Los mosquitos y
zancudos son pequeños insectos voladores, que tienen diferentes cambios de
formas durante su ciclo de vida que incluyen: huevo, larva, pupa y adulta.
El tiempo de desarrollo
de huevo a adulto es de 10 a 14 días. Una de las características importantes de
esta especie, es la capacidad de los huevos de esperar condiciones climáticas
adecuadas, los cuales pueden eclosionar de inmediato o hasta varios años
después, que logran tener contacto con sitios de agua de curso lento, estancada
o lugares donde puedan por lo menos humedecerse. En especial, posterior a
alguna inundación.
Las larvas y
pupas viven dentro del agua pero deben emerger a la superficie para poder
llevar a cabo la respiración en su forma adulta.
Los mosquitos
tienen pico (probóscide) largo y penetrante, pero son las hembras las que
necesitan alimentarse de sangre para poder producir huevos fértiles a partir de
las proteínas presentes en la sangre humana. Después del apareamiento la hembra
tiene necesidad de picar al ser humano o algunos animales, para poder disponer
del material necesario para la formación de huevos en cantidad aproximada de
cien a doscientos huevos. Durante el mecanismo de introducción de su probóscide,
algunas especies introducen virus particulares que han ingerido de otros seres
humanos; o bien, lo eliminan como desecho orgánico, en espera de poderse
introducir mediante el rascado siguiente por la piel dañada para otro tipo de
enfermedades.
El macho en
cambio, se alimenta de jugo y néctar de las plantas, ya que su aparato bucal no
está preparado para poder obtener la sangre.
Estos insectos
tienen una distribución extensa sobre la tierra, y en las zonas tropicales
constituyen un medio de transmisión de diversas enfermedades conocidas como
tales (tropicales), donde se producen inundaciones recurrentes, a causa de las
tormentas que se generan durante la mitad final de verano y la temporada de
otoño.
Entre las
enfermedades tropicales que tienen como vehículo de transmisión (vector) a los
zancudos o mosquitos se refieren dengue, paludismo, fiebre amarilla, fiebre del
Nilo y la filariosis.
Para evitar la
picadura de estos insectos y el desarrollo posible de las enfermedades que
transmiten; de preferencia, se debe realizar la prevención evitando el
desarrollo de los huevecillos a formas adultas. Como primera alternativa se
establece que mediante la eliminación de recipientes o dispositivos que puedan
servir como depósito duradero de agua o acumulación de ese líquido en temporada
de lluvias, evitaremos el desarrollo de los huevos. Por lo que es necesario
eliminar llantas viejas, cacerolas, sartenes, envases o latas que se encuentren
dentro o cerca de cada hogar. El cierre hermético de depósitos de agua como
tinacos, y la colocación de la mezcla química proporcionada por las brigadas
especiales de salubridad, evitan su maduración. Se debe permitir también el
acceso a la fumigación con sustancias adecuadas, de zonas en donde se
multiplique la hierba y pueda haber fuentes de humedad, a los equipos
especiales de salud.
Ante una
picadura de mosquito o zancudo, para disminuir o aliviar la sensación de
comezón, se tiene que tomar en consideración que la sensación estará presente
hasta que se cure la zona afectada. Esa sensación de comezón es generada por la
saliva del zancudo (que tiene efecto anticoagulante para poder succionar la
sangre sin que se obstruya su conducto), que estimula la liberación de una
sustancia en nuestros tejidos relacionada con la respuesta inflamatoria,
formando en forma secundaria los datos de la inflamación con aumento de volumen
localizado, enrojecimiento, ardor o dolor. Ante esa sensación se recomienda
evitar el rascado inmediato, enérgico o frecuente, para evitar mayor
irritación. Conviene en especial que antes de realizar el primer rascado, se
aplique agua a chorro o jabón desinfectante, para retirar algunos desechos o
sustancias del insecto. Las personas que tienen de fondo enfermedades
alérgicas, deberán de aplicarse cremas especiales con la finalidad de evitar la
formación de reacción inflamatoria excesiva. No se recomienda el empleo de
remedios caseros o empleo de sustancias naturales, por tener cada persona o
niño piel particular en sensibilidad.
Generalmente los
zancudos identifican al ser humano por su olor particular, que lo perciben con
sus órganos olfatorios que tienen localizados en una parte especial de sus
patas. La alternativa para evitar ser picados por estos insectos consiste en
forma elemental, de mantener una higiene adecuada que evite la sudoración
excesiva o el olor específico, y en base a este principio, funcionan los
repelentes de insectos que pueden mantener a distancia a los mosquitos al no
poder permitir captar el olor a humano. Algunos repelentes se caracterizan por
emitir un olor que no es atractivo para esos insectos, pero que en contacto con
las pieles delicadas de algunos niños no pueden ser generalizados en su empleo.
En forma
elemental, es aceptable aplicar alguna crema lubricante en la piel al terminar
el baño que de preferencia tenga aroma particular, que haga diferente el olor
corporal. También una alternativa doméstica para formar un repelente, consiste
en agregar solo cinco a diez gotas de champú infantil (esos con aromas
particulares de frutas como durazno, manzana, etc.) a un vaso de agua, y
mediante un algodón esparcir por todas las zonas corporales expuestas; en
particular, la parte posterior del oído que tiene una grasa de olor especial,
que motiva en las noches a que los zancudos nos produzcan el clásico ruido
molesto que nos despierta en cada momento.
Otra opción especial,
es la eliminación por el sudor de alguna sustancia química como sucede al
ingerir vitamina B. La eliminación de algunas sustancias de su metabolismo por la
piel, hace que tenga un olor que no es atractivo a los insectos.
El empleo de
ropa, requiere de utilizar prendas largas que cubran la mayor parte de las
extremidades. Aparte es evitar la asistencia a lugares boscosos, con mucha
vegetación o hierbas donde pueden abundar los mosquitos ávidos de sangre.
Otras
alternativas de poder evitar la picadura de los insectos dentro del hogar, son
los repelentes electrónicos de mosquitos, que producen un sonido inaudible para
el ser humano, pero incómodo para los mosquitos que causa que se alejen de esa
zona. Su ventaja es que no requiere de repuestos y representa un ahorro en su
empleo a largo plazo. No se recomiendan las pastillas que eliminan sustancias
químicas, porque pueden generar alteraciones en la médula ósea, en especial de
los niños, causando alteraciones que pueden confundirse con algunos tipos de
leucemias.
También para
poder emplearse en los domicilios, es conveniente el uso de pabellones de tul para
rodear la cama y dormir con tranquilidad. Las mallas metálicas finas en las
puertas y ventanas son adecuadas para evitar su introducción desde el exterior.
Entre las
enfermedades que transmiten, la mayoría se relaciona con la presencia de
microbios que invaden el cuerpo por el flujo sanguíneo, generando fiebre en
grados variables de intensidad y duración, acompañados de alteración en el
estado general, en ocasiones con anemias, dolores articulares, o exantemas
específicos (que se abordarán en otras ocasiones posteriores), pero que siempre
justificarán su valoración médica, por sus potenciales complicaciones que
pueden llevar incluso a la muerte del infectado. Así es importante que
posterior a la temporada de lluvias se las detecten de forma temprana.
Las picaduras de estos
insectos en ocasiones pueden ser confundidas con enfermedades parasitarias,
vasculares, alérgicas o inmunológicas, por lo que se sugiere que ante una
evolución diferente a la desaparición simple de las lesiones, acuda a
valoración médica.