Este concepto se
aplica a la investigación realizada por el médico, que tiene por finalidad
determinar el estado de salud o posible enfermedad, que guarda un niño dentro
del vientre materno ó incluso el riesgo antes de concebirlo.
En su
metodología se incluye un interrogatorio previo, acerca de los antecedentes de
enfermedades, que han llegado a padecer los familiares por ambas partes de los
padres. Algunas enfermedades hereditarias o genéticas, guardan mecanismos de
transmisión particular, y permiten considerar la posibilidad que un niño pueda
tener predisposición para poder desarrollar durante el embarazo; y por la
información aportada, se pueden establecer pruebas específicas antes o durante
la gestación para corroborar o descartarla.
Los antecedentes
de problemas durante el embarazo, abortos o malformaciones en productos previos,
muy frecuentemente pueden orientar hacia alteraciones generadas por influencia
del ambiente o por infecciones especiales, que podrán permitir realizar pruebas
particulares y tratamientos selectivos para evitar su recurrencia.
Algunas
malformaciones presentes en hermanos, o familiares cercanos del futuro bebé,
podrán hacer considerar el riesgo de recurrencia en el embarazo siguiente y
justifica también una valoración particular.
El diagnostico
prenatal proporciona su utilidad, al permitir asegurar que la evolución de la
gestación se realizará de forma normal; y por otra parte, puede identificar
riesgos para el desarrollo de alguna enfermedad futura, o bien confirmar la
presencia de una alteración ya existente durante el embarazo.
Una vez que el
médico realiza el interrogatorio, y considera la posibilidad de alguna
alteración que pueda afectar la salud del bebé, puede contar con una variedad
de técnicas para confirmarla o descartarla. Estas técnicas pueden ser invasivas
o no invasivas, y se podrán aplicar en periodos específicos antes y durante el
embarazo para su mayor utilidad.
Entre las
pruebas a realizar se cuentan con estudios de ultrasonido, estudios de sangre
de la madre, y en forma invasiva: toma de muestras de tejidos dentro de la
cavidad materna guiadas por ultrasonido.
De las
anteriores referidas, el estudio de ultrasonido es el menos agresivo para la
madre y el bebé, y es el que se practica en la mayoría de las atenciones de
control del embarazo, con la particularidad que las imágenes no cambian, son
reflejo de lo que pueden captar el equipo en el interior, y solo los
conocimientos y la capacidad de analizarlas por parte del médico que las visualiza,
son las que marcan la diferencia en su mejor interpretación.
Es habitual, que
el médico encargado de la atención de la madre durante la gestación, sea un
médico general o de forma más selectiva en ocasiones, un ginecólogo. Ellos, en
la mayoría de las ocasiones, se preocupan en particular de ir revisando las
condiciones generales, que indiquen que el desarrollo del embarazo transcurre
de forma normal.
La mayoría de
los padres al acudir a esta valoración de control del embarazo, tienen muchas
esperanzas de recibir la información anticipada que el estado de salud del bebé
sea normal, y ante su interrogante, la respuesta del médico no puede ser muy
categórica al tener en un principio imágenes pequeñas y mal definidas, de las
cuales en la mayoría de las ocasiones, no tienen experiencia en interpretar por
no conocer mucho de las características anatómicas a esta edad; ante lo cual,
lo más honesto es solicitar un seguimiento de condiciones particulares del bebé
por el especialista en imagen de ultrasonido fetal. Deberá contarse con la
opinión y seguimiento del radiólogo especializado en ultrasonido y de ser
posible en imagen fetal.
No tenemos aun
la cultura para buscar como padres, al equipo médico que nos pueda orientar sobre la salud del
niño, y en la mayoría de las ocasiones durante el embarazo, solo acuden a
realizar revisión periódica con el ginecólogo que en ocasiones con fines más
comerciales que éticos promueve hasta la filmación en sistemas de video de las
características del niño dentro del vientre materno. Se ofrece calidad de
imagen en tercera dimensión en donde fácilmente los padres por la resolución
del estudio podrán distinguir los rasgos faciales del niño como si fuera una
fotografía, y en lo que promueven como ultrasonido en cuarta dimensión, se
podrán filmar los movimientos que hace el niño en el interior.
Lo anterior, no
deja de ser emocionante además de permitir conocer el sexo de forma anticipada
al nacimiento, pero la verdadera utilidad de la tercera y cuarta dimensión no
se está aplicando en la búsqueda de las alteraciones de forma intencionada como
lo podrá solamente hacer el especialista en esos estudios de imagen.
La participación
del pediatra, será tratar de encontrar factores de riesgo que puedan afectar a
la salud del producto, de preferencia antes que se conciba, o bien si ya está
en curso un embarazo, señalar los estudios que puedan ser más apropiados para
confirmar o descartar una enfermedad. Como especialistas más específicos se
cuentan a los neonatólogos y el perinatólogo.
En ocasiones, la
deficiencia en la revisión de esquemas de vacunación en la madre simplemente
puede ser la diferencia para establecer la salud de un hijo para el resto de su
vida, o bien, evitarla mediante la vacunación necesaria.
En otras, la
existencia de alguna enfermedad en la madre de tipo infeccioso y contagioso,
puede ser disminuido en riesgo de afectar al niño, si se llevan a cabo estudios
y tratamientos antes, durante y posterior al nacimiento como ejemplo la varicela
que puede causar la muerte en el niño o el virus de la inmunodeficiencia que
puede contagiarse o evitarse al nacimiento de un niño.
Participa en el
mismo equipo de diagnostico prenatal, el especialista en genética que puede
establecer riesgos de alguna enfermedad hereditaria antes de concebirse al
bebé, y durante el embarazo estudios específicos genéticos para identificar a
una enfermedad que en caso de ser muy significativa podría justificar su
interrupción.
El laboratorio
clínico tiene su lugar significativo al realizar estudios que por su
sensibilidad y especificidad serán significativos en la interpretación de sus
resultados.
Los sub especialistas de
pediatría tendrán su participación al confirmarse la afección del bebé durante
el embarazo para poder ofrecer atención antes del nacimiento como los cirujanos
pediatras que en algunas enfermedades pueden operar al niño antes de nacer para
corregir defectos importantes y que puedan amenazar su vida al nacimiento como
las hernias dentro del pecho que pueden limitar el crecimiento del pulmón, pero
al ser intervenidas durante el embarazo, el niño tendrá un mejor pronostico al
nacer, y otros especialistas que podrán empezar a estudiar y tratar de forma
muy temprana al niño antes que se vayan generando complicaciones o se tenga una
evolución mortal muy rápida posterior al nacimiento.
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