros procedimientos de exploración especiales, para comprobar su comportamiento y/o descartar algunas posibles causas de tipo obstructivo.
Como dato adicional puede ser referido en ocasiones, una sensación de malestar o incomodidad escrotal, que sin evidencia especial de engrosamiento vascular o alteración del tamaño testicular, podrán justificar la realización de estudio por ultrasonido, en donde se podrán identificar alteraciones más concretas, que puedan hasta establecer una categoría particular de acuerdo a clasificaciones relacionadas.
Estudios específicos de sangre, en general no son tan adecuados para una valoración adicional; a reserva quizás, del estudio en las características de los espermatozoides, cuando la alteración se presenta afectando el tamaño testicular.
La mayoría de los varicoceles no necesitan un tratamiento especial. Un varicocele generalmente es inofensivo y lo más probable es que no afecte la capacidad de un hombre de engendrar un hijo más adelante en la vida.
Pero si hay dolor e inflamación, el médico puede recetar un medicamento para aliviarlo. Si el varicocele causa molestias o dolor, el usar una ropa interior ajustada (como calzoncillos) o una correa deportiva para brindar apoyo, puede aliviarlo.
Cada caso se maneja individualmente, con una discusión entre el paciente, los padres y el médico con respecto a los riesgos de la intervención; y el posible impacto, en la fertilidad futura.
Si el médico cree que el tamaño del testículo se está viendo afectado por el varicocele; o si todavía hay dolor y el apoyo no ayuda, se puede recomendar un tipo de cirugía especial. El retraso del crecimiento testicular del lado afectado, es la indicación relativa más frecuente para la reparación del varicocele en adolescentes; la preocupación, es: que los pacientes con varicocele y retraso del crecimiento testicular a esa edad, puedan manifestar una fertilidad deteriorada en la edad adulta. Este procedimiento quirúrgico, lo lleva a cabo de preferencia el urólogo pediatra, un médico que se especializa en problemas urinarios y genitales; o en su ausencia, el cirujano pediatra.
Las pautas que pueden definir la intervención quirúrgica, pueden incluir: cambio de volumen testicular hasta un 20% del normal (por ultrasonido), varicocele bilateral, dolor intenso y persistente, cambio de consistencia testicular, alteraciones en el estudio del semen. En caso de no existir estos factores, la cirugía puede diferirse pero las valoraciones periódicas, no deberán de pasar intervalos mayores de seis meses a fin de comprobar la evolución del paciente.
El procedimiento generalmente se realiza de forma ambulatoria (lo que significa que no hay necesidad de una estadía hospitalaria durante la noche). El paciente generalmente recibe anestesia general o local. Luego, el médico simplemente ata la vena afectada para redirigir el flujo de sangre a otras venas normales. Pacientes con antecedentes de cirugía de hernia del mismo lado o enfermedades adicionales, pueden tener otras alternativas.

Ante la duda que el adolescente no identifique las alteraciones o la calla, es recomendable acompañarlo a una evaluación específica para descartar esta patología…