Varicela o escabiasis

Durante estos recientes días se ha informado que alguna parte de la población infantil ha sido registrada con casos de varicela en nuestra ciudad, y en algunas ocasiones, nos hemos enterado que se han pretendido cerrar algunas guarderías por iniciativas de la secretaria de salud, o por indicaciones propias de la guardería. Todo pudiera estar justificado si los hechos fueran contundentes y verídicos.
La inquietud resulta a partir del momento en que a los servicios de salud institucional, y privados, empiezan a acudir algunos de esos niños diagnosticados en sus guarderías como casos de varicela; y al revisarlos, se encuentra al paciente sin datos de esa enfermedad; y en cambio, tiene manifestaciones de otra diferente en cuanto a la causa, que se parece mucho en sus manifestaciones a la varicela, pero que corresponde a escabiasis.
No podemos negar que nos enfrentamos a una temporada en donde se puede presentar la varicela, pero es muy conveniente definirla de forma específica sin confundirla, ya que se podrán cometer errores que pueden ser graves.
Quien padece la varicela en una ocasión queda con inmunidad natural permanente y no volverá a sufrirla en el resto de su vida, pero quien fue confundido el diagnostico, tendrá la alternativa de padecer la infección en alguna época futura y sin prevención en edad adulta puede llegar a tener una evolución agresiva y de forma ocasional fatal.
El objetivo de la información en esta ocasión, va con el interés de señalar algunas características particulares, que permitan a los padres de familia, llegar a detectar de forma simple algunas diferencias de estas dos enfermedades.
La varicela es una enfermedad producida por un virus que se introduce al cuerpo a través del sistema respiratorio, se multiplica por primera ocasión en esos lugares, se disemina al cuerpo, se multiplica por segunda ocasión en otros órganos y de ahí se disemina al resto del cuerpo para dar las manifestaciones en la piel donde finalmente es controlada su existencia y queda en etapa latente en raíces nerviosas para que bajo otras condiciones en el futuro adulto o senil del paciente puedan causar quizás el herpes zoster.
La escabiasis es producida por un ácaro (artrópodo pequeño de 0.2 a 0.3 mm de tamaño), que se introduce a la piel del ser humano y viven de forma permanente en túneles que ellos hacen en la dermis de la piel. Su actividad de cavar el túnel generalmente está relacionada con la temperatura externa y a la exposición exterior al frío hacen su túnel interno de la piel, causando comezón en la zona donde lesiona.
Ambas enfermedades causan brotes en grupos escolares con lesiones en la piel: formación de reacciones con manchas enrojecidas, y vesículas (pequeños globitos) que pueden modificarse por la sensación de rascado. Ahora las diferencias entre estas enfermedades, establecen las siguientes características:
La varicela al momento de tener reproducción inicial respiratoria superior puede causar un cuadro inicial de gripe que remite en 2 a 3 días. Sigue el periodo de incubación en las siguientes dos a tres semanas y empieza el paciente a tener fiebre intensa uno a dos días antes del brote de lesiones en la piel, que generalmente se inician en el cuero cabelludo o la nuca, e incluso en la cara. Se extienden de forma rápida en termino de 24 horas al resto del cuerpo y generalmente al tercer o cuarto día de iniciado el cuadro, se tienen la mayor cantidad de lesiones en predominio del tronco (pecho, abdomen, espalda, cadera, pudiéndose contar en ocasiones de 200 a 500 lesiones dérmicas, en diferentes manifestaciones: algunas manchas rojas, otras vesículas, otras con “formación de ombligo”, otras decapitadas (sin ombligo), otras en forma de úlceras (el globo casi destruido deja la mitad inferior abierta), otras en fase de costra y finalmente otras en mancha más oscura de la piel, para finalmente desaparecer al cabo de 7 a 10 días, dejando inmunidad permanente. En algunos casos especiales puede complicarse con infecciones agregadas dejando cicatrices, o bien extenderse al cerebro en donde puede causar la muerte, deficiencias mentales o solo un cuadro de encefalitis.
La escabiasis no manifiesta antecedente de cuadro gripal y si lo tiene el niño, no tiene relación con esta enfermedad. No manifiesta mal estado general y tampoco fiebre antes de la aparición de las lesiones. La alteración de la piel se va dando de forma sutil en alguna parte del cuerpo de forma más frecuente en zonas alejadas del tronco, y por el rascado que generan, el artrópodo se queda bajo la uña y con otros rascados se siembra en diferentes partes del cuerpo. Por su búsqueda de zonas calientes corporales tiene predominio sobre regiones de pliegues de la ropa: parte alta de calcetas o calcetines, regiones inguinales, zona de cinturón, o elásticos de calzoncitos, pliegues de axilas, codos, muñecas y entre los dedos. Tienen duración prolongada rebasando más de diez días de duración y desaparecen hasta que se aplica un tratamiento local sobre la piel y se realizan medidas higiénicas de la ropa. Esta enfermedad se contagia a cualquier otro miembro de la familia que tenga oportunidad de tener contacto con la piel enferma del paciente (por dormirse juntos, abrazarlo, etc.) o también por contacto con las prendas infectadas (lavanderas, servicios de lavandería, empleo de cuartos de huéspedes, contacto con ropa de cama contaminada). El cuadro puede ser recurrente.  
Si su niño ha sido considerado como portador de varicela y no corresponde a la descripción aquí detallada, vale la pena que considere la evaluación de otra opinión médica para definir el cuadro, y de ser posible informe de la misma al médico que en la guardería ha considerado el diagnostico, para que el reporte epidemiológico y la evolución del paciente sea seguida de forma precisa.
La escabiasis en grupos escolares requiere de otras alternativas epidemiológicas que difieren de los casos de varicela, pero se deberán de emplear al momento de tener la seguridad de los cuadros reportados.
Por último, llama la atención que sabiendo nuestras autoridades sanitarias que la varicela en una enfermedad transmisible que puede ser prevenida, no hagan lo necesario para incluir la vacuna en el esquema nacional, y a cambio, nos ponen en la cartilla un esquema incompleto de neumococo que es más caro, y de forma curiosa indican a los padres que las vacunas restantes se las apliquen por su cuenta.
La mayoría de la población infantil se enfrenta a la varicela siempre con sus defensas naturales y en muchas ocasiones sin algún inconveniente. ¿No sería más adecuado vacunar a todos los niños mayores de un año y aplicar su refuerzo correspondiente antes de los tres meses de la primera aplicación, para dejar inmunidad permanente sin desarrollar la enfermedad? Por mientras recomendamos a los padres de familia que busquen orientación conveniente con su médico de confianza

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