Son pilas
pequeñas de forma redondeada, que se utilizan en diferentes dispositivos de uso
común como: relojes, juguetes, controles remotos, calculadoras y otros aparatos
electrónicos de tamaño reducido. Estas pilas pequeñas y brillantes pueden
llamar la atención de bebés y niños pequeños, que se las pueden meter con gran
facilidad dentro de la boca, las orejas o de la nariz.
Si se tragan,
estas pilas pueden quedar atoradas en la garganta, provocando en forma súbita
manifestaciones de atragantamiento y/o asfixia por aspiración, en relación a su
bloqueo del sistema digestivo o respiratorio. En caso de no producir
obstrucción importante aguda, el daño se puede presentar en tiempo variable de
acuerdo a su potencial carga eléctrica que tenga, para poder causar por tiempo
de contacto, perforación o quemadura en
el tubo digestivo, provocando lesiones graves que pueden ser de riesgo vital al
cabo de dos a tres horas. Posterior al grado variable de quemadura en la
superficie, se pueden presentar estrechamientos que pueden generar a nivel del
esófago en especial, problemas para tragar alimentos sólidos.
Conviene establecer
algunos conceptos especiales, para tener la dimensión adecuada del riesgo que
representan estos dispositivos electrónicos.
La batería es un
dispositivo básico que puede generar energía eléctrica a partir de una fuente
química. Esta fuente química en la mayoría de las ocasiones, puede estar
constituida de uno o dos compartimientos, que conectados entre sí, son capaces
de liberar un flujo continuo de electrones (corriente eléctrica). Se encuentran
en forma previa con alguna medida de protección, pero al liberarse de su
empaque original se encuentra lista para emplearse. Existen dos tipos
especiales: recargable y no recargable, siendo ésta última la más
comercializada.
Son llamadas
baterías de botón o de celda las que tienen forma redondeada, con el diámetro
que es mayor a su altura. Los tamaños son variados con diámetros que van desde
los cinco milímetros hasta las de 4 cm. Su rango de voltaje generalmente
incluye rangos conocidos como 1 (1.4v) o rango 2 (voltaje 3.2v). Su
nomenclatura establece en sus componentes como electrodo negativo al Litio con
electrolito orgánico (C) que lo controla en su posibilidad de calentamiento o
de ignición. La siguiente letra hace referencia a su forma (R-redonda). Los dos primeros números definen su diámetro
en mm y los últimos dos números hacen referencia al espesor en décimas de mm.
Así las pilas de botón más comunes pueden tener como identificación: CR2032
Para la
aprobación de juguetes a emplear en niños menores de tres años de edad, que
contengan piezas pequeñas, se prueban sus componentes dentro de un cilindro
estándar (que simula las dimensiones de su garganta) para aprobar su uso,
siempre que sean mayores a un tamaño de 31.7 mm. Los objetos que se pueden
introducir en el cilindro estándar y no sobresalen de su interior, se
consideran de riesgo (menores de 31.7 mm) y son prohibidos para su empleo en
niños de esta edad. Las pilas de botón con tamaño mayor de 12mm de diámetro,
pueden quedar atrapadas en el esófago de esos niños en relación a unos
estrechamientos que existen por estructuras vecinas. Con un tamaño menor, las
pilas de botón pueden pasar al estómago y desplazarse por los intestinos,
considerando el posible daño en los lugares donde se mantenga inmovilizada.
Estudios
relacionados con la ingesta de este tipo de pilas, establecen que los niños las
obtienen en la mayoría de las ocasiones de forma directa a través del producto
que las contenía (62%), otros a partir de baterías sueltas o supuestamente
“perdidas” (30%) y el resto las extrajeron del paquete nuevo, siendo ellos los
que pueden tener mayor riesgo de lesiones en mucosa, por la capacidad completa
de carga eléctrica a diferencia de las que ya se encontraban en uso o ya habían
sido desechadas por falta de carga eléctrica.
Las baterías de
litio de 20mm fueron adquiridas de dispositivos variados: a partir del control
remoto (36%), juegos y juguetes (13%), relojes (8.5%), velas sin llama (para
pasteles o iluminación (7.5%) y el resto de otros productos que las contenían.
El riesgo para
que se presenten este tipo de accidentes está en relación inversa a la edad del
paciente. Cuando el niño sea de menor edad, el riesgo es mucho mayor.
Si un niño se
traga una pila de botón y esta queda atascada en su esófago, la pila puede
reaccionar con su saliva (activa el circuito) y provocar lesiones graves al
cabo de solo dos horas, mientras que la perforación se puede llevar las
siguientes cinco horas. Para considerar que la pila obstruye la vía
respiratoria, se establecerá al momento de notar en forma súbita que el niño
manifiesta accesos de tos seca, intensa, con cara de angustia, deseos de querer
respirar y sus manitas colocadas en el cuello.
Al sospechar de
bloqueo respiratorio, en forma inmediata se solicitará a otra persona que llame
a un servicio médico de urgencias. Mientras se note que el niño manifiesta tos
intensa y efectiva, se le mantendrá en posición vertical comprobando si con los
accesos se logra movilizar o expulsar la pila, sin intentar extraerla. En caso
que la tos y el esfuerzo respiratorio son muy débiles e insuficientes para
expulsar la pila, se podrá considerar que existe una obstrucción total o casi
completa; y bajo esta circunstancia, se deberá actuar en forma inmediata. Si la
pila se alcanza a ver en el interior de su boca, se puede efectuar con el dedo
una maniobra de gancho, introduciendo por la lateral de la boca y después con
movimiento de barrido se desplaza la pila desde su borde posterior hacia
afuera, de preferencia sin perder de vista a la pila. En caso que no sea
visible y el niño se note deprimido o desmayado, se toma al niño en posición
boca abajo, con apoyo del antebrazo del adulto, tomándolo con la mano sus
mejillas, extendiendo su cabeza y con la boca abierta con los dedos índice y pulgar,
con nivel de la cabeza más bajo que el tronco. Con esta postura, se golpeará
rápido y fuerte, cinco veces con el talón de la otra mano en la zona entre los
omóplatos (paletas). A continuación se voltea de su posición y se dan cinco
compresiones en su pecho con los dedos: índice y medio, en dirección hacia su
cabeza a la altura del espacio intermedio de los nódulos mamarios. Se repiten
estas secuencias hasta comprobar que el niño inicia su respiración o elimina la
batería.
Se sospecha que
la pila se haya ido a sistema digestivo, cuando manifieste salivación asociada
a llanto súbito. Se deberá considerar la posibilidad de la ingesta, si tiene
cerca el dispositivo donde haya tomado la batería, y no se encuentra(n)
alguna(s) para llevar de preferencia, a su revisión inmediata.
A fin de evitar
daños por estos productos, se pueden establecer algunas sugerencias: los
eventos adversos de salud infantil por esta ingesta pueden ser rápidos e
importantes, que incluyen lesiones significativas y la muerte, por lo que es
válido educar a la comunidad para que tengan la dimensión del problema y sus
consecuencias. Los fabricantes de los productos que emplean este tipo de
baterías, tienen por disposición reglamentaria, evitar el fácil acceso al
compartimiento, por lo que no se deberá de proporcionar medios para poder
acceder a las baterías a los niños pequeños; y comprobar que su cierre, se
realice siempre en forma completa. Todas las pilas de botón siempre se deberán
de mantener fuera del alcance de los niños; y al terminar su empleo deben ser
eliminadas en receptores especiales, para evitar riesgos con los niños en casa y control de medio ambiente. Ante
la sospecha de esta ingesta, no se deberá perder tiempo en acudir a un servicio
de urgencias para su evaluación y seguimiento. En la compra de estas baterías,
deberá de comprobarse que no es fácil su extracción y de ser posible,
asegurarla con empleo de cinta adhesiva. Póngase a gatas en todas y cada una de
las habitaciones, para verlas desde la perspectiva de un niño y encontrarlas
antes. Supervise el entorno de su hijo y corrija todo lo que podría ser
peligroso para él. Finalmente recuerde, que estar pendiente de los niños, es la
mejor forma de prevenir posibles accidentes…