Los moretones manifiestan la acumulación de sangre
debajo de la piel, por diferentes factores. En la mayoría de las ocasiones, se
desarrolla como consecuencia de algún golpe que lesionan vasos sanguíneos
superficiales, liberando una escasa cantidad de sangre que origina el color
particular y al paso de los días desaparece, cambiando en tonalidades café,
marrón y amarillo.
Para tener una evolución normal, se requiere que los elementos
participantes en este proceso, se encuentren sin alteraciones funcionales o alteradas
en su cantidad. En forma básica, mencionamos a los que participan de manera más
significativa: vasos sanguíneos por un lado; mientras, que factores de coagulación y células
especializadas (plaquetas) que circulan dentro de la sangre, limitan la
actividad hemorrágica al formar los tapones hemostáticos.
Los moretones que se presentan en forma numerosa y en
diferentes cambios de coloración, nos pueden hacer considerar diferente tipos
de alteraciones: pueden ser consecuencia de maltrato al menor por sus
familiares, o por compañeros de la escuela (bulling). En algunas enfermedades,
pueden estar condicionados por alteraciones en la funcionalidad de los vasos
sanguíneos, por disminución en el número o funciones de las plaquetas, o por
alteración del equilibrio habitual del sistema de coagulación.
Podemos sospechar que un niño está siendo sometido a
maltrato físico en su hogar o en la escuela, por notar primero una conducta
introvertida o tímida del niño, su aspecto general luce descuidado o con
abandono de aseo, y el relato que establece el niño y sus familiares
responsables para explicar la presencia de los moretones, no son compatibles
con los hallazgos. La historia tiene características de ser parcial, ausente,
cambiante de versiones y tiempos, con secuencias ilógicas e improbables.
Clásicamente las lesiones se presentan en regiones
habitualmente protegidas y que no son eminencias óseas, para diferenciar de las
causadas por accidentes que siempre son en zonas expuestas y prominentes.
Además, junto con esas lesiones en la piel, se combinan otras alteraciones como
quemaduras, cicatrices, heridas o fracturas.
Bajo estas características, es necesario proteger al
niño, dando aviso a las autoridades civiles para investigar los posibles
maltratos previos y evitar que se sigan produciendo más en el futuro. Se
recuerda que como delito establecido, existe la obligación de comunicarlo a las
autoridades; o bien, sujetarse a la sanción correspondiente, en caso de no
reportarlo.
Cuando las sustancias encargadas de controlar la
coagulación, tienen deficiencia en su actividad correspondiente, el efecto
secundario se hace notorio con presencia de sangrados ante traumatismos
mínimos, que generan acumulación de sangre en grandes volúmenes o enormes
extensiones, motivando con ello, su asistencia a valoración médica. Esta
manifestación (hemofilia) en la mayoría de las ocasiones, corresponde por
género al sexo masculino, por estar vinculada la enfermedad al cromosoma
sexual. Las manifestaciones de sangrado pueden ir apareciendo en el transcurso
de la vida y puede hacerse evidente desde los primeros días de nacido. Bajo
esta referencia, se tiene el antecedente que otros integrantes de la familia
(hombres) padecen este mismo cuadro, y las lesiones tienen una evolución
similar en aspecto en las lesiones, de acuerdo al momento de su traumatismo
causante. Se corrobora la enfermedad con estudios de laboratorio especializados
en comprobar el porcentaje deficiente de actividad de la sustancia alterada.
La coagulación también puede verse afectada por la
acción de algunos medicamentos que modifican la respuesta de ese sistema y en
otras ocasiones, es factible también que una intoxicación no intencionada con
químicos especiales, pueda ir dando alteraciones secundarias de sangrado que
deberá de estudiarse en forma conveniente a fin de evitar cuadros de actividad
aguda que amenacen a la vida del afectado.
Las infecciones ya complicadas y en fase de generar
falla orgánica múltiple, alteran el equilibrio del sistema de coagulación para
empezar a formar moretones, como señal de la gravedad del cuadro y posible
desenlace cercano fatal.
Algunas alteraciones inflamatorias de los vasos
sanguíneos de pequeño calibre, pueden ser capaces de desarrollar laceraciones
espontaneas, con salida de sangre a los tejidos cercanos, y en forma secundaria
también producir la presencia de moretones. Aquí es conveniente hacer la
aclaración que cuando el vaso sanguíneo es muy pequeño, con un grosor interno
que sea similar al de un cabello o menor, producirá un sangrado puntiforme, que
en palabras médicas se identifica como petequia. Los moretones planos son
causados por lesión de vasos de mediano calibre y se les conoce como equimosis,
y la acumulación de sangre secundaria a una posibilidad expansiva del tejido o
por persistencia de sangrado por tiempo prolongado, se le nombra como hematoma.
Todas estas lesiones, pueden desarrollarse por
diferentes causas inflamatorias. Se incluyen enfermedades donde participan algunas
infecciones bacterianas (meningococo) y virales (ej. dengue), toxinas en
algunas picaduras de insectos (chinches), venenos de algunas arañas o víboras,
que además de afectar a los vasos sanguíneos también alteran al mecanismo de
coagulación.
Por parte de las plaquetas, también hay alteraciones
que pueden generar la presencia de los moretones en el cuerpo de su niño.
Existen enfermedades que limitan su liberación a la circulación sanguínea,
condicionando que su número sea menor y ante traumas leves, no alcanzan a
formar el tapón de coagulo eficiente. Algunos ingredientes de solventes
comerciales pueden afectar la producción en la médula y por este mecanismo de
intoxicación, también pueden presentarse los moretones. También algunas
infecciones impiden la formación o liberación de estas células a la sangre.
Participan en otras ocasiones mecanismos relacionados con alguna alergia o
reacción inmune posterior a una infección viral que puede alterar el mecanismo
de respuesta vascular y de las células (plaquetas) involucradas. Mecanismos de
inmunidad o anticuerpos pueden bloquear su funcionamiento y además la
existencia de algunos cánceres de la médula espinal (ejemplo: leucemia) impiden
su formación y liberación a la sangre.
Como manifestaciones adicionales al sangrado evidente
en la piel, también puede desarrollarse sangrados en otras estructuras
corporales, y entre los más importantes a señalar se incluyen sangrados en el
cerebro, glándulas suprarrenales, riñones, sistema digestivo y/o sistema
respiratorio superior. Sus manifestaciones en cada sistema afectado puede tener
diferentes variantes de expresión y comprenden básicamente: dolor de cabeza
intenso, derrames cerebrales, alteraciones hormonales, hipertensión o daño
renal, dolor abdominal de intensidad variable acompañado de nauseas o vómitos que
puede confundir y llevar al paciente a una intervención quirúrgica innecesaria.
Los moretones por golpes contra objetos contusos, se
presentan de forma habitual en zonas de eminencias óseas o de roces corporales,
tienen relación con alguna práctica deportiva o juegos infantiles, generalmente
no se asocian con otras alteraciones más allá que la referencia de dolor al
comprimir la zona morada y desaparece de forma natural en un tiempo máximo de
dos semanas. Si usted nota que su hijo tiene aparición de moretones en alguna
parte corporal no habitual; o bien, si además asocia alteraciones diferentes,
es motivo de no confiarse y de preferencia se deberá de buscar atención
profesional con su médico de confianza que ante la posibilidad de alguna
enfermedad significativa podrá canalizar con especialista en hematología o
reumatología pediátrica.
Recuerde que la atención temprana y oportuna de las
enfermedades, evita que la enfermedad avance y cause lesiones irreversibles… la
salud de su hijo vale todo.
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