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Aspiración de meconio

 

El meconio es el material acumulado en los intestinos del feto, que está formado a partir del contenido no digerido que se va acumulando desde el cuarto mes del embarazo y está formado por el vello corporal fetal, secreciones intestinales, células desprendidas del intestino, moco y agua, a partir de la ingesta del líquido que rodea al producto.

De manera natural, este material se elimina dentro de las primeras doce a dieciocho horas después del nacimiento, con la estimulación de los movimientos iniciales a partir de la ingesta de leche y funciones digestivas de adaptación.

Mientras el feto tenga un flujo sanguíneo adecuado en el interior del vientre materno, todas sus funciones se mantienen estables. Cuando alguna condición altera el flujo sanguíneo y la entrega regular de los principales nutrientes en la circulación fetal, se desencadenan varios eventos para evitar daños orgánicos y se desarrollan consecuencias variadas, que establecerán la urgencia asociada para interrumpir el embarazo, a fin de evitar la muerte fetal.

Cuando el cerebro fetal empieza a tener disminución en su entrega de oxígeno, su actividad disminuye en las funciones que mantenía hasta ese momento, con intención de tratar de adaptarse a la deficiencia. Entre las múltiples deficiencias cerebrales, la función para mantener la fuerza muscular en diferentes partes corporales se deteriora y, en especial a nivel del esfínter anal, se establece su apertura espontanea (o también secundaria a la compresión de la columna vertebral) dejando salir el meconio contenido.  Ante la falta de oxigenación, se inician movimientos respiratorios dentro del vientre o al momento de nacer, con aspiración posible a las vías respiratorias. El contenido tendrá mayor fluidez cuando está combinado con el líquido de su alrededor, pero si existe alguna condición que ya haya eliminado el líquido alrededor del feto, el material aspirado será de una consistencia más espesa y tendrá un efecto más grave al sistema respiratorio por su dificultad para el desplazamiento y de bloqueo respiratorio.

El meconio es estéril y no contiene bacterias, que es el factor principal que lo diferencia de las heces. La cantidad es significativa a partir del material acumulado posterior a las 34 semanas del embarazo, por lo que esta condición afecta más frecuente a productos de gestación normal y es menos frecuente en prematuros.

La aspiración de este material a las vías respiratorias induce disminución a la entrada del oxígeno al nacimiento, a través de cuatro efectos pulmonares principales: obstrucción de las vías respiratorias, alteración de la sustancia (factor surfactante) que mantiene al tejido respiratorio más pequeño (alveolos) abierto, respuesta inflamatoria pulmonar como consecuencia química y, por efecto de un material que genera resistencia al flujo de la sangre a nivel pulmonar (hipertensión pulmonar). Como afección adicional puede predisponer a la infección por bacterias al tejido pulmonar, por disminuir los factores de control de desarrollo bacteriano.

La obstrucción del sistema respiratorio por el meconio puede dar origen a dos variantes. Cuando la obstrucción del tubo respiratorio es total, el tejido pulmonar distante no tendrá contenido de aire y tiene apariencia de un tejido colapsado (atelectasia) que será luego un tejido pulmonar que disminuye la captación total de oxígeno y un territorio donde la circulación sanguínea tendrá dificultad a su flujo normal. En la otra variante, el meconio obstruye de forma parcial al tubo respiratorio permitiendo la entrada del aire, pero sin permitir su expulsión similar por el taponamiento periódico de la secreción acumulada, generando en esa alternativa, la acumulación progresiva del aire en el tejido pulmonar (enfisema). Este aire atrapado puede romperse hacia la pleura (neumotórax) que colapsa al pulmón afectado; o bien, a la parte media (neumomediastino) o al pericardio (neumopericardio) que oprime la función cardiaca, ambas con riesgo mortal.

Los factores que influyen a la expulsión anormal de meconio incluyen los siguientes: hemorragia placentaria, hipertensión arterial materna, líquido amniótico disminuido, preeclampsia, consumo de tabaco y/o cocaína, infección materna, alteración del cordón umbilical y complicaciones a la salida del producto (presentación pélvica).

En su pronóstico, se establece que los niños afectados de esta alteración tendrán mayor predisposición a las infecciones respiratorias o, alguna enfermedad pulmonar crónica si el daño pulmonar es significativo. El déficit neurológico posterior está más relacionado con la deficiencia del oxígeno a nivel cerebral y no con la condición pulmonar. En condiciones de gravedad, su tasa de mortalidad a nivel hospitalario se considera en 25% pero en comunidades rurales el riesgo se llega hasta triplicar.

Para evitar la presentación de esta alteración, es necesario realizar una vigilancia adecuada de cualquier alteración cercana al final del embarazo; y en especial, durante el trabajo de parto. En forma preventiva, se deberá de interrumpir el embarazo cuando se documenten evidencias de falla en la reactividad del feto dentro del vientre materno mediante estudio de ultrasonido y/o por la evaluación de la actividad cardíaca fetal, para evitar la liberación anticipada del meconio y el inicio de los movimientos respiratorios.

Cuando las condiciones permiten notar que el bebé al nacimiento sale cubierto con líquido de color verde (meconio), el personal médico que asiste al bebé valora de forma precisa su respuesta al nacimiento por la manifestación de llanto, movimientos respiratorios, fuerza muscular, reactividad y actividad de su corazón para considerar el procedimiento más adecuado de atención respiratoria, a fin de extraer parte del material aspirado, asistir al inicio de sus movimientos respiratorios con ventilación externa y/o la aplicación de una cánula al interior de su sistema respiratorio, para proporcionar el tratamiento más útil que se adquiere mediante una capacitación específica. Ya quedó en el pasado, que a estos niños de forma rutinaria con el simple hecho de salir con líquido verde cubriendo su cuerpo, se les introducían diferentes objetos (perillas, sondas, tubos, etc.) con intención de extraer parte del líquido aspirado, luego de notar que es una maniobra que solo produce complicaciones y no proporciona beneficios. Ante una atención fortuita sin personal médico capacitado, se le debe sugerir a la persona que reciba al recién nacido con esta condición, que permita esperar la respuesta espontanea del bebé, proporcionando calor, secado y posición adecuada con extensión de su cuello, si se aprecia que exista llanto y/o movimientos respiratorios espontáneos, para enviar a la brevedad posible su atención hospitalaria correspondiente. En ausencia de respiración espontánea, la atención especializada es de extremada urgencia, realizando mientras solo estimulación corporal para el inicio de la respiración.  

Se reconoce el cuadro de aspiración del meconio, cuando inmediato al nacimiento del bebé con líquido verde, se le nota con dificultad a su respiración, movimientos respiratorios frecuentes, hundimiento de costillas, quejido, coloración morada en cara o extremidades, ruidos respiratorios anormales.

La atención para ofrecer en ambiente hospitalario considera las manifestaciones de las posibles complicaciones que pueda ir desarrollando de acuerdo con el tipo de material aspirado y su tiempo de evolución sin aporte adecuado de oxígeno, siendo necesario realizar estudios de imagen para comprobar su evolución, así como estudios de laboratorio de control, a su respuesta al tratamiento.

Esta condición puede establecer grave riesgo para el bebé con posibilidad de muerte incluso antes de su nacimiento. Es necesario que nunca los padres se confíen a la evolución del parto, ya que cualquier factor puede desestabilizar la condición normal. Conviene siempre en toda atención de parto, tener al médico especializado (pediatra o mejor neonatólogo) para el manejo adecuado de estas complicaciones, que requiere de capacitación práctica periódica avalada por comités especiales para su atención segura.