En forma general
durante este periodo, los niños se caracterizan por comenzar a poner atención, iniciar
actividades espontáneas, son curiosos e inquietos por todo lo que les rodea,
por lo que preguntan y exploran de todo. La interacción con los familiares y
personajes de su ambiente, les condiciona tomar conductas de imitación, empezando
a moldear su personalidad y a definir sus propias maneras de pensar y actuar.
Cada uno de los
logros que el niño va alcanzando en diferentes momentos de su vida, se
establecen como marcadores del desarrollo, que de acuerdo al momento
cronológico que se consiguen, permite establecer la condición de normalidad o
alteración para supervisar sus diferentes capacidades en evolución. Estos
marcadores se definen principalmente a nivel del desarrollo intelectual,
control corporal (motor), lenguaje y la conducta personal y social. Se
describen a continuación los más representativos, así como sugerencias a
considerar para su estimulación a cada edad.
Dos años. El
desarrollo de su inteligencia le permite encontrar algunos objetos ocultos, organización
por colores o formas, juega con su imaginación incluyendo fantasías variadas
con realidad, realiza actividades con instrucciones de dos pasos, identifica
ilustraciones. En el desarrollo motor, puede subir escaleras, hace carreras en
velocidad progresiva, se puede parar de puntas, trepa en muebles, patea una
pelota, tirar pelotas por arriba de su cabeza, trazar líneas rectas y hacer
círculos, emplea una mano más que otra y construye torres de 4 cubos.
Su lenguaje le
permite el empleo de frases de dos a cuatro palabras, repite y aprende palabras
de forma rápida, sabe los nombres de familiares e identifica partes corporales
y además señala en ilustraciones los objetos que se le nombran. En el
desarrollo emocional y social, se entusiasma con actividades recreativas
grupales, incluye en su juego a otros niños, toma actitudes espontaneas y en
ocasiones de desafío.
Habrá motivo de
inquietud -para su valoración-, si en esta etapa del niño, se le nota que:
pierde equilibrio con frecuencia, no tiene capacidad de imitación de actos o de
palabras, su lenguaje es limitado a solo dos palabras, no puede emplear objetos
comunes, no sigue instrucciones o pierde habilidades que había desarrollado en
forma previa.
A fin de
estimular su desarrollo durante esta etapa, se recomienda: reservar tiempo
suficiente para lectura de libros o historietas, animarlo a desarrollar juegos
imaginarios, estimular su lenguaje sin tratar de obedecer sus señas, llevarlo a
pasear y conocer ambientes diferentes ofreciendo información apropiada.
Estimular su actividad física. Festejar sus logros y mostrar indiferencia ante
actitudes de berrinche; además, de canalizar sus frustraciones con alternativas
variadas de solución. Mostrar valores.
Tres años. El
desarrollo en su inteligencia le permite manipular palancas, botones y piezas
móviles, emplea la imaginación para jugar con animales, personas y juguetes,
hojea libros y es capaz de poder abrir frascos de roscas o puertas con manijas.
Entiende el concepto de dos y desarrolla el concepto de pertenencia. Sigue
instrucciones de 3 pasos. Su desarrollo motor le permite correr bien y poder
trepar, subir escaleras alternando los pies y pedalear,, saltar con los dos
pies juntos, toma bien el lápiz, copia círculo, arma rompecabezas de 3-4 piezas
y torres de más de seis.
En su lenguaje
desarrolla conceptos de lugar, utiliza verbos, emplea plural, sabe el nombre de
amigos y familiares, su lenguaje es claro y pueden entenderlo otras personas.
En el aspecto emocional y social, puede separarse de sus padres, demuestra
emociones, se preocupa por un amigo que llora, espera turnos en los juegos,
copia comportamiento de amigos y familiares. Respeta objetos que no son de su
propiedad. Se identifica en su sexo, nombre y edad con las actividades
relacionadas.
Son señales de
alteración en este periodo, cuando: no puede utilizar juguetes sencillos, armar
rompecabezas o apilar cubos de cuatro piezas. No entiende instrucciones
simples, caídas frecuentes o deficiencia al correr o alternar los pies al subir
escaleras, no emplea verbos en su lenguaje, no quiere jugar con otros niños y
tampoco emplea imaginación en sus juegos; también, si pierde habilidades que había adquirido
en forma previa.
La estimulación
en esta etapa incluye emplear imaginación en sus juegos, relacionar algunas
funciones que puedan efectuar algunos objetos, hacerles lecturas donde
comprendan su contenido, realizar tareas simples en la casa, convivir y
socializar con ambientes públicos y niños de su edad, explicar todas sus
preguntas con respuestas sencillas pero verídicas y no deformar su realidad.
Estimular su curiosidad y lenguaje con nuevas palabras. Emplear juguetes para
destrezas manuales o de imaginación como rompecabezas, carros, muñecas,
títeres, disfraces.
Cuatro años. Su
inteligencia le permite el concepto del tiempo, cantidad, igual o diferente,
inicia a copiar letras, representa la imagen corporal con dos o cuatro partes
corporales, puede anticipar secuencias en historias, recuerda partes del
cuento, participa en juegos de mesa y sabe usar tijeras. En su desarrollo
motor, puede brincar y mantenerse en un solo pie por dos segundos, puede
servirse alimentos y emplear utensilios, tomar la pelota después de rebotes. La
comunicación facilita el desarrollo de conteo y nombra colores, relata cuentos,
inicia el empleo de algunas reglas gramaticales y se nombra con apellidos
completos. En el desarrollo personal y social tiene más creatividad en su
imaginación, disfruta haciendo cosas nuevas, juega a los papás, le gusta jugar
más con otros niños que solo cooperando con ellos, en ocasiones confunden la
fantasía con la realidad y es capaz de describir lo que le interesa y gusta.
Se deberá considerar
con posible alteración a esta etapa, cuando: no pueda saltar, hacer garabatos,
tener dificultades gramaticales simples, no muestra interés por juegos de
interacción o de imaginación, ignora a otros niños o personas no familiares,
rehúsa vestirse o emplear el baño, no habla claro, no sigue instrucciones y
pierde habilidades.
La estimulación
debe continuar la motivación a la imaginación, lecturas variadas, juegos de
interacción, incremento de instrucciones y reglas en los juegos, tareas
sencillas de casa, valores y normas familiares, juegos manuales y respuestas
completas.
Cinco años. Por
su inteligencia tiene capacidad de formular preguntas de mayor respuesta (“por
qué...”), dibuja personas al menos con seis partes corporales, puede escribir
letras o números, copia figuras geométricas, conoce valores monetarios, puede
contar cifras mayores de diez. En su desarrollo motor puede saltar de lado,
controlar el equilibrio en algunos dispositivos, columpiarse, trepar y rodar.
Su lenguaje es claro, puede usar verbos en futuro y es capaz de contar
historias sencillas. En su desarrollo personal y social gusta de complacer a
las personas, hace imitaciones, muestra empatía y preocupación por otros, se
identifica en actividades y juegos de su sexo, colabora y puede ser exigente,
hace caso a las reglas y muestra mayor independencia.
Se puede
considerar alteraciones en niños de esta edad, cuando: tenga comportamientos
extremos (miedo, agresión, tristeza), se distrae fácilmente, no responde a las
personas, no participa en juegos, confunde la realidad con la fantasía, no
comunica sus actividades o experiencias diarias, no emplea modalidades del
tiempo, plurales o se identifica.
Para estimular
su desarrollo a esta edad, influye mucho su asistencia a guardería o escuela
para preescolares, donde se le puede estimular para incrementar su habilidad
numérica y lectura, hacerlo participar en la solución de problemas, practicar
trabajo en equipo, enseñarle a cuestionar y desarrollar la observación detallada, participar en actividades de equipo y formar figuras con materiales
variados.
En forma general, como medida preventiva para los niños de
estas edades deben aprender medidas de seguridad con vigilancia estrecha y
constante. No dejarlos solos…