La atención de los
dientes en los niños requiere de la participación del especialista en el área,
que es: el odontopediatra. El cual se establece, de acuerdo con las
asociaciones internacionales correspondientes, como una
especialidad definida en la edad, que provee cuidados primarios y extensivos de
prevención y curación en la salud oral, para infantes y niños hasta la
adolescencia, incluyendo a aquellos que necesitan cuidados especiales de salud.
La comunicación del pediatra con la persona que practica esta subespecialidad
favorecerá el intercambio de información, sobre el cuidado preventivo y
sistemático, para establecer un desarrollo adecuado en la condición nutricional
y estética de la persona en desarrollo.
En
términos generales, la cavidad bucal se encuentra conformada principalmente por
la existencia de dos huesos, que son llamados maxilares, y por su posición uno
se llama superior (habitualmente conocido solo como maxilar) y el otro inferior
(mandíbula, mentón o quijada). En el interior de ambos, se generan las piezas
dentales en diferentes periodos. En etapa embrionaria y por deposito de calcio
durante el embarazo, se forman los dientes temporales; y durante la etapa
lactante y preescolar, por el calcio de la leche materna y los alimentos
restantes, los dientes definitivos.
Desde la
forma como se encuentra en su posición la mandíbula en etapa temprana, se puede
anticipar un posible daño en el desarrollo de las piezas dentales, y así, en
los casos de protrusión maxilar se pueden generar lesiones dento-alveolares
como la fractura y lesión de los dientes anteriores. En el momento de la
masticación, no habrá relación dental de forma adecuada ya que, en esta
situación, los dientes inferiores se encuentran en posición anterior, cuando lo
normal es que se deban encontrar ligeramente atrás de los superiores, para
realizar el corte de alimentos en forma adecuada.
La forma
de la cara en sus diferentes proporciones está influida en sentido transverso,
por la erupción dental extendiendo las superficies laterales del maxilar y sus
alveolos (parte del maxilar donde su encuentran los dientes), y en sentido
anterior (hacia delante) por la presencia de mas piezas dentales (premolares)
que en la infancia no existían. Se deberá de revisar de preferencia el perfil
facial que deberá tener curvatura convexa en los segmentos especiales que
relacionan puente nasal, base de nariz y vértice de mentón.
Por
desarrollo dental, pueden existir trastornos en los cuales, las piezas dentales
no se forman, faltan algunas o bien faltan todas. Pueden aparecer en lugares no
habituales, tener alteraciones de calcificación o sufrir pérdidas frecuentes.
También en relación con algunas enfermedades congénitas y genéticas se pueden
asociar a las alteraciones físicas, alteraciones bucales o dentales
particulares. (ej. Labio y paladar hendidos).
Cada
pieza dental tiene un momento particular para brotar y para caerse. Su
permanencia tiene como función significativa, además de las particulares por
pieza correspondiente (incisivos para cortar, caninos para desgarrar, molares
para triturar), la de mantener el espacio adecuado para cada pieza dental, por
lo que su caída prematura o su ausencia en su brote podrá condicionar
desplazamiento de los restantes.
La
existencia de infección en las piezas dentales (caries), de preferencia deberá
de prevenirse de forma anticipada. Un mecanismo muy común de transmisión en
etapa temprana, es la existencia de la bacteria de la caries en la saliva de
los familiares, que por descuido, puede pasar a la cavidad bucal del niño y
contagiarlo, ante lo cual se recomienda el aseo dental dos veces diario ante la
presencia de sus primeras piezas dentales, con un cepillo adecuado y solo con
agua (sin utilizar pasta dental); y mejor aún, de forma anticipada (antes de
las piezas dentales) se deberá de limpiar la encía dos veces al día mediante
una gasa humedecida, a fin de evitar que la placa bacteriana en forma de
película, se vaya organizando en el límite habitual de doce horas. Antes de los
dos años, no se recomienda el empleo frecuente de las pastas dentales por la
cantidad de flúor que se puede ingerir, o ir dejando en las piezas dentales y
formar la condición de fluorosis dental. Cuando el niño tiene ingesta mayor de
almidones o azúcares el riesgo de caries se incrementa y, se justifica el aseo
dental más frecuente. El tamaño del cepillo dental será de acuerdo con su boca
y piezas dentales. No es recomendable el empleo de cepillos eléctricos. El hilo dental, es conveniente para el retiro
de material acumulado entre los bordes de cada pieza dental, en especial
aquellas que tienen contacto estrecho lateral, y en forma adicional para evitar
anormalidades de las encías.
De
preferencia, la asesoría para evitar la caries deberá de empezar desde el
momento que se inicia la alimentación del recién nacido, con la limpieza
adecuada de su cavidad bucal y la revisión periódica al odontopediatra, con la
finalidad de evitar que asistan solo en el momento cruento de dolor dental; y de
amarga experiencia para someterse a la aplicación de anestesia mediante
inyección a través de sus encías, empleo de mallas para evitar sus movimientos
por su temor natural y todavía, la apertura oral forzada y el empleo de fresa
(clásica experiencia de la excavación) en las piezas dentales; a cambio de
preferencia, de solo revisión desde edades tempranas para que el niño se vaya
acostumbrando a la revisión bucal, sin la existencia de estas infecciones.
La instrucción de técnica de cepillado se debe realizar cuatro veces al
año, una cada tres meses durante el ciclo escolar. Para cepillar correctamente
la boca se indica a los niños tomar el cepillo firmemente y colocarlo sobre la
encía y los dientes para realizar movimientos de barrido, los dientes
superiores se cepillan hacia abajo, los dientes inferiores se cepillan hacia
arriba, repitiendo el procedimiento tanto en la parte externa (vestibular) como
en la parte interna (lingual). Las superficies de molido de premolares y
molares se cepillan de manera circular. Una vez terminado el cepillado de encía
y dientes por todas sus caras, se indica a los escolares cepillar la lengua con
movimiento de barrido de atrás hacia delante. Con la intención de comprobar que
se realiza una limpieza adecuada, puede ser útil el empleo de jugo de betabel o
la flor de Jamaica mojada aplicada sobre los dientes, para comprobar al espejo
de dejarlos limpios.
La aplicación
de chupones y la práctica de chupeteo de los dedos de forma prolongada o
constante, puede condicionar desviación de las piezas dentales causando que las
superiores proyecten su borde libre hacia delante y las inferiores su borde
libre hacia atrás, por lo que también es necesario el empleo de trampas
especiales a fin de proteger el desarrollo de la mordida y brote dental.
La
existencia de traumatismos durante la infancia en donde se involucran lesiones
a las piezas dentales también requiere de la atención inmediata y adecuada del
especialista, a fin de poder proporcionar un manejo adecuado temprano, o bien
una reparación estética favorable si la lesión tiene ya tiempo de evolución o
existe gran destrucción de tejidos.
Para
casos especiales de alteraciones de conducta, deficiencias de desarrollo o
anomalías especiales, conviene que haya comunicación adecuada con el
pediatra.
Durante
el desarrollo de la dentición definitiva, el control periódico también tendrá
la importancia de ir comprobando que no existan desviaciones de piezas dentales,
para evitar la aplicación de equipos de ortodoncia que puedan ser incómodos o antiestéticos;
y en el mejor de los casos, la vigilancia periódica podrá influir a utilizarlos
de forma temprana para conseguir un resultado en un plazo relativamente más
corto.
Por
diferentes motivos, es necesaria la atención dental adecuada del niño a fin de
evitar daños futuros y permanentes… recuerde que es muy fácil que el niño
practique sus medidas higiénicas, al aprender lo que sus padres realizan; y de
ser posible, también los padres deben acudir con sus hijos a consulta regular
con su dentista a fin de evitar enfermedades y mostrar seguridad y tranquilidad
a sus hijos sobre este tipo de atención.