La identidad
sexual, se refiere a la percepción que tiene una persona en sentirse en
concordancia entre su sexo biológico, rol de género y la orientación sexual.
Entendiendo por sexo biológico a las características anatómicas que se cuentan
desde el embarazo y al nacimiento para identificar al nuevo ser como femenino o
masculino. El rol de género hace referencia al comportamiento social, legal y
ambiental, que desempeña un individuo como mujeres u hombres, mientras que la
orientación sexual hace referencia al deseo sexual, que el individuo manifiesta
de forma habitual hacia el género diferente.
Esta identidad
sexual, viene establecida en forma genética desde la intimidad de los
cromosomas sexuales, que se seleccionan desde nuestros padres en la formación
de un nuevo ser, y solo a reserva de algunas excepciones patológicas viables,
en su mayoría los nuevos seres pueden ser identificados con cromosomas XX
(mujer) y XY (hombre).
A partir del
nacimiento, el nuevo ser es un organismo que potencialmente de acuerdo a la
influencia del ambiente y su estimulación particular, puede lograr condiciones
biológicas individuales. El proceso complejo del desarrollo, induce a ir
adquiriendo funciones más específicas e individuales, para definir a futuro al
nuevo ser. Es un continuo proceso de enseñanza y aprendizaje que por medio de
educación específica, conductas imitadas, y normas de la sociedad involucrada,
logran su maduración.
Existen
conductas y actitudes aprendidas de forma tradicional en cada familia, que se
transmiten en forma natural a las nuevas generaciones, para establecer roles
sociales aceptables para el grupo humano al que pertenecen. En la mayoría de
las ocasiones, los roles sexuales no tienen modificación al paso de muchos años,
en la medida que las prácticas y enseñanzas sean eficientes. No es de
extrañarse por tanto, que existan comunidades en donde el grupo familiar induce
a alguno(s) de sus hijos, a modificar su rol de género y su orientación sexual,
con prácticas que se inician desde edades muy tempranas, logrando al final conseguir
sus objetivos, sin que esta condición sea juzgada por el resto de su comunidad,
como algo anormal por ser algo tradicional.
En las
sociedades actuales, por influencia de la globalización de medios y por déficit
en la atención de los niños desde sus etapas iniciales para su educación,
además de mitos y tabús particulares de la sociedad, es una consecuencia que
existan pérdidas de roles de género; y en forma secundaria, preferencias
sexuales particulares.
La orientación
sexual es una práctica continua, que a diferencia de lo que muchos familiares y
profesionistas opinan, no debe quedar reservada a algunas sesiones académicas
por parte de los maestros o personal de salud, a edades variables de los niños.
Así, si el concepto de la orientación no lo tenemos definido, es muy posible
que su aplicación no sea eficiente y los resultados sobre los hijos sean solo
consecuencia.
Si ponemos
atención a la definición de salud que establece como “completo bienestar
físico, mental y social, y no solamente la ausencia de enfermedades” se
comprende que incluye también la condición sexual.
Por otra parte,
si atendemos que entre los diferentes objetivos de la atención especializada
para los niños (pediatría), se encuentra el poder ofrecer al individuo en
desarrollo, todos los factores favorables para la adquisición potencial de
todas sus capacidades físicas, sociales, emocionales e intelectuales, para
incorporarlo a una sociedad en la plenitud de sus funciones, procurando lograr
o rebasar las expectativas ideales de sus progenitores; y por otra parte en
condición de prevención: evitar situaciones que afecten al desarrollo físico,
psíquico o a la integración social del niño.
En forma práctica
desde los primeros días de vida del bebé, se comparte con los padres de familia
todas las recomendaciones, a fin de conseguir los objetivos anteriores. Vale la
pena preguntarse o preguntar a cada matrimonio, si la expectativa que tienen
con las posibilidades de desarrollo de su hijo, además de los logros sociales, físicos
o académicos en su futuro, incluye desarrollar una preferencia sexual
particular diferente.
De forma similar
al “merecido primer lugar de sobrepeso y obesidad infantil”, que refleja una
carencia adecuada de conocimientos y recomendaciones en el aspecto nutricional,
como deficiencia en la preparación académica y seguimiento de esta enfermedad;
así también, es posible que las pérdidas de identidad sexual, sean de
responsabilidad compartida, entre padres de familia y el médico que vigila el
desarrollo.
La educación y
orientación sexual para los padres, deberá iniciar desde el momento de la
concepción, para identificar el sexo que desean los padres en cada embarazo y
en base a su concordancia o discordancia, se deberá de empezar la labor
continua de identificación sexual. No es el mismo trato y lenguaje que deberá
de ofrecerse al bebé desde el vientre materno, y el aspecto emocional deberá
ser pleno a mostrar durante su primer año de vida. Es requisito que el
especialista conozca y enseñe a los padres las etapas de la sexualidad en el
niño, para dar la orientación adecuada que permita ir formando la personalidad
adulta y alcanzar una sexualidad madura. Incluyen en forma progresiva desde el
primer año de vida a los cinco años, las fases: oral, anal y fálica, que se
expresan en forma variada y deben ser supervisadas en su existencia y no
suprimirlas. La etapa de latencia de los seis a los once años, define roles
influidos por la familia y la sociedad, para llegar finalmente a la etapa
adolescente en donde se integran los antecedentes, para definir la preferencia sexual
y el desarrollo de género.
La sexualidad
durante su desarrollo, tiene varias manifestaciones que deberán explicarse y
orientar a los padres para verificar su comportamiento: relacionados con el género,
se identifican, admiran y aprenden, de aquellos que tienen similitud anatómica,
en su comportamiento de su edad o adultos. Vínculos afectivos, mediante la
forma cómo se expresan de sus juguetes, mascotas, amigos y familiares.
Relacionadas con la reproductividad, se interesan por conocer y experimentar
sensaciones de paternidad o maternidad en sus juegos, y se les debe permitir
que desarrollen los dos papeles para su aprendizaje. Relacionados con erotismo,
les permite percibir las diferentes sensaciones que no solo se originan de sus
estructuras genitales, ya que incluyen todos los órganos de los sentidos que en
etapas primarias, les permite identificar sensaciones relacionadas con su madre,
y posteriormente con personas u objetos, para diferenciar emociones que le
provoquen placer o disgusto. En etapa genital, la masturbación debe
considerarse como una condición normal en su desarrollo, ya que con ella
descubren, exploran y experimentan sensaciones corporales especiales, que solo
requiere establecer que se realicen en intimidad adecuada, condiciones de
higiene favorable y tiempo apropiado.
Existen muchos
mitos, tabús y creencias, que hacen que la familia no proporcione un desarrollo
sexual al niño de forma natural y adecuada, siendo lamentable que el
profesional de salud también, no tenga una capacitación adecuada. A nivel
social y familiar, pueden existir factores que influyan a modificar la
identificación de género y preferencias sexuales, que deberán ser advertidas a
tiempo por el especialista a fin de anticipar y prevenir conductas, que los
padres no quieran para sus hijos y de acuerdo a la eficiencia en su corrección,
se podrá evitar modificaciones emocionales.
Hasta el momento
no se ha demostrado que exista un gen particular para modificar el
comportamiento sexual del individuo. Se conoce con el término de plasticidad
cerebral, a la capacidad que tiene el cerebro para modificar alguna condición
innata, para modificar su expresión funcional y esto puede aplicar a quienes no
se les cuida su desarrollo sexual. Su comportamiento será respetado ante esta
deficiencia formativa. Si usted tiene interés en ser orientado sobre este
proceso, pida a su especialista las recomendaciones y sugerencias convenientes.
Si él no las conoce, el paidopsiquiatra puede ofrecer la mejor orientación anticipada…
Prevenir siempre será lo mejor.