La palabra hace
referencia de aquellos niños que no tienen la estatura adecuada para su edad
cronológica.
Todos los seres
humanos durante nuestra etapa de desarrollo, contamos con un potencial de
estatura establecida por factores familiares (genéticos), que en el transcurso
del tiempo, se modifica por factores externos al organismo como: geográficos
y/o ambientales, economía, cultura, sociedad, salud, entre los más
significativos para definir finalmente un desarrollo específico. Así, se puede
entender que niños de la misma edad, pero bajo ambientes genéticos y externos
diferentes, podrán tener expresiones variables de dimensiones corporales que
pueden ser consideras como variantes de normalidad.
Para la
representación gráfica de las dimensiones corporales con sus variantes
normales, se emplean las llamadas curvas de crecimiento, y existen gran
variedad, pero las de uso más común en la evaluación del desarrollo físico del
niño comprenden a la talla, peso, perímetro de la cabeza, índice de masa
corporal y velocidad de crecimiento. Otras son de uso menos frecuente y para
condiciones más específicas.
De forma
habitual, el médico lleva el registro del crecimiento en esas curvas, y le
informará de un crecimiento normal cuando su registro de estatura se encuentre
dentro de las variantes normales. De igual forma, le mostrará la evidencia de
una talla baja, cuando la secuencia registrada se note en la parte inferior,
fuera de las curvas normales. El registro de la curva, también podrá definir en
forma predictiva, la estatura potencial que puede alcanzar al lograr su
maduración biológica, siguiendo el comportamiento de la trayectoria inicial de
la curva, hacia la estatura final predictiva.
El registro de
la estatura en el momento acudir a una sola consulta, no tiene el mismo valor
que los registros comparativos en forma periódica del mismo niño, ya que la
secuencia en el registro periódico permite identificar el crecimiento normal o
alterado.
Así que no será
válido considerar que un niño tenga estatura corta, por referir que es el menor
de un grupo particular de niños de su misma edad. Cada niño debe ser comparado
con su curva propia de crecimiento para definir su estatura, y no en relación
comparativa a la dimensión de los demás.
Cuando un niño
se encuentra en talla por debajo de los valores normales para su edad, el
médico debe establecer si corresponde a una variante normal del crecimiento; o
bien, se trata de una talla baja de origen patológico que requieren de un
estudio y manejo diferentes.
De forma más
frecuente los motivos de consulta en talla baja, obedecen a las variantes
normales del crecimiento en donde se incluyen la talla baja familiar y el
retardo constitucional de crecimiento y desarrollo.
En la talla baja
familiar, existe el antecedente importante que uno de los padres o ambos tienen
una talla baja, y entre otra posibilidad –cuando los padres tienen talla
normal-, es que exista el antecedente de una persona de talla baja entre
integrantes de la familia. Otra condición es que el niño de estatura baja no
tenga alguna enfermedad en especial. Asocian antecedente de peso normal al
nacimiento, y además incrementos de estatura constante en los últimos seis
meses (de 2.5 a 3.0cm), sin alteración en su aspecto corporal. Se le informará
a los padres sobre su talla predictiva final y si el caso lo requiere se deberá
de trabajar el aspecto emocional de la autoestima.
El retardo
constitucional del crecimiento y desarrollo, es la otra variable normal y se
distingue por manifestar en forma inicial, una disminución en la velocidad de
su estatura, que puede durar periodos de meses y años, y ubica el registro de
su estatura por debajo de los valores normales. Asocia retraso en el desarrollo
puberal que se puede extender por varios años más de lo que en la mayoría de
los jóvenes han concluido.
Al momento que
se inician los cambios de la pubertad, aumenta velocidad de crecimiento y deja
de ser anormal, para ubicarse como concordante con la talla de la familia. Este
comportamiento de la estatura tiene relación con antecedentes genéticos que
permiten encontrar a algún familiar con esta evolución, que también refiera retraso
en su desarrollo puberal. La pubertad se retrasa, pero no más de 16 años para
las mujeres y de 18 para los hombres. Logran desarrollar una estatura acorde a
las características de la familia. Por no distinguir su desarrollo como normal,
sus compañeros escolares, le inducen adquirir una pobre imagen que genera una
mala autoestima. Los afectados por compensación, tratan de relacionarse con
sujetos de menor edad y tienen una dependencia mayor con sus progenitores. Son
posibles las situaciones de rechazo y el fracaso escolar, que mejoran al
recuperar su estatura normal.
La talla baja de
origen anormal (patológica), puede ser secundaria a enfermedades crónicas, a
enfermedades hormonales y las definidas en etapa prenatal.
La más frecuente
en este grupo corresponde a la asociada a enfermedades crónicas sistémicas como
cardiopatías, neumonías, anemias, retraso mental, raquitismo por citar algunas.
En esta condición, la talla no se desarrolla por alteración del estado
nutritivo generalizado, y mejora al determinar la causa y modificarla con
tratamiento específico.
Las alteraciones
de instalación prenatal son causadas por deficiencia en la información de
genes, alteraciones metabólicas congénitas y la desnutrición dentro del vientre
materno por fallas de función de la placenta.
Por último, la
talla baja secundaria a enfermedades hormonales involucra la alteración en el
funcionamiento primario o secundario en la acción o producción de alguna o
varias hormonas relacionadas. Su definición se establece por estudios
específicos y en su tratamiento requiere de corrección metabólica adecuada.
La forma como se
puede valorar el crecimiento en la casa, puede incluir el registro en una pared,
de la estatura que tenga el niño al apoyar sus dos talones contra la pared,
rayando la altura que corresponde a la parte más alta de su cabeza, y en esa
marca se anotará la fecha para permitir posteriores comparaciones contra él
mismo. Los incrementos promedios de 0.4 a 0.5 cm por mes se consideran
normales, y se deberá de acudir a buscar atención médica desde los primeros
tres meses que no se cumpla con el requisito del incremento de su talla.
En cuanto al
tratamiento, muchos creen que el empleo de la hormona de crecimiento es la
solución, pero esta medicina solo está justificada para condiciones en las
cuales exista deficiencia en su producción. El empleo de vitaminas o de otras
sustancias no tiene fundamento a reserva de demostrar que el desarrollo de los
huesos dependa de alguna de sus carencias particulares, como ejemplo el
raquitismo con el empleo de vitamina D.
Existen
condiciones normales para favorecer al desarrollo de la estatura, donde se
incluye en primer lugar el estado normal de salud del niño, asociado con
alimentación equilibrada y aporte de proteínas especificas durante la
adolescencia; realización de una rutina de ejercicios de elasticidad
apropiados; y en forma muy importante, el sueño que de preferencia será mayor
de 8 horas durante la fase de crecimiento, para favorecer la liberación de la
hormona en más ocasiones durante el transcurso de la noche. Las condiciones
contrarias a las señaladas, influyen a limitar el crecimiento (enfermedad, mala
alimentación, ejercicios de esfuerzo o desarrollo muscular, desvelos).
Una estatura
establecida es importante, pero no definitiva para la autoestima. Si hay
problemas de talla baja, se deberá buscar atención médica y psicológica
adecuada para mejorarla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario