Durante este
periodo, los bebés tienen un incremento impresionante de desarrollo de
funciones, que requieren de vigilancia y estimulación específicos Por su
diversidad, resulta conveniente solo señalar sus características más
importantes.
Peso y talla. En
el cuarto mes, su peso promedio es de 6 kg y la talla de 62 cm. Sus incrementos
son de 500 g y de 2 cm por mes, en los cuatro meses siguientes.
Alimentación. Tomando
en cuenta su incremento de peso, se justifica continuar con la alimentación
exclusiva a base del seno materno, que tiene la capacidad de poder producir la
cantidad necesaria de nutrientes suficientes, para continuar la estimulación de
su desarrollo. La frecuencia de alimentación en intervalos de cada cuatro
horas, podrá permitir en este periodo, el retiro de la toma nocturna a fin de
facilitar un periodo de sueño mínimo de ocho horas.
Por considerar
que la mayoría de madres se incorporan a sus actividades laborales, se
justifica proporcionar lactancia materna o extraer la leche en lugares
específicos en sus centros de trabajo (acuerdo por la Asociación Internacional
del Trabajo y vigente en nuestro país a partir la NOM publicada el
02 de abril de 2014) durante los primeros seis meses de vida. Como alternativa
a la alimentación, se puede almacenar toda la leche extraída en un día, hasta
por dos semanas en el refrigerador, para entibiarse (no hervir) y ofrecer
mediante vasito o cucharita al niño, en su horario habitual ante una eventual
ausencia materna. Durante este periodo, se deberá completar su demanda
nutricional con aporte de hierro, para evitar la anemia que se valora en cada caso particular al
igual que la vitamina D en casos específicos de deficiencia. El aporte de
vitaminas liposolubles sin justificación, puede causar datos de intoxicación.
En temporadas de
calor y de acuerdo a condiciones especiales de algunos niños, se podrá ofrecer
agua pura a fin de evitar deshidratación, tomando en cuenta que la composición
de leche materna bajo estas condiciones, se modifica para evitar el cuadro.
Solo se
justificará el empleo de fórmulas industriales, en aquellos casos que el niño
tenga alguna alteración particular comprobada; o bien, por alguna condición
específica materna que la contraindique. Las fórmulas industriales no tienen
origen humano. Lamentablemente, ninguna institución o medio masivo de
comunicación visual favorece la lactancia materna; y menos, se sanciona las
imágenes de niños alimentados con fórmulas industriales con biberón en la
mayoría de las novelas.
Hábitos
higiénicos. Se deben continuar bañando diario, de preferencia en horario
matutino, Se emplea jabón neutro, sin perfumes y los dispositivos como tina,
esponja y toallas, deben exponerse diario al sol por lo menos por diez minutos,
a fin de evitar la proliferación de hongos que se generan en lugares húmedos,
secos y obscuros. Evitar la introducción de objetos en sus orificios naturales.
La limpieza de lengua deberá continuar con la gasa humedecida en agua para
retirar residuos de leche antes de su alimentación dos a tres veces al día. Con
la presencia del brote dental, deberá de acudir a valoración por odontopediatra
para iniciar sus cuidados y protección especiales. El empleo de toallitas
húmedas, debe evitarse en exceso por poder causar reacción con el tallado
asociado. Para evitar rozaduras debe emplearse vaselina o almendras dulces. En
su región genital, se deberá continuar evitando el contacto con material de
evacuación, realizando limpieza inmediata a su eliminación y no realizar
“ejercicios” en el prepucio. No se debe exponer al bebé a la respiración de
aire contaminado con partículas finas, como: talcos, humo de cigarro, polvo,
pólenes, perfumes; y en especial, solución nasal que disminuya su circulación
sanguínea, por riesgo de dañar al sistema olfatorio.
Vacunas. Con el
interés de estimular la producción de mecanismos de defensa contra infecciones
de riesgo en los primeros años, la aplicación de vacunas debe continuarse en
periodos de cada dos meses (ya que la modificación de esquemas, solo obedece a
casos de epidemia o arbitrariedad institucional) y en este periodo se
reactivaran en dos ocasiones, las vacunas aplicadas a los dos meses. Los niños
no vacunados, están en riesgo de padecer enfermedades graves y poder originar alguna epidemia.
Accidentes. Por
sus condiciones de desarrollo se exponen a ahogamientos, caídas o
ahorcamientos, muerte súbita, quemaduras, intoxicación. La forma de evitarlas incluyen:
evitar una alimentación excesiva, suspendiendo la succión al notar que disminuye
su intensidad y ritmo; al terminar de
comer, dejarlo siempre en su porta bebé con la cabeza en nivel más alto que su
cuerpo. Evitar que tome objetos pequeños que pueda llevarse a su boca. Evitar
prendas gruesas o impermeables que puedan cubrirle su carita o dejarlos solos
en su tina de baño. Para las caídas o ahorcamientos mantener vigilancia
frecuente, por empezar a rodar a partir del cuarto mes sobre su cama y evitar
listones o cordones cercanos, con los que pueda enredar o colgarse. La muerte
súbita del lactante, evitando que duerma en posición boca abajo o posición
total horizontal. Las quemaduras, al momento de su baño sin advertir la
cantidad de agua caliente en su mezcla. Las intoxicaciones con diferentes
sustancias que puedan estar a su alcance o que algunos padres apliquen
(“frotadita que ayuda…”). Para el transporte en automóvil, deben hacerlo en
sillas especiales (clasificación 0) colocada en el asiento trasero, con la
espalda de niño apuntando a la parte delantera del vehículo.
Estimulación a
su desarrollo. En este periodo, el sistema nervioso logra diferentes alcances,
que habrán de estimularse en forma apropiada a fin de facilitar su función.
Visión. Inicia
su capacidad de combinar las imágenes de los dos ojos, se le puede hacer estimulación
de movimientos oculares de seguimiento, mediante una luz suave (no directa a
sus ojos) en trayectos rectos: superior e inferior, de un lado al otro, trayectos
triangulares, cuadrados y circulares lentos. Por tener la capacidad de poder
distinguir su mano, se le pueden ofrecer juguetes de tamaño mayor a su boca de
una sola pieza, de ser posible, con colores llamativos además de sonidos
especiales. En este periodo ya tienen mayor capacidad de visión a una distancia
de seis metros, logrando apreciar colores, texturas y dimensiones. En esta
etapa todos los actos le llaman la atención y establecen mirada atenta, que en
ocasiones, es justificación de los padres para el inicio de la alimentación
variada (porque los veía durante su alimentación… y se le antojaba).
Audición.
Adquieren mayor capacidad de poder distinguir sonidos específicos, almacenar en
memoria y empezar a reproducir mediante un ritmo (como si platicara), balbuceo
(da, gu, pa, ma, ta) y posteriormente emisión de sonidos bisílabos. Se estimula
con lenguaje natural constante, lectura de cuentos, marcando expresiones orales
(admiración, preguntas, emociones).
Función motora.
Tienen capacidad de poder controlar su tronco y se pueden mantener en posición
sentada, giran su cabeza en búsqueda de estímulos variados, inician el rodar
sobre la cama y son capaces de tomar objetos con sus manos con presión de
garra. Se estimula facilitando la posición sentada, toma de objetos grandes,
contacto con papeles de diferentes texturas y juguetes de colores variados, bordes
redondeados que se puedan lavar y sonidos atractivos.
Desarrollo
personal-social. Interactúan mediante contacto visual, auditivo, postural y
tacto, respondiendo con sonrisas espontaneas o llanto de forma específica. Debe
complacerse en forma adecuada, sin caer en exceso para facilitar su
temperamento. La convivencia emocional sincera con los familiares, permite la
inteligencia emocional.
Revisiones
periódicas. Por los cambios presentes en esta etapa y para detectar
alteraciones, su revisión debe ser mensual. Se deberá anticipar si hay alguna
duda especial; o bien, si se sospecha del desarrollo de alguna enfermedad en
especial. Todas las dudas son válidas de explicarse… no existen “preguntas tontas”.
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