Transcurridas
las primeras dos semanas de vida en el bebé, es conveniente acudir a una
evaluación médica para verificar las condiciones de evolución y desarrollo en
este lapso; y por otra parte, establecer medidas a revisar en el transcurso del
tiempo futuro de forma específica a cada caso en particular. En esta ocasión,
se describen algunas generalidades importantes, para tomar en consideración en
los primeros tres meses de su vida, posteriores a las establecidas en las
primeras dos semanas.
Alimentación. De
importancia vital y para favorecer un
pronóstico funcional adecuado, es necesario que sea a base de leche materna.
Esta sustancia, se modifica para poder ofrecer nutrientes que actúan en el
desarrollo de diferentes sistemas y órganos del niño. Incluye productos para su
crecimiento acelerado, sustancias para la maduración neurológica, protección
contra infecciones, maduración a cada uno de los órganos y sistemas, todo lo
cual es imposible con cualquier fórmula industrial (a pesar de su propaganda
que solo incluye pocas sustancias parecidas a las maternas).
Después de dos
semanas su frecuencia cambia. La libre demanda, solo se justifica para
estimular la producción de calostro (primeros cinco días) y leche de transición
(primer mes), durante el periodo en que el bebé asocia disminución de peso,
para favorecer su recuperación adecuada que la establece a partir de las dos
semanas; por tanto, el horario de alimentación debe ser regulado al tiempo de
vaciamiento de su estómago, a cada tres horas a fin de no estimular su
crecimiento desproporcionado, que en forma crónica, es el factor de riesgo
significativo para su futuro sobrepeso y obesidad. En el primer mes, incluso es
necesario despertar a las tres horas para ofrecer su alimentación por la etapa
de recuperación en la que se encuentra.
A partir de los
30 a 45 días, de acuerdo al desarrollo del niño, se podrá alimentar en
frecuencia de cada 4hrs. Posteriormente se puede permitir al niño dormir por
periodos más largos en la noche (hasta 6-8 horas) sin despertar a comer, para
formar hábito de sueño normal con predominio nocturno. El tiempo de
alimentación, se define por la forma de succión. Se debe mantener mientras sea
intensa, regular y rítmica, para suspender al momento de fallar alguna de esas
características. La capacidad gástrica, bajo condiciones normales de producción
de leche, orificios en el pezón, fuerza de succión del bebé, pueden justificar
un tiempo de llenado adecuado variable entre 5-10 minutos. Darle en forma
adicional, puede generar molestias que luego se consideran como cólicos o
reflujos, con riesgo incluso de vómitos y posibles ahogamientos. Posterior a
ese tiempo la leche libera sustancias que favorecen a acumulación de grasas.
Con la calidad de este nutriente, no se requiere de aporte de cualquier otro
complemento y mucho menos el empleo de biberones. Se insiste que en este
periodo, debe mantenerse en posición semisentada, posterior a su alimentación,
ante el riesgo de vómito con ahogamiento secundario. No es necesario “sacar el
aire”, si la alimentación tuvo esa duración y la posición del pezón fue
completa en el interior de la boquita del bebé.
Para la madre,
se recomienda mantenerse sentada en posición cómoda que le permita ofrecer sin
esfuerzo el seno a su bebé. Debe
continuar con la ingesta de vitaminas y minerales similar al tiempo de su
embarazo para evitar deficiencias en su organismo; por otra parte, con el
tiempo menor de succión puede evitar heridas en el pezón. Antes y después de la
succión debe asear y aplicar en su pezón, una mínima cantidad de leche.
Medidas
higiénicas. La limpieza de evacuaciones no deberá de retrasarse para evitar la
contaminación de la región genital y vías urinarias. El movimiento de aseo en
estas zonas, debe dirigirse hacia la espalda, se debe retirar el material
retenido entre pliegues con medios absorbentes realizando presión y evitar el
tallado. No se efectuarán ningún tipo de “ejercicios” en el prepucio para
evitar desgarros.
La boca del bebé
deberá de retirar los residuos de leche acumulados en el interior de las
mejillas y superficie de la lengua, antes de darle de comer, ya que en etapa
posterior puede inducir al vómito. El tallado se realiza mediante una gasa
humedecida en agua, con la mínima cantidad de bicarbonato (un vaso de agua, con
bicarbonato en la cantidad tomada solo por la yema de dos dedos). Esta misma
solución puede emplearse, cuando se nota enrojecimiento leve de la piel
alrededor del ano. La nariz, solo debe humedecer las secreciones secas que se
perciban para su expulsión espontánea, el empleo de algún dispositivo puede
irritar como cuerpo extraño y algunas soluciones para quitar la congestión
pueden alterar el desarrollo de su sentido olfatorio. Los ojitos se limpian con
gasa húmeda en agua, en dirección hacia afuera mientras se mantienen cerrados,
jalando el párpado superior hacia abajo y afuera. Las orejas, solo lo que se
logra ver por fuera sin introducir objetos que solo pueden empujar la secreción
al interior. El cabello y cuero cabelludo, deben seguirse tallando de forma
enérgica durante el baño y emplear shampoo de 2-3 ocasiones por semana para no
afectar su función normal. El corte de cabello al igual que las uñas, está en
relación a su crecimiento. El baño general, sigue siendo diario de preferencia
por las mañanas, para evitar congestión nasal nocturna.
Desarrollo. Al
paso del tiempo, algunas funciones del bebé se van modificando por la maduración
de sus órganos; y en este periodo, están los digestivos, motores y sensitivos.
La maduración
del intestino grueso, permite a partir del segundo mes que la evacuación se
elimine ahora en la medida que se acumula un volumen y consistencia específico.
Cambian de 6 a 8 veces al día del primer mes a solo una evacuación cada 3-5
días. Debe comprobarse solo que tengan apetito normal, eliminación de gases,
ausencia de: vómito, dolor y/o distensión abdominal. Los pujidos son naturales
por desarrollo de su fuerza.
A nivel motor,
el desarrollo sigue una dirección de la cabeza a los pies. En los primeros tres
meses, lograrán controlar la caída del peso de su cabeza durante el primer mes,
y empezarán a controlar pecho y espalda, con inclinación hacia delante en el tercer
mes, manteniendo apoyo con sus brazos en posición sentada. Las extremidades
disminuyen sus movimientos en forma rítmica y simétrica, al estar acostados al
paso de los 3 meses. Los reflejos espontáneos de recién nacido, se pierden de
forma progresiva en este lapso.
A nivel
sensitivo, la visión les permite ver objetos y caras borrosas a 20-30 cm en el
primer mes, de 30 a50 cm en el segundo y hasta de 5 a 7 metros en el tercer
mes. Tienen capacidad de empezar a fijar su mirada después del primer mes. La audición
es muy sensible y debe protegerse de ruidos intensos. Tienen capacidad de
distinguir la modulación de la voz, de acuerdo a condiciones emocionales de los
familiares. Su personalidad en este tiempo, se define como temperamento, es
variable de acuerdo a su respuesta neurológica ante el ambiente y varía desde llorón,
serio, risueño y gruñón.
Su crecimiento
en estos meses incluye crecimiento corporal promedio de 3 cm por mes, aumento
de peso en 750 g cada mes e incremento de perímetro cefálico de 1.5cm/mes.
A fin de evitar
enfermedades infecciosas, se recomienda aún mantener aislamiento relativo en
casa, durante los primeros tres meses por su incapacidad de respuesta
inmunológica propia, ya que dependen de las defensas por lactancia materna. Se
inicia la estimulación inmunológica (vacunas) a partir del segundo mes de vida.
Durante este
periodo en las consultas, se deberán detectar alteraciones estructurales o
funcionales que se hagan evidentes con su desarrollo o que lo limiten. Se deben
buscar algunas alteraciones congénitas, genéticas, malformaciones anatómicas,
trastornos del metabolismo, infecciones (especialmente urinarias) para su
tratamiento oportuno.
En las consultas
mensuales, se comprobará el desarrollo físico y neuromotor, para establecer a
cada caso en particular, las medidas que mejor puedan influir en evitar la
progresión de un daño y de preferencia revertir a condiciones normales. Se
recomienda a los padres, solicitar a su médico una comunicación adecuada para
evitar dudas.
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