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Dieta vegana


En búsqueda de ofrecer una dieta que pueda ser de mayor beneficio para sus hijos, los familiares pueden verse motivados a seguir algunas tendencias sociales y culturales especiales, que en casos particulares pueden ser de riesgo a su desarrollo natural. En ocasiones la iniciativa se genera como secuencia de una familia que ya es vegetariana y en otras por iniciativa propia, generando conflictos con la dieta habitual familiar.
Dentro de esas variantes de alimentación, se ha incrementado la inclusión a la dieta vegetariana o vegana, que sin orientación apropiada -como cualquier otro tipo de alimentación-, puede causar alteraciones significativas en el desarrollo de los niños y adolescentes para su vida adulta.
Cuando se habla de dieta vegetariana se pueden involucrar conceptos variados, por lo que conviene señalar distinciones específicas. Se considera como vegetariana a la limitación en la ingesta de todo tipo de carne, sus derivados (embutidos, salchichas, etc.), pescados, mariscos, insectos. El lacto-ovo-vegetarianismo incluye el consumo de huevos, leche y productos lácteos. El lacto-vegetarianismo excluye el consumo de huevos y cuando se excluye el consumo de leche y sus derivados se consideran ovo-vegetarianismo.
El vegano incluye en su ideología una forma de rechazo a la explotación de animales, por lo que se niega a su consumo y explotación, descartando en su dieta la leche, huevos, mariscos, carne y miel; llegando a incluir el empleo de prendas de seda, cuero y lana.
En este grupo de veganos aún existen otras tendencias extremas. A quienes excluyen el consumo de algunas frutas y verduras, practican la dieta macrobiótica cuya alimentación se compone del 50 a 60% de granos enteros, vegetales, legumbres, algas y productos de soya fermentados. Otro grupo corresponde a los veganos frutarios con ingesta exclusiva de frutas secas y pulposas. Pero también hay veganos considerados como flexibles ya que ocasionalmente consumen carne, pescado y productos lácteos.      
En forma particular, se reportan estudios efectuados a poblaciones pediátricas que indican a favor de aquellos que siguen una dieta vegetariana, son algo más propensos a cumplir los objetivos generales de una dieta saludable, en comparación con aquellos que tienen una dieta habitual, ya que los hacen más específicos en la cantidad y calidad de nutrientes, lo cual suele fallar y puede establecer cuadros extremos de alteración nutricional, cuando solo se consumen los alimentos por preferencias o por limitaciones específicas.
El consumo de una dieta vegana expone a niños y adolescentes a múltiples deficiencias nutricionales, en algunas vitaminas, minerales y grasas específicas, por lo que no se recomienda su empleo,  por asociaciones nacionales expertas en nutricional infantil. Pero si los familiares persisten en su preferencia, se les debe establecer una orientación nutricional apropiada y un seguimiento estrecho de su desarrollo biológico, para cubrir las deficiencias nutricionales asociadas a este tipo de consumo.
La dieta vegana normalmente proporciona suficientes proteínas, excepto en lactantes y preescolares que no tienen una diversidad completa y en forma alterna, reciben  aporte inadecuado con bebidas a base de plantas. Una dieta basada en plantas que tiene un alto contenido de fibra y una baja densidad calórica, puede proporcionar una sensación de plenitud antes de que se ingiera una cantidad adecuada de energía y, por otra parte, los componentes biológicos en granos enteros y leguminosas, tienen sustancias que inhiben a las enzimas digestivas, por lo que su capacidad de absorción disminuye en 50 a 80%.  Los bebés sin lactancia materna, las fórmulas infantiles a base de arroz deberán de suplementarse con aminoácidos especiales (lisina, treonina y triptófano); o bien, una fórmula a base de soya fortificada con metionina después de los seis meses de vida, para permitir que los niños crezcan de forma similar a los alimentados con fórmulas industriales. No se recomienda el empleo de bebidas a base de plantas (soya, cereal, granos) ya que inducen a severas deficiencias en el aporte de proteínas. El crecimiento de los niños veganos es regular, pero en forma frecuente la mayoría se encuentran en el valor mínimo normal de estatura, en comparación a los niños omnívoros.
La deficiencia específica de algunos aminoácidos, puede evitarse en la dieta vegana con el consumo de una gran variedad de semillas y plantas. Es conveniente también someter a algunos alimentos veganos por procesos especiales, para facilitar su mecanismo de absorción, que incluyen cocción, germinación y fermentación.    
La vitamina B12 está presente casi exclusivamente en productos de origen animal. Está ausente en las plantas excepto en ciertas algas u hongos, pero su biodisponibilidad es a menudo baja y varía dependiendo de la especie, por lo que es necesario agregar esta vitamina a todos los veganos cualquiera que sea su edad. Su deficiencia se manifiesta por déficit de desarrollo neuromotor, anemia, diarreas, alteraciones dérmicas y demencia. Los bebés alimentados con una fórmula a base de arroz o soya, tendrán la cantidad suficiente de vitamina B12 y se administrará cuando la madre vegana proporcione leche materna a su bebé por la carencia de ella en ese nutriente. Por su deficiencia en aporte y grado de absorción además de un requerimiento mayor con la edad, se necesita el aporte adicional de esta sustancia a partir de los cuatro años de edad.
Por deficiencia en el consumo de leche y sus derivados, es factible que estos pacientes sean deficientes en el aporte diario de calcio, que es importante durante el periodo del crecimiento por su fijación mineral que se realiza en los huesos. El calcio presente en plantas y vegetales es deficiente para absorberse, por otras sustancias que impiden su absorción. Los niños alimentados por madres veganas no tienen deficiencia por el calcio que obtienen de ellas. Quienes no reciben lactancia materna se exponen a manifestar convulsiones en edades tempranas por niveles bajos de calcio. Se recomienda dar aporte adicional con calcio a quienes reciben fórmulas preparadas con arroz. Durante la adolescencia, la deficiencia de calcio por este tipo de dieta, establece una mayor posibilidad de fracturas. Para estos adolescentes, se recomienda el consumo de al menos tres productos de origen vegetal ricos en calcio por día, bajos en fitato y oxalato (verduras crucíferas, almendras, sésamo, verduras de hoja verde, soja, tofu), así como el consumo de bebidas mineralizadas con control médico regular para considerar su aporte extra.
La vitamina D es otra sustancia a aportar, ante la deficiencia en el consumo de pescado graso y productos fortificados, que se asocia al proceso de control de calcio corporal.
El aporte de arroz o soya, puede ser suficiente para las necesidades de hierro hasta los primeros seis años de vida en los veganos, pero ante su importancia que establece en sus actividades escolares y durante la pubertad, es necesario verificar su condición para definir si requiere de aporte adicional.
En una dieta normal, la mitad de los requerimientos de zinc se obtiene de productos de origen animal. Las plantas que lo contienen como cereales enteros, semillas, legumbres y nueces por la presencia de fitatos y oxalatos dificultan su aporte normal, en los pacientes veganos. La deficiencia de este elemento causa retraso de crecimiento, alteración del gusto y susceptibilidad a las infecciones; y en casos graves diarrea, alopecia y dermatitis. Para evitar su deficiencia se recomienda en veganos el consumo regular y frecuente de col, nabos, rábanos, berros y estar pendiente de sus alteraciones sintomáticas.
La deficiencia de iodo se cubre con el aporte de sal asociada. Finalmente dos tipos de grasas especiales también se requieren, como aporte adicional para el desarrollo cerebral y de la retina desde el embarazo y lactancia a la madre; y al niño, cuando se inicie la diversificación alimentaria con aceites ricos en omega 3 (col, nuez, soya) que se deben agregar a una o dos comidas al día y/o agregar de acuerdo a manifestaciones específicas.
Habrá que motivar siempre a una alimentación completa, pero ante preferencias particulares, se deberá ofrecer alternativas para evitar deficiencias en su desarrollo…