Internet


Ya es posible considerar que la televisión como medio masivo de comunicación, ha dejado de tener una influencia primaria en la generación actual de niños y jóvenes que la han desplazado por el uso de internet. En forma adicional, también se debe tomar en cuenta que internet constituye una excelente herramienta de comunicación educativa y productiva que permite a los niños y jóvenes aprender, investigar y actualizar conocimientos de manera global cuando se emplea regulada para estos fines. Por otra parte, como medio de comunicación con familiares y amigos, además de distracción, cumple también en forma eficiente, pero su abuso puede degenerar en empleo inadecuado que puede amenazar la interacción más frecuente con su realidad
Estudios estadísticos en diferentes países muestran proporciones variables del empleo de internet en los menores de edad. Entre menores de edad que hacen uso del internet, la mitad lo emplean por lo menos cinco horas a la semana y el resto lo ocupan por más tiempo. En forma lamentable variaciones entre el 75-85% de los padres, ignoran las condiciones a emplear para hacer que sus hijos lo puedan utilizar de forma segura.  En cuanto a los usos de internet se establece entre la población menor de edad, que cerca del 10% lo emplean para obtener información relacionada con su educación y el 90% restante como entretenimiento, con variaciones diferentes para: conversar (chatear), para jugar, ver vídeos y para buscar y/o descargar música.
El internet se vuelve un medio de comunicación de riesgo para los menores, al considerarse con un alto grado de comunicación anónima, por la invisibilidad virtual que le permite a quienes lo usan, poder eliminar su inhibición de conducta facilitando así: acciones irracionales y con falta de responsabilidad. Constituye para algunos la plataforma para poder exhibirse ante otros, procurando distinguirse por comportamientos especiales, con intención de ser considerados con actitudes de novedad a fin de ganar simpatía e identidad en algo, con el potencial grupo humano detrás de la pantalla de internet, en muchas ocasiones con acciones absurdas, bromas pesadas, retos especiales, auto agresiones corporales y grupos potenciales suicidas.
Dentro de internet, cada servicio que se emplea puede tener riesgos diferentes. En las páginas Web pueden tener acceso a páginas de contenido para adultos con material sexual explícito, actividades antisociales, comportamientos poco aceptables, violencia, juegos adictivos. En blogs hay información periódica de tipo personal. Con el chat las conversaciones pueden exponer al individuo a mensajes de texto de contenido sexual “sexting” y el acoso cibernético. Los servicios de mensajería instantánea pueden ser aprovechados para tomar el control de la cámara de vídeo y poder tener acceso al hogar o medio donde se encuentra el equipo. El correo electrónico puede ser una vía para invasión de virus cibernéticos y acoso, además de posibles citas con personas desconocidas. En los foros se pueden encontrar con personas incapaces de tener un adecuado intercambio de ideas y pueden notar conductas agresivas o ser acosados, con riesgo de modificar su autoestima.  En las páginas de video pueden hallarse pornografía, juegos y retos que atentan a la integridad corporal o la misma vida, por exhibir y motivar de forma llamativa el riesgo para los adolescentes.
Los adolescentes es natural que tengan su margen natural de curiosidad sexual, que motiva a su búsqueda secundaria sin mayores consecuencias, pero el problema se causa cuando tiene fácil acceso a contenidos sexuales de diferentes tendencias y su exposición puede generar repercusiones negativas en el comportamiento sexual. Puede dar origen a manifestaciones erróneas y en muchas ocasiones distorsiones en la comprensión de una verdadera sexualidad sana. Su abuso en explorar estas páginas para obtener una condición placentera puede generar adicción y es conveniente luego tener asesoría psicológica para corregir el comportamiento al modificarse el funcionamiento social, psicológico y emocional, siendo un factor de riesgo, para: el inicio de vida sexual en etapa temprana, embarazo en adolescentes, conductas sexuales aberrantes y/o adquisición de enfermedades. Se sacrifican actividades como el deporte, juegos, convivencia con amigos o familiares provocando problemas de concentración, aislamiento y rendimiento escolar disminuido. Se desarrolla ansiedad y depresión cuando no tienen posibilidad de acceso y/o de continuidad. Los jóvenes más vulnerables son quienes tienen antecedentes de conflictos familiares, depresión, baja autoestima, maltrato infantil o violencia, timidez, búsqueda de atención o de afecto.  
El abuso y la corrupción de menores se desarrolla a partir de los depredadores en línea que cubren su identidad, edad, estado civil, sexo o aspecto para obtener de jóvenes con baja autoestima que buscan la aprobación de sus amigos, o aquellos con conflictos familiares y también de quienes han sufrido decepciones amorosas, sus datos personales ofreciendo en forma inicial comprensión e identificación en sus problemas previos, atención, amabilidad, afecto e incluso regalos, solicitando luego mantener esta relación en secreto para luego involucrarlos en actividades ilícitas como exhibición pornográfica, modificación de valores sociales y citas con posibles pedófilos y pederastas.
A fin de evitar riesgos de los menores con el empleo de esta tecnología de internet, se proponen en diversos medios, algunas estrategias de seguridad para los padres y otras para los menores de edad.
De ser posible, para los padres se deberá establecer: el empleo de internet se tiene que regularizar por edad, sin permitir que los menores de dos años tengan contacto con este medio. De los dos a cinco años ofrecer máximo una hora diaria en total para programas infantiles o de motivación. A partir de los seis, máximo favorecer una hora dos veces por día y que aprendan a navegar en internet en compañía de sus padres o un adulto de confianza, haciendo esta actividad de tipo familiar por tiempo limitado. Conviene mucho que los padres se encuentren familiarizados con el uso de internet y las páginas que involucren riesgos. Colocar de preferencia el equipo de cómputo fuera de las recámaras personales y dejar en un área abierta que permita su supervisión frecuente. Enseñar el comportamiento responsable y ético en internet evitando molestar, amenazar o crear rumores. Instalar con asesoría apropiada filtros en el sistema de internet sin olvidar que esto no reemplaza la supervisión frecuente. Mientras sean menores, de preferencia emplear un correo electrónico familiar evitando que tengan su propia dirección, a fin de poder verificar los mensajes recibidos. Ofrecer información sobre sexualidad saludable y adecuada a la edad de los hijos. En púberes y adolescentes explicar sobre la pornografía e indicar sitios adecuados para su edad. Darle confianza para que informen si alguien los hace sentir incómodos o amenazados. Ante situación de riesgo establecer contacto con la policía o vigilancia cibernética.
Las estrategias de seguridad para los niños y adolescentes incluyen: no proporcionar los datos personales en el empleo de correo electrónico, chats o mensajerías. Solo se podrá dar información personal con la autorización de los padres. Evitar establecer citas con los supuestos “amigos o conocidos” de internet. No emplear internet para crear rumores o agredir en forma social a otros. No llenar registros de formularios de datos personales para concursos, promociones o regalos. No descargar programas, música o archivos sin permiso adecuado del familiar adulto para evitar virus de tipo espía o de daño. El empleo de salas o de chats es necesario que sea autorizado y vigilado por los padres. Suspender la comunicación con quien solicita demasiadas respuestas personales, fotos o envía material de contenido sexual y/o violento. Pedir ayuda a los padres si algo les hace sentir incómodos o amenazados en internet.
…considere siempre que la supervisión adecuada y diálogo constante genera confianza.

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