Los niños que se
crían junto a mascotas muestran muchos beneficios. El desarrollar sentimientos
positivos hacia el animal puede contribuir a la autoestima y la autoconfianza
del niño. Las relaciones positivas con las mascotas pueden ayudar en el
desarrollo de relaciones de confianza en otros. Una buena relación con una
mascota puede también ayudar a desarrollar la comunicación no verbal, la
compasión y la empatía.
Las mascotas
pueden servir diferentes propósitos con los niños: son los recipientes
garantizados de los secretos y pensamientos privados; con frecuencia le hablan a sus mascotas, al
igual que lo hacen con sus animales de peluche; les pueden proveer lecciones
acerca de la vida: la reproducción, el nacimiento, las enfermedades, los accidentes,
la muerte y el duelo; ayudar a desarrollar un comportamiento responsable en los
niños que los cuidan; proveen un enlace
con la naturaleza; pueden enseñar al niño el respeto hacia otros seres
vivientes.
Además otras
necesidades físicas y
emocionales que se pueden satisfacer al hacerse dueño de una mascota pueden
incluir una mayor actividad física, sensación de bienestar al tocarlo,
desarrollo de sentimientos de amor,
lealtad y afecto; y también la experiencia con la pérdida, si un animal se
pierde o se muere.
Aunque la
mayoría de los niños son suaves y bien portados con las mascotas, algunos
pueden ser bruscos y hasta abusivos. Si tal comportamiento persiste, éste puede
ser una señal de problemas emocionales significativos. Cualquier niño que
abusa, tortura o mata animales debe de ser referido a un especialista de
conducta de niños y adolescentes para una evaluación comprensiva.
La participación
de los padres, la discusión abierta y la planificación son generalmente
necesarias para que el mantener una mascota sea una experiencia positiva para
todos. Un niño que aprende a cuidar de un animal y a tratarlo con cariño y con
paciencia adquiere un adiestramiento invaluable de aprendizaje en cuanto a
tratar a las personas de igual manera. Por el contrario, el tratamiento
inadecuado hacia los animales no es saludable tanto para el animal como para el
niño.
Mientras toda clase
de mascotas pueden brindarle placer a los niños, es importante que se escoja el
animal adecuado para su familia, su casa y su estilo de vida, y uno que el niño
pueda ayudar a cuidar. Los padres han de ser cautelosos de no tener animales
agresivos como mascotas. Recuerde que aún los animales domesticados y adiestrados
pueden ser agresivos. También los animales exóticos y poco
comunes pueden ser difíciles de cuidar y hay que tener mucho cuidado al
considerarlos.
De las
enfermedades relacionadas con mascotas, se encuentran la toxoplasmosis que es
transmitida por el gato a través de sus evacuaciones que pueden contaminarnos
de forma directa al cambiar su arenero, o aquellos alimentos que en los campos
de cultivo puedan estar expuestos a su contaminación directa. La enfermedad es
causa de abortos, malformaciones durante el embarazo y lesiones en algunos
órganos especiales cuando se adquiere en etapas diferentes al embarazo.
El perro puede
transmitir un tipo de parasito que puede afectar al humano formando quistes en
hígado o pulmones por contacto directo con sus evacuaciones o de forma
indirecta por consumo de agua, u otros objetos contaminados con heces de perros
parasitados. Otro parasito puede afectar con manifestaciones similares al asma
bronquial (toxacariasis); y a través de su orina, pueden eliminar un germen
(leptospira) que se puede introducir al contacto con la piel lesionada o mucosas y suele afectar la función del
hígado y causar fiebre prolongadas.
En relación con
las alergias, no se condiciona al contacto con el animal doméstico; la persona
o niño predispuesto ya tiene información heredada por familiares para tener una
respuesta exagerada al contacto con algunos compuestos particulares, y el
contacto o la inhalación de partículas de forma continua desarrolla
progresivamente las manifestaciones hasta el momento de generar alteraciones
respiratorias súbitas e importantes cuando la sensibilización ya se ha
establecido.
Por último
debemos de señalar que los niños muy pequeños (generalmente los menores de seis
años) pueden estar expuestos a sus mordeduras, ante su limitada capacidad para
poder escapar de la agresión de alguna mascota; y por su desarrollo físico son
frecuentes las heridas o mordidas.
Para evitar la
transmisión de las enfermedades se recomienda:
Siempre lávese bien las manos con agua y jabón después de jugar o de haber
atendido a los animales.
Ser cuidadoso con lo que comen o beben sus animales. Aliméntelos solamente
con comida para animales o cocine bien la carne antes de dársela a su mascota.
No le dé carne cruda o poco cocida. No permita que sus animales beban agua del
inodoro o que escarben en la basura. No permita que sus animales cacen o coman
el excremento de otros animales.
No toque a los animales que tienen diarrea. Si la diarrea dura más de uno o
dos días, lleve el animal a un veterinario. Pida al veterinario que determine
cuales son las infecciones que podrían haber causado la diarrea.
No lleve a su casa a un animal enfermo. No consiga una mascota que tenga
menos de seis meses de edad, especialmente si tiene diarrea. Si no está seguro
acerca de la salud del animal, pida a su veterinario que lo examine.
No toque a animales extraños pues podrían arañarlo o morderlo. Los animales
abandonados pueden ser portadores de muchas infecciones.
Nunca toque el excremento de ningún animal.
Cambie diariamente la arena higiénica de su gato y que no sea una mujer
embarazada., de preferencia use guantes de vinilo o goma y lávese las manos con
agua y jabón inmediatamente después de cambiar la arena.
Hágale cortar las uñas a su
gato a fin de que no pueda arañarle. Hable con su veterinario de otras maneras para
evitar los arañazos. Si sufre un arañazo o mordida, inmediatamente lave bien
las heridas con agua y jabón. No permita que su mascota le lama
la boca o cualquier corte o herida abierta que usted pueda tener. No bese a su mascota. Mantenga a su animal libre de pulgas. De
preferencia pida asesoría adecuada con su médico y protección adecuada también
con el veterinario.
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