Son
lesiones de la piel que reciben este nombre, por manifestar la presencia de
escamas finas, como el dato más importante de su alteración. Ya para establecer
diferencias entre ese tipo de lesiones, generalmente se agrega otro término
médico para definir el tipo de alteración dérmica específica que se trate. En
esta ocasión, se hacen referencias a las más frecuentes que afectan a la
población infantil y de adolescentes. (hay otras enfermedades que causan
formación de escamas, pero son menos frecuentes durante la etapa pediátrica).
La
pitiriasis alba (blanca) es quizás la enfermedad más frecuente que causa
manchas blanquecinas en niños y jóvenes, conocida en algunas comunidades como
“jiotes” que la mayoría de sus familiares consideran secundarias a parásitos
intestinales, deficiencia de vitaminas o anemia en los afectados. Su frecuencia
es tan elevada que llega a ser entre el segundo al quinto motivo de consulta
con el especialista (dermatología).
Es
una enfermedad de carácter inflamatoria, benigna cuya importancia radica en
comprometer el aspecto estético de los afectados e influir en su condiciona
emocional. Las lesiones son más evidentes en las zonas expuestas al sol y en
pieles de tono oscuro. Su causa en particular se desconoce, pero se sabe que
influyen diferentes factores, como: la exposición solar, la participación de
alguna reacción alérgica en la piel, agentes infecciosos, hábitos higiénicos y
condición nutricional desfavorable.
El
elemento que más se relaciona con esta afección es la exposición solar, considerando
que la exposición a la radiación ultravioleta llega a producir una irritación
excesiva de la piel, que genera su reacción inflamatoria. Otra consideración,
establece que la acción directa de la luz solar sobre las células productoras
del pigmento de la piel modifica su número y función, generando que haya una
disminución de la intensidad del color de las lesiones. Esos datos, se
relacionan en el hecho que las lesiones se presentan en áreas de piel de mayor
exposición solar y, en niños que tienen mayor actividad al aire libre; y por
otra parte, que con el empleo de pantallas solares con factor de protección
solar, se reduce el desarrollo de estas lesiones.
Por
deficiencia de nutrientes, se ha encontrado que el más relacionado se establece
con niveles bajos de cobre, que se asocia con la producción del colorante de la
piel (melanina); así su deficiencia, asociará la disminución de la coloración.
Otros factores con los que se han encontrado relación (diversos estudios) son
con los baños frecuentes y prolongados, temperatura elevada del agua, empleo de
esponjas y jabones abrasivos, que deberán considerarse evitar en el plan de su
tratamiento.
Su
frecuencia no está bien identificada a pesar de ser una enfermedad de la piel
muy frecuente; ya que, al no producir alteraciones adicionales al color de
piel, muchas veces pasan por desapercibidas o no son consideradas como
meritorias de atención médica por los familiares, al notar que es un cuadro que
tienen la mayoría de las personas en una comunidad. Se presenta más frecuentemente
en países subdesarrollados, sobre todo en condición socioeconómica baja. Su
variación estacional se define con más prevalencia en los meses de verano,
quizás por resaltar mejor las lesiones en la piel bronceada durante esa época.
Por grupos de edad, se consideran de mayor afección los menores de doce años
(90%) y obviamente es más notoria en la piel de aspecto más oscuro.
Para
el desarrollo de la enfermedad, se considera que los factores ambientales
señalados, afectan la capa de grasa que cubre las células superficiales de la
piel, que en forma secundaria tienden a desprenderse en mayor número de lo
habitual (formando así la capa fina -escama- de eliminación) y con el
incremento de las bacterias sobre la superficie dañada, se impide la pigmentación
causada por la exposición solar. La radiación ultravioleta, modifica la función
natural de las células formadoras del color, y por último, la transferencia del
pigmento a las células superficiales en personas de piel oscura, es un proceso
más lento y captan menor pigmento generando las manchas.
La
enfermedad en su inicio aparece como manchas rosadas de borde elevado que
después de varias semanas, se va desvaneciendo hasta quedar una mancha pálida
con descamación blanquecina. En forma inicial aparecen como parches pequeños
(0.5-2 cm) que fase posterior incrementan hasta de 5 cm. Pueden aparecer en
cualquier parte del cuerpo, pero en especial sobre zonas expuestas al sol,
alrededor de la boca, pómulos y alrededor de los ojos, parte externa de los
brazos, cuello y extremidades inferiores. El número de lesiones es variable
desde una sola mancha hasta más de 20 lesiones, aunque lo usual son de dos a
tres parches, con formas redondas u ovaladas y en muy pocos casos hay comezón
leve. Su duración es muy variable de seis meses a siete años, con carácter
autolimitado y mayor recurrencia en quienes tienen fondo alérgico. Existen
cuatro variantes de esta enfermedad, que deben ser manejadas por el
dermatólogo.
Pitiriasis
rosada. Esta alteración afecta en mayor proporción a la población adolescente,
sin alguna estación del año en preferencia. Como factores causales se establece
relación con la presencia de un agente viral (un tipo de herpes); y en
ocasiones, asociado al empleo de algunos medicamentos. Esta afección manifiesta
la aparición de una mancha de color rosada en forma ovalada, con expansión
solitaria generalmente en la espalda o cerca de la implantación de las extremidades
sobre el tronco, con síntomas adicionales de fiebre leve, malestar general,
dolor de cabeza y/o dolores articulares.
Después
de dos hasta 20 días de la aparición de la mancha primaria, aparecen manchas
secundarias cercanas, durante los siguientes diez a catorce días en forma
redonda u ovaladas de color salmón más pequeñas (0.5-1 cm), con una descamación
fina que apunta en especial, hacia el centro de la lesión inicial, dando el
aspecto como árbol de navidad. Esta afección puede durar en total hasta 12
semanas, pero hay reportes hasta de cinco meses. En la fase de manchas
secundarias se reporta sensación de comezón y en general, las manos y los pies
se encuentran sin estas alteraciones.
Por
el aspecto de estas lesiones, el afectado pueden ser considerados a mantenerse
en aislamiento para evitar el contagio de la enfermedad, pero no es necesario,
ya que es consecuencia de una infección viral que ya ha superado el paciente y,
no representan riesgo de contagio. Es de señalar también que pueden existir
otras variantes de la enfermedad, que deben ser valorados por el especialista,
para establecer su manejo.
Pitiriasis
versicolor. Es una infección superficial de la piel causada por un hongo, que
afecta más frecuentemente a los adolescentes, por relacionar la existencia de una
mayor proporción de material graso sobre su piel. Su prevalencia es más
frecuente en regiones tropicales y subtropicales, en meses de verano y otoño, en
climas cálidos y templados. Otros factores que influyen son el empleo de ropa
ajustada, piel grasa, empleo de aceites corporales o cosméticos, sudoración
excesiva, predisposición hereditaria, embarazo, deficiencia inmunológica,
diabetes mellitus y el empleo de algunos medicamentos.
En
esta alteración existen cambios variables de coloración en la piel lesionada por
la forma como el hongo modifica las grasas superficiales de la piel, además de
modificar la entrada de los rayos del sol para evitar un bronceado uniforme
ante su exposición, generando zonas de piel en color marrón, que posterior a la
temporada de verano, se hacen más visibles por cambiar a coloración
blanquecina. Su localización predominante es en cuello, tronco y parte superior
de las extremidades, con descamación fina al rascado sobre su borde de la
lesión redondeada, con cambios de coloración en variante: algunas de aspecto
claro, a otras en color marrón o negro. Su tratamiento se establece con empleo
de medicamentos contra hongos, en forma de crema o bien ingeridos.
Por
su aspecto, son lesiones que pueden causar confusión en su causa y tratamiento…
pero u atención temprana y especializada evita afectar la autoestima del
afectado.