Es una enfermedad
que afecta a la piel causando la presencia de manchas blanquecinas, por lesión
o destrucción de las células especializadas en producir el pigmento (melanina)
normal. Puede dañar también al cabello y las membranas mucosas.
Aunque puede
surgir a cualquier edad, es más habitual antes de los veinte años o después de
los cincuenta. Suele ser una enfermedad común ya que afecta del 0.5
al 2% de la población mundial. El 50% de los casos de vitíligo se inicia antes de los 20
años de edad y el 14% lo hace antes de los 10 años. En nuestro
país la frecuencia es del 4%.
En forma normal,
las células encargadas de producir el pigmento que le da la coloración a la
piel, lo hacen condicionadas a la información genética que es transmitida por
sus padres. La melanina tiene como función especial, evitar que el resto de las
células de la piel e internas, sean afectadas por la radiación de la luz solar
y se puedan modificar en su función o en su control numérico. Por esta
condición, es natural que las personas expuestas a mayor radiación desarrollen
como forma de protección, un color de la piel obscura, que se produce por una
mayor actividad en la formación de la melanina y no por tener mayor cantidad de
esas células. La melanina funciona en forma práctica, como una sombrilla
permanente para las células del interior del cuerpo.
La forma precisa
como se genera la enfermedad se desconoce hasta la fecha, pero se considera que
interactúan varios factores, entre ellos: la información genética, por haber
mayor incidencia de vitíligo en personas que tienen familiares con ese cuadro,
lo cual establece una predisposición para su desarrollo. Las alteraciones de la
inmunidad, en donde algunos anticuerpos atacan de forma selectiva a las células
encargadas de producir la melanina. Las influencias emocionales, con algunas
sustancias en particular que modifican la capacidad de síntesis del pigmento. Y
finalmente, otra teoría establece que existen daños traumáticos a las células
productoras del pigmento, que terminan suspendiendo la síntesis de la melanina
ante la deficiencia de su integridad con los tejidos vecinos. Ante los factores
señalados, es posible que algunas personas relacionen el inicio e incremento de
lesiones con condiciones emocionales, enfermedades autoinmunes; y también,
mejoría ante circunstancias particulares con empleo de algunos medicamentos en
particular, o bien, bajo atención conveniente de los problemas
emocionales.
Se tiene la idea
que afecta más a las mujeres que a los hombres, lo cual no refleja la realidad,
ya que solo tienen mayor preocupación las mujeres por este cuadro, y son
quienes acuden con mayor frecuencia a su consulta; pero la realidad establece,
que la mayor frecuencia se produce entre los hombres, que suelen no darle la
importancia a la condición estética y acuden con menor frecuencia a su
valoración.
Esta enfermedad
en general no causa malestares físicos a quien la padece; y de igual forma, no
es una enfermedad contagiosa o que represente un riesgo particular. Se
describe que en el 10% de los casos, puede haber una recuperación del color de
la piel en forma espontánea. En forma general en cuanto a su evolución, a menor
edad y menor tiempo de evolución, se considera posible una respuesta al
tratamiento de forma más apropiada. Cualquier
cambio de color en la piel o cabello, podrá justificar su valoración.
Las manchas del vitíligo se identifican por tener bordes
bien delimitados, generalmente de color sonrosadas o con tendencia a la
coloración blanquecina. Es común localizarlas en zonas expuestas al sol, como
la cara o las manos. La piel que se encuentra en los pliegues como los codos,
rodillas o ingle. La piel alrededor de los orificios corporales como en la
nariz, ojos, ombligo y región genital. En forma especial suelen ser simétricas
y en muchos casos aumentan de tamaño y número, lo que hace que puedan juntar
unas con otras. Una manifestación compatible con vitíligo, es el hecho que los
niños hagan evidente la presencia de canas. Los niños de piel obscura, pueden
tener la cavidad de la boca en coloración disminuida. En algunas ocasiones, las
manchas pueden ser localizadas o con tendencia a ser generalizadas. En otras
siguen una trayectoria especial, relacionada con distribución de las raíces
nerviosas.
El aspecto
particular de esta enfermedad dentro de la población pediátrica, no está
vinculado en especial con su gravedad, sino a los aspectos emocionales que
generan las características antiestéticas, en especial en la población
adolescente, vinculadas al desarrollo de su autoestima.
Durante la
convivencia diaria entre niños y adolescentes, la apariencia personal es un
aspecto significativo, que puede influir a la integración de quien padece este
cuadro, afectando la definición en su
identidad y personalidad. Todos los niños y adolescentes se pueden sentir en
confianza y seguridad suficientes, cuando ante los ojos de sus amigos y
familiares, profesores, vecinos y personas restantes, perciben una aceptación
adecuada, que les facilita establecer los vínculos sociales de amistad o
aceptación.
Los niños o
jóvenes que padecen este cuadro, donde las manchas de coloración disminuida
cambian su aspecto estético, pueden percibir el rechazo y desconfianza que se
produce entre personas cercanas; modificando con esto, su comportamiento y el
desarrollo de las habilidades sociales que se limitan en grados variables,
condicionando en quien la padece la sensación de timidez y miedo al rechazo
social; y de forma secundaria, su desarrollo de la autoestima adecuada.
También es importante
que tanto niños como adolescentes, sepan que hay muchas circunstancias que
pueden atenuar el vitíligo cuando se trata oportunamente, y que para ello es
indispensable establecer una relación de mutuo apoyo entre médico, paciente y
padres de familia.
Ante un niño o
adolescente que manifieste esta alteración; de preferencia, los padres de familia
deberán de llevarlo a valoración con el dermatólogo para su evaluación e inicio
terapéutico, además de asociar también la evaluación psicológica, para
favorecer su condición emocional que le ayude a mejorar su autoestima, y
controlar en lo posible el incremento de
lesiones.
Es cierto que la
adaptación de los chicos al vitíligo puede ser variable y que aún no existe
cura definitiva para todas las personas con este problema, pero por lo general
son los pacientes más jóvenes, quienes mejor responden a la terapéutica y
tienen evolución más favorable.
Ya mencionamos
que algunos presentan remisión espontánea, y erróneamente le atribuirán el
efecto a alguna condición que emplearon en ese momento; pero es natural, esa
recomendación y aplicación a otros no condicionan la mejoría. La mayoría
requieren de tratamiento establecido por el especialista (dermatólogo), a fin
de obtener la limitación de la extensión, la mejoría en el aspecto de lesiones,
mediante aplicación de terapia local o el tratamiento más apropiado, de acuerdo
a la experiencia del experto.
Suele pasar que
la persona joven se sienta decepcionada y deprimida, por no lograr alcanzar los
estereotipos establecidos por los medios masivos de comunicación, en los cuales
siempre se promueven ideales de belleza física, que en forma habitual son
inalcanzables, al ser manipulados con maquillajes y trucos de computadoras.
Existen algunas enfermedades
que pueden confundir al paciente y sus familiares, que requieren desde el
inicio la atención por el especialista (dermatólogo), a fin que pueda efectuar
una valoración sin la influencia de remedios caseros previos o influencia de
algunos medicamentos, que modifican las lesiones iniciales. Es posible que si
se diagnostica una enfermedad diferente, la mejoría será notada en un tiempo
menor y la piel no resultará afectada o dañada por condiciones empíricas. Recuerde
también de poder ofrecer una terapia de apoyo emocional adecuado que le haga
superar su aspecto.