Se considera a
una tos como crónica en niños, cuando el tiempo de su duración cumple más de
tres semanas de manifestarla en forma diaria. Obviamente, como manifestación
persistente debe ser motivo de interés para los familiares, identificar su
causa y proporcionar el tratamiento para su mejoría a la brevedad posible.
La tos como
componente funcional del sistema respiratorio, tiene como objetivo: facilitar
la movilización de secreciones cuando tienen incremento en su consistencia o
volumen; y también, con finalidad de expulsar o movilizar agentes químicos,
físicos y biológicos ajenos al sistema respiratorio.
En ocasiones, el
concepto de la cronicidad se ve confundido con la secuencia de cuadros
infecciosos que se agregan al paso del tiempo, pudiendo llegar a originar una
duración de síntomas respiratorios persistentes por más de tres semanas. Solo
la revisión del paciente durante las exacerbaciones podrá establecer esta
variante.
Durante
temporadas de clima frío, es natural la presencia de accesos de tos en los
niños cuando se exponen a respirar aire de esa temperatura por tiempo
prolongado. Al entrar aire frío en el sistema respiratorio, se disminuye y paraliza
los movimientos ciliares -prolongaciones celulares en forma de cabellos, que de
forma normal mueven las secreciones respiratorias en su superficie hacia su
eliminación-, causando entonces acumulación progresiva que es capaz de
estimular los accesos de tos. Por otra parte en forma adicional, los niños al
momento que realizan diferentes actividades recreativas, con la estimulación al
esfuerzo físico, promueven la producción de calor y en forma secundaria
liberación de líquidos corporales para regularizarlo, entre ellos además de la
sudoración, se incrementan las secreciones respiratorias. Ante esto, es
habitual que en niños que juegan y respiran aire frío, sean factibles de
manifestar accesos de tos en especial por las tardes y noches donde la
temperatura ambiental es menor, durante las temporadas de frío sin que necesariamente
padezcan alguna enfermedad respiratoria.
Para evitar este
tipo de manifestación, conviene en estas temporadas evitar que los niños
respiren aire frío por tiempo prolongado, cubrir de forma eficiente nariz y
boca con pasamontañas o bufandas, dar aporte suficiente de líquidos en
temperatura tibia a ligeramente caliente y de ser posible, evitar actividades
físicas intensas en especial por las tardes o noches.
La tos en el
sistema respiratorio, forma parte de la respuesta inflamatoria que limita el daño
que pueden producir agentes físicos, químicos o biológicos en su superficie. En
esta respuesta se liberan células para destruir al agente nocivo y se estimula
una mayor producción de moco, para atrapar y disolver al agente extraño
teniendo que emplear como complemento, el impulso enérgico de la tos para
desplazarlo a su eliminación de forma eficiente. Así debemos considerar
finalmente que bajo estas circunstancias la tos es un mecanismo de defensa que
ayuda a movilizar flemas y eliminar agentes invasores.
Cuando la
reacción inflamatoria es aguda, su tos también tendrá comportamiento agudo
pudiendo persistir luego de los 5 a 7 días que máximo, puede durar el proceso
infeccioso con tratamientos adecuados, manifestando persistencia de los accesos
de tos por una semana adicional, para permitir la eliminación de los residuos
celulares o tejidos de desecho, considerándose así la tos como un mecanismo
ahora de limpieza. Así podemos justificar como natural, a una tos con dos
semanas de duración de los procesos agudos, con frecuencia e intensidad en
tendencia progresiva a su disminución.
Cuando la tos
tiene una duración mayor de tres semanas, ya motiva inquietud entre padres y
médicos para definir su causa y establecer su tratamiento. Bajo esta condición,
se deberá establecer primero si la tos crónica se relaciona con otras
alteraciones evidentes durante su curso, para considerar el cuadro como de tipo
específico; que contrasta con la otra variante (inespecífica), donde solo la
tos es el único dato aislado que se menciona como anormalidad funcional y
posterior a la revisión completa del paciente, el médico no encuentra
anormalidades.
Por sus causas,
pueden existir alteraciones de origen respiratorio y extra respiratorio. En la
mayoría de las ocasiones, la tos que se asocia con flemas (húmeda) es de origen
respiratorio, mientras que la de carácter seco en su mayoría, son de origen
extra respiratorio. Todo cuadro de tos en niños de carácter húmedo, en la
mayoría de las ocasiones no elimina el moco generado (no productivas), por no
existir la coordinación apropiada para su expulsión, siendo deglutido este moco
al sistema digestivo que en su eliminación secundaria, modifica la consistencia
de la evacuación con moco presente, sin que esto involucre asociar un posible
cuadro diarreico.
Entre causas
respiratorias de tos crónica, existen: infecciones, alergias, asma, irritantes
químicos, cuerpos extraños, problemas metabólicos, anomalías congénitas y en
forma excepcional: algunos cánceres.
Como causas
extra respiratorias, se establecen: enfermedad por reflujo, malformaciones
congénitas, enfermedades cardiacas, tumores del mediastino, trastornos de
deglución, medicamentos y alteraciones emocionales.
En todas estas
alteraciones, es necesario realizar un interrogatorio a los familiares de forma
muy completa, seguido de una revisión amplia y el apoyo de estudios de
laboratorio y gabinete orientado a causas específicas para llegar al
diagnóstico final.
Entre las
infecciones se deberá de tomar en cuenta siempre la existencia de tosferina o
de enfermedades parecidas a ella, cuyo germen causal tiene la capacidad de
liberar una toxina que estimula los accesos de tos con duración promedio de
cien días. Otro tipo de infecciones que muchas veces no se considera, es la
presencia de tuberculosis, que habrá que investigar para poder recibir el
tratamiento específico que logra remitir el cuadro. A nivel bronquial pueden
existir infecciones bacterianas que a diferencia de la mayoría de las infecciones
virales, tienen una duración sintomática mayor.
Ante sospecha de
procesos alérgicos y asma, se podrá obtener el antecedente familiar positivo
que justificará valoración por el alergólogo a fin de identificar la causa
específica y poder desensibilizar al paciente.
Entre cuerpos
extraños la inhalación de semillas o piezas pequeñas de juguetes pueden
confundirse con cuadros asmáticos y su cuadro requiere valoración del neumólogo
pediatra. El cabello en el interior del oído puede ser una causa de tos crónica
también. Como enfermedad metabólica, la fibrosis quística condiciona
secreciones espesas en todo el cuerpo y se sospecha por inicio temprano de
enfermedades y desnutrición secundaria. Entre malformaciones respiratorias
puede considerarse una comunicación entre el esófago con la tráquea, que puede
manifestarse con tos aislada o asociar otros datos; de forma similar, pueden
comportarse las hernias diafragmáticas.
De las causas
extra respiratorias, es conveniente de preferencia que el médico general o
pediatra se apoye con sub especialistas a fin de poder evaluar y tratar de
forma apropiada al paciente, ya que esas alteraciones en la mayoría de las
ocasiones requieren de medicamentos o cirugías que deben ser consideradas por
personal experto.
Cuando se cuenta
con tos crónica, lo menos recomendable de llevar a cabo son los remedios
caseros con inhalación de sustancias químicas (frotadita que ayuda) o de
plantas en infusión, ya que producen irritación química en el pulmón o efectos
en otros sistemas. La tos solo cuando no tenga una causa definida o sea
secundaria a toxinas, podrá justificar el empleo de antitusígenos; en otras
formas, se debe recordar que es un medio de defensa que no debe bloquearse y requiere
favorecer a su función con medicamentos y orientación médica adecuada. El hecho
de esperar que desaparezca sola, puede condicionar que la enfermedad inicial evolucione
y se complique…
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