La adolescencia
es uno de los períodos más importantes de la vida humana. Es una etapa del
individuo en la que se producen intensos cambios biológicos, psicológicos y
sociales, que tienen repercusión en el sistema de relaciones que asumen con el
mundo que le rodea y consigo mismo.
El intervalo de
edades que abarca este período puede variar de un autor a otro, pero por lo
general se enmarca entre los 11 o 12 años de edad hasta los 18 o 20 años.
Período que se ha subdividido en dos etapas: la “adolescencia temprana” coincidente
con el período de la secundaria básica y la “adolescencia tardía” que se
corresponde con la educación media superior.
Las necesidades
del adolescente están condicionadas por los cambios corporales y funcionales, e
incluyen a lograr: sus máximas aspiraciones, la búsqueda de independencia, de
autodeterminación y el reconocimiento social.
Durante el
desarrollo de la adolescencia, se considera que existen tres niveles de
regulación de la personalidad que actúan de manera integrada y sistémica en
toda la vida del sujeto: el nivel de regulación concreta que se define con las
leyes y normas presentes en una sociedad, el nivel de regulación reflexiva
donde la educación y valores familiares pueden establecer limitaciones y
actitudes específicas; y la tercera
condición, la de autorregulación donde el mismo individuo limita sus actitudes
y comportamiento en base al aprendizaje de las otras dos regulaciones.
La capacidad
para la reflexión se estabiliza a partir de los 7 – 8 años, y permanece
inalterada para el resto de la vida del individuo. Existen diferencias propias
de cada niño, en cuanto a su estilo de respuesta que se mantienen estables en
el tiempo, pero también se observa un aumento de la tendencia a la reflexión
con la edad.
Opuesta a la
condición reflexiva, se encuentra la impulsividad que forma parte del gran
abanico de conductas previsibles en el desarrollo del niño. Es una conducta de
expresión variable a diferentes edades que se va regulando al paso del tiempo
con la interacción de la mentalidad del individuo y su participación con el
ambiente social. De forma normal al paso del tiempo, la impulsividad normal del
niño, da forma posterior a la condición reflexiva del adolescente y más tarde
adecuada del adulto.
Los actos
impulsivos son aquellos que se realizan sin reflexionar, a consecuencia de una
imperativa y arrolladora necesidad limitadora de la libertad, por lo que no es
raro notar que el adolescente que se siente en ocasiones muy restringido o
limitado en su vida personal, pueda desarrollar actos impulsivos para
identificarse con un grupo humano especial o incluso demostrar algún tipo de
poder o habilidad superior a sus semejantes, para percibir admiración y respeto
por los demás.
Generalmente al
faltar todo control de auto-reflexión (recapacitación), no se ven o no se
tienen en cuenta los efectos de dichos actos. La persona que realiza el acto
impulsivo no puede inhibirlo voluntariamente o bien es incapaz de oponerse al
impulso.
El deseo de
hacerse famoso de forma rápida, la búsqueda de nuevas sensaciones, la
curiosidad, el lograr un grado de aceptación dentro de un entorno social y
muchas otras circunstancias, son el pretexto suficiente para que los individuos (no solo los jóvenes),
opten por realizar actos de forma impulsiva que copian de modelos ancestrales o
de forma más actualizada, mediante referencias de medios sociales o vivencias
manifiestas en canales de video como YouTube.
Este medio
globalizado de poder difundir situaciones divertidas, ritualistas, peligrosas,
novedosas, y algunas increíbles, son fuente de inspiración natural para que
algunos niños o adolescentes en su deficiencia de control de impulso o
reflexiva, se vean expuestos a tratar de imitarlos, con resultados que pueden
traer daño a la integridad de su organismo, o incluso riesgo a su propia
vida.
Estos actos se
han incrementado en esta época, donde la tecnología y el acceso a ella son
mucho más fácil y prácticamente a cualquier edad. Se ha hecho famosa la red de
videos YouTube en Internet, donde los jóvenes suben los videos que ellos mismos
se graban, repitiendo los actos para identificarse con otros grupos a nivel
internacional, tratando de alcanzar altos rating de visitas que lo hacen
sentirse más populares, con tendencia de expansión de tipo viral, por su
multiplicación en otros lugares del mundo. Se promueven de forma especial como:
retos y en esta ocasión describimos solo dos ejemplos donde el estado de salud
de las personas involucradas puede quedar dañado.
En el llamado
“Air Duster” se emplea frascos de aire comprimido para limpieza de equipos de cómputo.
De estos el más popular es el Mega Duster, que tiene una mezcla de químicos y
solventes que la hacen una sustancia muy “volátil” y que al inhalarla, hace
sentir una sensación de velocidad y vértigo. La sensación que dura pocos
minutos, es causada porque los químicos inhalados del aire comprimido, se
absorben rápidamente a través de los pulmones y llegan a la sangre, donde son
distribuidos al cerebro y segundos después de la inhalación, la persona
experimenta la intoxicación, con desmayos y otros efectos parecidos a los
producidos por el alcohol: balbuceo, inhabilidad para coordinar movimientos,
arritmias cardiacas, alucinaciones, euforia, delirios y aturdimiento. En
algunos países como México y Estados Unidos el empleo de esta sustancia ha
producido la muerte de cientos de jóvenes.
Otro es conocido
como: “Reto canela”, que consiste en: retar a la persona a ingerir una
cucharada de canela molida en 60 segundos, sin tomar ningún tipo de líquidos.
Este polvo, se caracteriza químicamente por ser fibras de celulosa resistentes
a la disolución en medio líquido; y por tanto, al intentar tragarlo no se
mezcla con la cantidad insuficiente de saliva disponible en la boca, y al
momento de efectuar la respiración es capaz de llevar el polvo a las vías
respiratorias, generando de forma instintiva accesos de tos intensos, para
eliminar el riesgo potencial que incluye: que una mínima cantidad que se
introduzca a la glotis, pueda causar cierre de las cuerdas vocales, sensación
de ahogamiento y/o asfixia. En la mayoría de las ocasiones, los accesos
explosivos de tos con liberación del polvo de canela, no causan daño adicional;
pero en otras, hay inflamación pulmonar química y en personas sensibles: crisis
asmáticas. Si se estimula el cierre de cuerdas vocales, puede haber asfixia y/o
muerte. Al momento el video tiene registradas más de tres millones de visitas
(desde el 2011), y se han agregado otras filmaciones adicionales donde cada una
de ellas rebasan la mayoría las cien mil visitas.
No es raro que
en el sitio de ese tipo de videos, se puedan encontrar enlaces para otro tipo
de retos, en donde la mayoría de las ocasiones los personajes corresponden a
adolescentes, y en una condición de identidad, es fácil que se motive a este
grupo de la sociedad, a tratar de demostrar a los demás y ellos mismos, de
poder lograr superar estas pruebas. Procure hablar con sus hijos -sin importar
su edad-, a fin de darles una autoestima mayor, que evite que se expongan a
estos riesgos de su salud.
Este medio de
información representa un contraste variado, ya que no todo el material es
dañino, y tampoco todo el material es aceptable. Conviene de preferencia para su abordaje, contar de
forma previa con una condición reflexiva adecuada para considerar su contenido.
Por lo que invitamos a los padres a informarse más y acercarse a sus hijos. Recuerden
que las prácticas imitadas aparentemente inofensivas, pueden costar desde daños
leves hasta la vida de nuestros hijos.
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