Las cifras suenan alarmantes pero son ciertas, cuando se establece que a
nivel mundial se producen cerca de 3200 muertes al día debidas a los accidentes
automovilísticos y casi mil personas jóvenes lo hacen por día, y de acuerdo al Centro
Nacional para la Prevención de Accidentes en México mueren aproximadamente tres
niños al día en accidentes automovilísticos, siendo el factor principal
el descuido e irresponsabilidad de los padres. Lo que influye principalmente es
el conducir en estado de ebriedad o con exceso de velocidad y sin respetar las leyes de tránsito, además de no utilizar
los sistemas de seguridad especiales para niños como los asientos para auto, y
parece exagerado que sólo el 2% de la
población mexicana los usa.
Las
circunstancias son muy habituales, y encontramos entonces que muchas personas
no respetan las señalizaciones de tránsito, suelen pasarse el semáforo en
amarillo, llevan a sus pequeños en situaciones de riesgo, e incluso, al parecer
algunos los colocan entre ellos y el volante como si fueran bolsas de aire, van
hablando por celular mientras conducen, no usan el cinturón de seguridad y
algunos hasta manejan en estado de ebriedad y a exceso de velocidad, o llevan a
sus niños en sus brazos en los asientos delanteros, situación que la mayoría de
las veces termina en tragedia. Lamentablemente no están conscientes que manejar un auto no es únicamente conocer la
caja de velocidades, o el volante, sino que representa una gran
responsabilidad, respeto a los demás vehículos, y personas que los acompañan y
las que caminan o emplean las calles, y sin embargo, algunos que conducen, son
imprudentes, soberbios, desobedientes, descuidados e irresponsables, como si manejar
el auto les diera derecho a ser dueños de las calles y con ello derecho de
gritar, atropellar, lesionar y en forma indirecta
hasta de matar a los suyos o a otros.
En nuestra
entidad, se ha establecido en la ley que ningún menor de edad, deberá de viajar
en los asientos delanteros y de preferencia deberá de ir sostenido mediante los
cinturones de seguridad en la parte posterior, que es la parte más segura de un
vehículo en caso de accidente, reduciendo el riesgo de lesiones mortales hasta
en un 30% y con existencia de bolsas laterales en la parte posterior se reduce
el riesgo hasta en un 46%
En la medida que
los niños tienen diferentes etapas de desarrollo, es necesario contar con
medios que lo protejan de forma conveniente, mediante el empleo de portabebés o
sillas especiales autorizadas para colocar sujetas en los asientos traseros. Se
considera que los niños pequeños deben de viajar sujetos al espacio trasero
viendo en dirección hacia atrás del automóvil en razón a
que de este modo, en caso de choque, la inercia que experimenta el cuerpo del
niño queda contrarrestada por el respaldo de la sillita, y su cabeza, la parte
más pesada de su cuerpo, no corre el riesgo de ser zarandeada, evitándose, de
este modo, daños importantes en el cuello y la columna vertebral.
De
acuerdo al tamaño que tienen los niños, se podrán emplear diferentes
dispositivos y para los recién nacidos hasta los que tienen un peso aproximado
de diez kilos, se emplearán los porta bebé o cunas de seguridad (grupo 0), que
se coloca en forma transversal a la marcha, en el asiento posterior sujeto con
los cinturones de seguridad con su arnés de fijación en tres puntos. También
para este grupo de niños están las sillas portabebés que tienen cinco puntos de
fijación (dos encima de los hombros, dos en la cadera y uno en la entrepierna)
y se colocan haciendo ver al niño hacia atrás (grupo 0+).
Silla
del automóvil (grupo 1) para niños de 9 a 18 kilos. Se instala,
preferiblemente, en el centro de los asientos traseros del coche, si el
cinturón dispone de tres puntos de anclaje, o, en caso contrario, a los lados
de los asientos de atrás. Las sillas del grupo 1 se colocan, normalmente, en el
sentido de la marcha, aunque también existen modelos que se instalan de
espaldas a la marcha. El niño se sujeta a la sillita por medio de un arnés de
cinco puntos: dos correas le pasan por encima de los hombros, otras dos por
encima de las caderas y una entre las piernas. Además, la silla se fija al
asiento del automóvil mediante los cinturones de seguridad del coche.
Grupo
2 y 3. De 15 a 36 kilos. Bajo este grupo, se engloban las sillas y cojines
elevadores anatómicos (preferiblemente con respaldo), que, colocados sobre el asiento del coche,
permiten a los niños más
mayorcitos alcanzar la altura necesaria para utilizar el cinturón de seguridad del coche. Este tipo de cojín
elevador desvía la trayectoria del cinturón para que, en caso de accidente, no
cause lesiones en el cuello al niño. Y finalmente, las personas
cuya estatura no alcance los 135 cm deberán utilizar obligatoriamente un
dispositivo de retención homologado a su talla y peso.
El cinturón de
seguridad es uno de los sistemas de seguridad pasiva más importantes del automóvil.
El cinturón permite sujetar al cuerpo humano en situaciones de desaceleración
agresiva. Si no lo usamos, lo más seguro es que
salgamos proyectados o que las propias bolsas de aire de nuestro auto
terminen dañándonos. El gran enemigo del cinturón es la ignorancia, pues la
mayoría de la gente cree que “a ellos no les va a pasar” o que son capaces de
detenerse o protegerse cuando ven el accidente encima de ellos.
Deberíamos de
ser más conscientes al viajar con la familia o amigos, para evitar causarles o
causarnos un daño, y nuestras autoridades viales es justo que apliquen las
sanciones incluso más elevadas para crear sentido de responsabilidad, ya que al
parecer solo nuestra sociedad entiende lo que es castigado, sin tomar en
consideración que la recomendación es por nuestro propio bien.
Hay que entender
que la seguridad vial es responsabilidad de todos: del estado, de los
municipios y de la sociedad en su conjunto. Podemos evitar muertos y lesionados
o personas con secuelas importantes, solo de nosotros depende.