Desarrollo cerebral infantil
A
partir del nacimiento el cerebro de los bebés empiezan a recibir estímulos
variados por el ambiente y sus familiares cercanos. Este tipo de estímulos
actúan sobre condiciones funcionales evolutivas del cerebro para ir
perfeccionando o deteriorando su función. El conocer las características del
desarrollo cerebral, puede permitir a los padres en forma primaria llegar a
influir para estimular o inhibir el potencial de las funciones cerebrales.
Todos
los padres durante el proceso de maduración de sus hijos, se llegan a enfrentar
a diversos conflictos, que pueden ser cuestiones muy concretas y prácticas,
como el elegir entre regañar o tenerle paciencia al hijo; pero también pueden existir
cuestiones más complejas como inculcar valores personales, motivar autoestima y
desarrollar alternativas de solución ante diversas condiciones adversas. Lo
trascendental de estas decisiones a lo largo de la vida del niño, es que influyen
en sus diversos procesos cerebrales para establecer un particular progreso
funcional (maduración), que definirá sus capacidades potenciales futuras como
adulto. Hay padres que no se interesan en este proceso y simplemente dejan que
la maduración sea espontánea y otros tienen intención de influir de forma
específica para lograr un desarrollo máximo, pero sin conocimiento apropiado la
opción para conseguir el resultado será infructuoso.
El
cerebro del bebé para su desarrollo, requiere de elementos básicos para su
progresión como la integridad anatómica y funcional que depende en su
continuidad de nutrición apropiada a base leche materna por tiempo prolongado
(combinada en su momento con otros nutrientes). Como segundo factor se
establece la seguridad apropiada, evitando traumas físicos y emocionales. Un
tercer elemento es la influencia emocional por su pequeño ambiente (familia) y
el ambiente adicional (sociedad y ambiente físico) que le permitan ir
desarrollando su autoestima progresiva y como última condición, requiere finalmente
de libertad y confianza que le puedan ir permitiendo el desarrollo de talento
además de la satisfacción a los resultados de su exploración, juegos y/o
experimentos.
Elegir
programas como el de estimulación temprana podrá influir para adquirir
habilidades motoras en forma anticipada, pero no será determinante en las
funciones cerebrales superiores (inteligencia, emociones, capacidades).
Otro
error común suele considerar que la inteligencia del niño viene determinada en
un 50% por características genéticas y el resto se produce por la interacción
con sus compañeros y el ambiente donde se desarrolla. Esto no incluye la influencia
tan significativa de los elementos mencionados antes, que involucran: la
alimentación al seno, cuidados especiales por padres y/o familiares adicionales,
muy cargados de su influencia emocional e intelectual personal durante sus
primeros cinco años, en que el cerebro se desarrolla en su mayor capacidad.
Nuestro
cerebro representa la evolución máxima en todo el reino animal, pero en sus
componentes quedan estructuras de vidas más primitivas hasta la más compleja de
sublime creación. El primitivo o reptiliano ubicado en la parte inferior (del
cerebro) nos permite estar en alerta para la supervivencia. En sus funciones
elementales está la respiración, actividad cardíaca, sensación de hambre,
temperatura, sueño. En segundo nivel se ubica el cerebro emocional con estructuras
en ubicación intermedia. Tiene capacidad de distinguir sensaciones y emociones
agradables, como: alimentación, seguridad, confianza, cariño que generalmente
son buscadas; y detectar las desagradables: peligros, miedo, amenazas,
agresiones para huir de ellas o evitarlas. El último nivel de evolución es el
cerebro racional que se encuentra en la corteza del cerebro, permite al
individuo tener conciencia de sí mismo, comunicarse, razonar, analizar,
imaginar, crear y todas las demás funciones cerebrales superiores del ser
humano. Así en el desarrollo cerebral, a través de los años del niño, es
natural ir encontrando funciones a cada tipo de evolución. En el primer año,
por la influencia del cerebro primitivo exige satisfacer en forma mayoritaria
las sensaciones de hambre, frío o sueño, dando paso en forma progresiva al lado
emocional con necesidades especiales de amor y seguridad y a partir del tercer
año el cerebro racional cobra gran participación en la vida del niño.
La
habilidad de lograr funciones especializadas y definir conductas particulares,
se establece por la capacidad de las células cerebrales (neuronas) de poder
establecer la mayor cantidad de conexiones (sinapsis) con otras células. Cada
conexión suele representar un aprendizaje especial. Cada conexión se desarrolla
en tan solo dos segundos de cada experiencia que el niño experimenta durante
sus primeros años, así hay conexiones nuevas cada vez que le hablan a su hijo,
al besarlo, acariciarlo, observarlo simplemente. Con agresiones o déficit
emocional hay pérdida de conexión o deficiencias.
Las
estrategias afectivas a emplear establecerán calmar su molestia o satisfacer su
necesidad en funciones primitivas. Para las funciones emocionales, se deberá de
ayudar a conseguir lo que busca, conformarlo con lo que no pueda obtener y
darle seguridad, empatía y afecto. Para el cerebro racional habrá que ayudarlo
a pensar, concentrarse, recordar, imaginar, crear, experimentar, analizar y
probar ayudando a desarrollar su confianza a obtener resultados acertados o
equivocados de acuerdo a sus conclusiones. Es muy importante, mantener en el
niño la motivación adecuada para cada proceso. Nada se consigue mediante
obligación o conductas repetitivas o aburridas.
Ser
papá o mamá más que la responsabilidad que involucra, también es un privilegio
ya que al paso del tiempo, todo aquello a lo que se ha renunciado por la responsabilidad
de cuidar el desarrollo del hijo, tendrá su recompensa en la satisfacción de
apreciar el resultado logrado en su plenitud funcional. Lamentablemente la
mayoría de las sociedades no le conceden esa importancia a esta etapa de su
futura población adulta. Así es habitual que los padres omiten fácilmente la
estimulación emocional a sus hijos por cumplir con sus actividades laborales o
muy personales. Considere para su hijo que tan importante y significativo puede
representar que sus padres (o alguno de ellos) tenga oportunidad de jugar un
rato con ellos, una caricia antes de despedirse, que un saludo a la distancia;
o especialmente, compartir un momento de sus particulares emociones y/o la
lectura conjunta de algunos cuentos infantiles enfatizando las variadas
emociones ahí establecidas o descritas, para que ellos vayan teniendo identidad
y desarrollo emocional con el adulto y crezcan siempre imitando actitudes
positivas y con metas óptimas.
Son
los primeros seis años de vida, en los que se desarrolla el lenguaje, la
seguridad en uno mismo y el mundo que nos rodea, nuestra forma de aprender y
apreciar las explicaciones y conocimientos, que son básicos para permitir
resolver problemas y tomar decisiones adecuadas en el futuro. Es el momento que
se adquieren normas, valores, memoria, perspicacia, capacidad de afrontar los
problemas que se transmiten a través del lenguaje, juegos, gestos, emociones,
autoestima, ideales, imaginación y creatividad. Habrá de considerar el daño que
se genera al tener a un niño en estos años, bajo la influencia de videos o con
los cuidados de un familiar y/o persona, desvinculadas de participación emocional
positiva para el niño.
Se
requiere en los padres la habilidad adecuada para poder identificar las
manifestaciones correspondientes a la evolución cerebral, a fin de poder
beneficiar con estimulación adecuada que permita una mejor conexión neuronal,
señalando también que cada condición deficiente de estimulación o agresión,
inhibe el desarrollo de conexiones neuronales y deteriora el desarrollo
cerebral.
Relacionado
con tradiciones y costumbres regionales, se justifica en los niños mantener
personajes ideales de bondad, justicia o poderes para alimentar su desarrollo
emocional en valores y proyecciones futuras, en etapas tempranas de su vida…
conviva y dialogue en forma eficiente con todas las partes de su cerebro
infantil para lograr todo su potencial.
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