Para que un niño desarrolle su lenguaje de forma normal, es requisito que existan todos los elementos que intervienen, con una integridad anatómica elemental, y un funcionamiento de cada uno de ellos en condiciones aceptables.
Un primer punto a establecer al nacimiento y primeros meses de vida del niño, es comprobar la anatomía y funcionamiento de estas estructuras, para poder orientar a la estimulación y evaluación del desarrollo del lenguaje.
Estas son condiciones orgánicas elementales para el desarrollo de la voz en el ser humano, pero también es de considerar que participan otros factores fuera del cuerpo humano para estimular el desarrollo del lenguaje, y eso está condicionado por el ambiente en que se desarrolla el individuo que le podrá permitir desarrollar idiomas específicos.
Por el ambiente no solo se desarrolla el lenguaje ya que también asociado a la comunicación auditiva y verbal, el niño tendrá oportunidad de ir desarrollando la emisión de los sonidos, palabras, frases con la oportunidad de percibir al mismo tiempo afecto y atención de los padres, y así se dará cuenta que hablar es necesario para poder comunicar sus necesidades y deseos.
En la medida que el niño va creciendo, va teniendo adquisición de diferentes habilidades que hacen notorio su desarrollo de los diferentes sistemas. Dentro del desarrollo del lenguaje se podrán ir considerando etapas variadas para tener una secuencia de características normales, que iremos describiendo de forma progresiva.
En primer lugar, tenemos la etapa pre-lingüistica, considerada como etapa del nivel fónico o de sonidos puros, en donde se incluyen expresiones vocales y sonidos que realiza el bebé desde el llanto hasta los gorjeos y balbuceos en el primer año de vida. muy frecuente es que los familiares no la toman en cuenta y la consideran como parte de una actitud normal de los bebés sin poder recibir una estimulación adicional, pero es la etapa que permite formar las bases necesarias para la producción de los sonidos, sílabas y palabras en el futuro. El niño se da cuenta de los sonidos que genera y si la audición es adecuada también se podrá ir modulando su emisión de sonidos.
La etapa lingüística, ya es cuando empieza el niño a expresar las primeras palabras, ya no solo realizando emisiones de sonidos desordenadas, sino que empieza a expresar verbalmente a través de las palabras y frases los contenidos de su pensamiento, objetos e ideas que forma en su cabecita.
Entre los datos importantes a valorar a diferentes edades del niño, podemos ir señalando algunos de importancia para ir considerando el desarrollo como normal.
Durante el primer mes de vida, presta atención a los sonidos o gritos y se comunica a través del llanto, buscando satisfacción a sus necesidades.
A los dos meses ya produce ruidos o llanto diferenciado a las causas que los generan. En los tres meses emiten vocalizaciones y sonidos guturales como “ga, gu” y balbuceos con consonantes y vocales. A los cuatro meses tiene interés el niño hacia las personas y los objetos para atender a los sonidos o ruidos que se producen.
A los seis meses inicia ritmos de conversación por medio de sus balbuceos y emiten sonidos con mas vocales para formar las sílabas. A los ocho meses se origina el parloteo, dando pausas como para esperar alguna respuesta a sus conversaciones. Ya para los diez meses, responde a su nombre y empieza a considerar el significado de algunas limitaciones en particular la negación (no) que puede asociar con movimientos de la cabeza. Al año de edad, ya tiene capacidad de imitar palabras y entonación de los adultos, comprende órdenes sencillas y prohibiciones además de tener capacidad de poder emitir dos o tres palabras en promedio.
Al año y medio su nivel de comprensión mejora notablemente y empieza a pedir las cosas señalando los objetos y nombrando. Puede pronunciar en promedio diez palabras de forma adecuada y ya señala algunas partes de su cuerpo cuando se las nombran.
A los dos años se interesa por la comunicación verbal y expresa frases de dos a tres palabras, empleando algunos pronombres personales (mío, tu, yo).
A los tres años ya existe un incremento rápido del vocabulario y cada día aprenden mas palabras, su lenguaje es comprensible. El uso del lenguaje es mayor y lo utilizan para conversar con los demás o cuando está solo.
A los cuatro años ya tiene dominio de su lenguaje, desarrollando aun mas su vocabulario, utiliza verbos, artículos, pronombres y es la etapa caracterizada por preguntas constantes.
A los 5 años, hacen frases de 6 palabras y usan hasta dos mil palabras. Al iniciar la etapa escolar usan hasta seis mil palabras. Los adultos pueden usar 25000 palabras y reconocer hasta 50000.
La forma de poder establecer una estimulación en el desarrollo del lenguaje de los niños podrá incluir los siguientes puntos:
Háblele y comuníquese con su bebé, el empezará a conversar con usted por medio de balbuceos, sonidos y luego palabras.
Responda verbalmente y con mucho afecto a los sonidos producidos por el bebé.
Haga juegos de labio para que él lo imite, haga sonidos y soplos, imite y refuerce también los sonidos producidos por el bebé tratando de estimular la producción de palabras. Por ejemplo si dice “ma”, diga usted “ma”…. ¡mamá!”.
Ponga énfasis al vocalizar las sílabas o palabras, la articulación debe ser clara y lenta.
Enséñele canciones sencillas y cortas acompañadas de gestos y palmadas.
Enséñele cómo se llaman lo objetos que señala o interesan al niño.
Juegue a producir sonidos onomatopéyicos (sonidos de animales perro, gato, pato, etc.)
Muéstrele láminas, fotos, cuentos, para aumentar el vocabulario del niño.
No corrija al niño cuando no pronuncia adecuadamente los fonemas, evite decir “no así no se dice, es así…”, es suficiente con que lo escuche a usted pronunciar dicha palabra de la manera correcta y que intente hacerlo, poco a poco irá mejorando, no lo presione demasiado.
Incentívelo a comunicarse, a pedir las cosas a través de palabras o frases. No olvide felicitarlo y mostrarse contenta cuando logra hacerlo.
Esperamos en la siguiente ocasión, hacer referencia a las alteraciones del lenguaje.