Corresponde a
toda la serie de cambios corporales que ocurren como consecuencia del incremento
de la hormona cortisol.
En condiciones
normales, esta hormona se produce por una glándula que se encuentra localizada
en la parte superior de los riñones (suprarrenales), por estimulación de otra
sustancia que se libera en la región inferior del cerebro (hipófisis), en forma
cíclica durante el transcurso del día y de la noche, relacionados con las
actividades del ser humano, causando incrementos por la mañana y descensos por
las tardes.
Este cortisol se
relaciona con diferentes funciones, como: regular la cantidad de azúcar presente
en nuestro cuerpo junto con la insulina, moderar la respuesta inflamatoria,
mantener los vasos sanguíneos con un tono normal, ayudar al corazón a tener
contracciones adecuadas, favorecer a la formación de reservas corporales y en
condición de peligro físico o biológico al organismo, colabora para reacciones
inmediatas.
Un niño puede
desarrollar este síndrome de Cushing, cuando tenga alguna de las siguientes
posibilidades: un tumor en la glándula suprarrenal que incremente la producción
de cortisol, un tumor en la hipófisis que libere en mayor frecuencia y cantidad
la sustancia que estimula la producción de cortisol, la presencia de otro tipo
de tumores en otros tejidos que liberen sustancias parecidas a la que estimula
su liberación; y finalmente, la administración de medicamentos que tienen el
preparado sintético similar al cortisol, en cantidad mayor a la necesaria y con
duración prolongada (mayor a dos semanas).
Como
consecuencia de una mayor cantidad de esta hormona en circulación sanguínea, se
empiezan a notar de forma progresiva sus efectos secundarios. Por favorecer a
la acumulación de la azúcar en reservas de grasas, el cuerpo empieza a
modificar su forma con acumulo mayor en la parte central y mejillas, dando el
aspecto en la cara de forma redonda que se compara con la luna llena. La
acumulación de grasa en la espalda y hombros da el aspecto de búfalo. El
acumulo de las grasas se localiza preferentemente en la parte central del
cuerpo (la extremidades lucen delgadas). El cambio de sobrepeso a obesidad se
realiza en un corto periodo de tiempo.
Por la forma
como se desarrolla el volumen en el abdomen, suelen aparecer estrías en las
partes laterales e inferior del abdomen en coloración azulada. Por afección a
los vasos sanguíneos también aparecen moretones, y en algunas otras zonas
incrementan su trayectoria algunos vasos sanguíneos, que se logran percibir en
la superficie de la piel en aspecto como patitas de araña.
La velocidad de
crecimiento se disminuye al afectarse el metabolismo del hueso, donde ahora ya
no habrá depósito de calcio, por tendencia incluso a tener disminución de su
contenido, llegando a presentar en ocasiones deformidades vertebrales. Es
posible que se estimule el crecimiento del vello corporal para hacerse de
aspecto grueso, pudiendo aparecer incluso esbozos en forma de bigotes leves y
en forma más evidente en la región frontal, permitiendo unión del cabello con
la cola de las cejas; y en otras, unión de cejas. La piel pierde su turgencia
natural y tiene tendencia a mostrarse delgada.
Por la
alteración a los músculos, se condiciona disminución de su volumen con
disminución de su fuerza, se sustituye
por acumulo de tejido graso. Aparecen en forma frecuente dolores de espalda y
de cabeza. Las muchachas pierden la regularidad de sus ciclos menstruales y los
adolescentes su capacidad de erección.
La presión
arterial suele elevarse y en el aspecto emocional se tornan de carácter sumiso,
introvertidos y con tendencia a la depresión, que mucho influye para carecer de
la iniciativa adecuada para mejorar su condición, ante lo cual no tienen
motivación para buscar ayuda o de llevar a cabo su tratamiento de forma
espontánea.
Cuando se trata
de tumores en las glándulas suprarrenales, es más habitual que exista una aceleración
al crecimiento con presencia de vello púbico en forma precoz, presencia de
acné, voz gruesa y desarrollo genital anticipado.
Las
complicaciones secundarias que se pueden presentar cuando ya se padece este
cuadro, incluyen: presión arterial elevada, huesos débiles que pueden tener fracturas
con traumatismos ligeros, predisposición al desarrollo de infecciones y
dificultad para su resolución. Puede ser factor que facilite el desarrollo de
diabetes.
Cuando un niño
inicia este tipo de manifestaciones, requiere a la brevedad necesaria la
revisión médica para determinar su causa, ya que en caso de tratarse de tumores
en las suprarrenales, hipófisis o en otros lugares puede ser identificado y con
cirugía puede llegar a erradicarse. En ocasiones, el comportamiento del tumor
puede ser de tipo maligno y su tratamiento temprano le dará al niño oportunidad
de no tener complicación mayor o defunción posterior.
La otra causa
que genera esta enfermedad está condicionada por la administración de
medicamento que contiene a esta hormona. Se presenta en forma líquida y
pastillas para su consumo oral, generalmente para enfermedades inflamatorias
principalmente de origen inmunológico, pero hay quienes la emplean para
cualquier otro tipo de inflamaciones (por golpes, infecciones, quemaduras,
etc.) por lo que al no haber restricción en su dosis y duración, condicionan la
existencia de niveles elevados de esa sustancia que en forma progresiva, va
causando los efectos especiales en el cuerpo del niño. Como medicamento,
también se encuentra presente en algunas cremas que deben ser controladas por
los especialistas con experiencia en su empleo. Lamentablemente pueden tener
recomendaciones personales entre familiares y conocidos, que al utilizarla
permiten elevar los niveles por absorción a través de la piel, causando esta
enfermedad.
Para confirmar
esta enfermedad así como su causa específica, la valoración médica posterior a
la revisión física establecerá la alternativa de realizar alguna prueba
especial, que puede ser efectuada con muestras de sangre, orina y/o saliva con
o sin influjo de un medicamento especial. La causa más sencilla de establecer,
se presenta cuando existe el antecedente del consumo del medicamento en forma
prologada, que podrá justificar solo un estudio para verificar su gravedad o
bien, establecer su tratamiento inmediato.
Considerando la
causa con sospecha de una tumoración a nivel de la base del cerebro, en las
suprarrenales o bien en un tejido tumoral especial, corresponderá efectuar
estudios de imagen mediante tomografía o resonancia para la ubicación precisa,
que será de utilidad para su evaluación de cirugía y la especialidad en tumores
(oncología) para su retiro y desaparición total. Para el tumor localizado en la
base del cerebro, se realiza su retiro a través de un procedimiento especial,
con acceso por la nariz y por la posibilidad de recurrencia futura, se deberá
de mantener control durante los siguientes diez años. Si se retiran las
glándulas que están arriba de los riñones será necesario continuar tratamiento
especial sustitutivo de por vida. Cuando la causa corresponda al consumo
excesivo de medicamentos con cortisol, la suspensión y control posterior deberá
ser vigilado por la especialidad correspondiente (endocrinólogo), para verificar
y tratar de controlar la limitación a la maduración ósea y crecimiento
relacionado, además de su posible complicación a la hipertensión y diabetes.
Con fines
preventivos, se recomienda evitar el empleo excesivo y prolongado de
medicamentos antiinflamatorios que contengan esteroide, para no generar estas
alteraciones. Por otra parte, cuando las manifestaciones se vayan desarrollando
de forma espontánea en los niños, será necesario acudir a la valoración médica
temprana a fin de detectar un posible tumor que lo motive ya que en algunas
ocasiones, pueden existir tumores con comportamiento maligno y su detección temprana
será la diferencia…